La marea republicana gana terreno en la ciudad y el Estado de Nueva York, bastiones dem¨®cratas
Harris venci¨® con holgura, aunque registr¨® peores cifras que Clinton en 2016 y Biden en 2020. Y Trump le gan¨® con casi 80 puntos de ventaja en algunos distritos
Decenas de miles de jud¨ªos de Nueva York, la segunda ciudad del mundo con mayor poblaci¨®n jud¨ªa despu¨¦s de Tel Aviv, han agradecido el apoyo sin fisuras de la Administraci¨®n dem¨®crata a Israel votando en masa a Donald Trump. Los votantes de Corona, un distrito del condado de Queens de aplastante mayor¨ªa latina, han hecho caso omiso de los insultos racistas vertidos contra ellos por los republicanos ¡ª...
Decenas de miles de jud¨ªos de Nueva York, la segunda ciudad del mundo con mayor poblaci¨®n jud¨ªa despu¨¦s de Tel Aviv, han agradecido el apoyo sin fisuras de la Administraci¨®n dem¨®crata a Israel votando en masa a Donald Trump. Los votantes de Corona, un distrito del condado de Queens de aplastante mayor¨ªa latina, han hecho caso omiso de los insultos racistas vertidos contra ellos por los republicanos ¡ªen especial, en un multitudinario mitin en Nueva York¡ª y contribuido a la marea roja en la ciudad. La Gran Manzana sigue siendo un basti¨®n dem¨®crata, en especial Manhattan, pero los republicanos avanzan sin pausa tanto en la ciudad como en el resto del Estado. Si en las elecciones de medio mandato de 2022 el partido que lidera Donald Trump logr¨® cuatro preciados esca?os que resultaron determinantes para darle el control de la C¨¢mara de Representantes, en las celebradas el martes ha confirmado su progresi¨®n, lo que ha contribuido tambi¨¦n al aumento del voto popular de Trump en el conjunto del pa¨ªs.
Kamala Harris se adjudic¨® la mayor¨ªa en la ciudad de Nueva York, pero Trump avanz¨® de manera significativa en amplias zonas del sur de Brooklyn, Staten Island y Queens. En los cinco condados de la ciudad, la actual vicepresidenta se hizo con el 68% de los votos, ocho puntos menos que Joe Biden en 2020 (76%) y 11 menos que Hillary Clinton en 2016 (79%). Con el 55% de los sufragios recibidos en el Estado, se llev¨® los 28 votos del Colegio Electoral, pero el presidente electo no qued¨® muy atr¨¢s, con el 45%, un desempe?o que mejor¨® sensiblemente sus anteriores marcas: el 38% en 2020 y un punto menos, el 37%, en 2016.
Entre los lugares donde Harris perdi¨® ¡ªo, si se prefiere, dej¨® de registrar¡ª votos figura una docena de los llamados projects, los bloques de vivienda social para rentas bajas de la NYCHA, la agencia de vivienda de la ciudad, repartidos por toda la geograf¨ªa de la ciudad. ¡°Los complejos [de la NYCHA] donde Harris consigui¨® votos son pocos y muy distantes entre s¨ª¡±, explica un an¨¢lisis expr¨¦s del Centro de Investigaci¨®n Urbana de la universidad p¨²blica de Nueva York.
Los votantes m¨¢s empobrecidos que en 2020 respaldaron a Biden se han rendido ahora al canto de sirenas econ¨®mico de Trump, lo que confirma una de las principales tendencias de voto favorables al republicano: ha sido su discurso sobre la inflaci¨®n, y no la defensa por los dem¨®cratas de una democracia amenazada, el que se ha llevado el gato al agua. Los datos son oro molido para los estrategas de campa?a que preparan las elecciones municipales del a?o pr¨®ximo, a las que en principio se presentar¨¢ el actual alcalde, el dem¨®crata Eric Adams, pese a haber sido imputado por corrupci¨®n.
Una victoria absoluta y a la vez relativa
En el c¨®mputo de la ciudad, el retroceso dem¨®crata permiti¨® goleadas a los republicanos en la mayor¨ªa de los distritos de Borough Park, en Brooklyn ¡ªcon un alto porcentaje de poblaci¨®n jud¨ªa m¨¢s ortodoxa que sus correligionarios progresistas de Manhattan¡ª, donde Trump se anot¨® m¨¢s del 90%. O en numerosas circunscripciones de Staten Island, donde el presidente electo sac¨® a su rival un m¨ªnimo de 50 puntos de ventaja. M¨¢s rotunda ha sido su victoria en algunos distritos de Queens ¡ªel barrio donde naci¨® en 1946¡ª, como Kew Garden Hills, donde Harris logr¨® poco m¨¢s del 10% frente al 87% del republicano.
Por eso, parad¨®jicamente, una victoria absoluta como la de Harris en la ciudad y el Estado parece m¨¢s que nunca relativa: su triunfo estaba cantado, ya que los votantes dem¨®cratas registrados superan a los republicanos en una proporci¨®n de 6 a 1, pero no la sangr¨ªa de apoyos que, por abstenci¨®n o por desafecci¨®n, fueron a engordar la victoria de Trump, el primer republicano que gana el voto popular en el pa¨ªs en dos d¨¦cadas.
Para describir someramente las zonas en las que Trump avanz¨® podr¨ªa decirse que los enclaves jud¨ªos fueron protagonistas durante la pandemia por su numantina resistencia al confinamiento; que Corona, con rentas medias bajas, es uno de los destinos gastron¨®micos m¨¢s baratos de la capital, y que en Staten Island, el condado con menor densidad de poblaci¨®n de los cinco, vive un considerable porcentaje de agentes del Departamento de Polic¨ªa de Nueva York.
Ninguno de estos factores explica por s¨ª mismo el buen resultado electoral de Trump, pero en conjunto ayudan a explicar por qu¨¦ la factura del censo electoral es en todo el pa¨ªs, no solo en la Gran Manzana, tan compleja: junto a las clasificaciones habituales por sexo, edad, renta o nivel educativo, el nuevo mapa electoral neoyorquino convalida un factor clave en la sociedad estadounidense: el identitario.
La imbricaci¨®n del factor econ¨®mico con el comunitario explica por ejemplo c¨®mo los latinos, principales v¨ªctimas econ¨®micas de la pandemia ¡ªy como otros muchos grupos, de la inflaci¨®n¡ª se han echado en brazos del presidente electo: el mitin de Trump en el Bronx en mayo revel¨® su popularidad entre esta comunidad pese a los comentarios despectivos que les ha dedicado desde su primera campa?a, en 2016. El otro factor que los ha arrastrado ha sido su prometida ofensiva contra la inmigraci¨®n irregular.
El redise?o, ordenado por un juez, de un mapa electoral que favorec¨ªa a los dem¨®cratas, as¨ª como la labor de zapa de los republicanos en los suburbios residenciales, marcaron hace poco m¨¢s de dos a?os el inicio de la progresi¨®n republicana. Ni siquiera el bochorno pol¨ªtico derivado del caso George Santos ¡ªel representante expulsado del Congreso por inventarse su curr¨ªculo, entre otros delitos¡ª ha restado apoyos a los republicanos, que despu¨¦s de d¨¦cadas en declive empezaron a recuperar tracci¨®n en Long Island, un suburbio (zona residencial) protot¨ªpico que prueba la importancia demogr¨¢fica y electoral de las grandes ¨¢reas urbanas. Con su maquinaria electoral de la vieja escuela (buzoneo, campa?a puerta a puerta) y a la par con nuevas herramientas, como la desinformaci¨®n y las tormentas de sondeos propicios en las redes, los republicanos han laminado la tradicional hegemon¨ªa azul.