Los patinazos de Trump van desde Detroit a China
Insultar a Detroit, los motes que usa para referirse a sus rivales dem¨®cratas o contar (al rev¨¦s) qu¨¦ son los aranceles, son algunos de los deslices en que ha incurrido el republicano
Hay d¨ªas, bastantes, en los que la campa?a de Donald Trump parece instalarse en un territorio intermedio entre el club de la comedia y la antolog¨ªa del disparate. Como ejemplo de lo primero, el patinazo del pasado jueves en Detroit, cuando el candidato republicano equipar¨® la historia de la ciudad (se declar¨® en bancarrota en 2013) con el futuro que le espera al pa¨ªs si en noviembre es elegida Kamala Harris. Curiosa manera la suya de buscar votos en un Estado crucial como el de Michigan: ¡°Todo nuestro pa¨ªs acabar¨¢ siendo como Detroit si ella es vuestra presidenta. Vais a tener un desastre entre manos¡±, advirti¨®, nombrando la soga en casa del ahorcado (porque diez a?os despu¨¦s de la quiebra, y pese a su recuperaci¨®n, la ciudad a¨²n lucha por conjurar numerosos fantasmas).
Otras gracietas, menos graves pero representativas de la falta de respeto del expresidente hacia sus rivales, son los motes que su campa?a usa para referirse a la candidata dem¨®crata (¡°Qu¨¦ mala Kamala¡±, algo que puede divertir a los latinos, que conocen la canci¨®n original¡ o a un cr¨ªo de cinco a?os) o a su n¨²mero dos, Tamp¨®n Tim Walz, por obligar como gobernador a los colegios p¨²blicos de Minnesota a proporcionar tampones gratis.
Pero insultar a Detroit durante un acto en Detroit no es ni siquiera el mayor de sus errores. Lo m¨¢s preocupante, para los expertos, son los mantras que, como c¨¢scaras de pl¨¢tano de la desinformaci¨®n, constituyen la espina dorsal de su programa electoral, en especial los relativos a la inmigraci¨®n y la econom¨ªa. Esta ¨²ltima es la principal preocupaci¨®n de los votantes, de un listado de 22, seg¨²n un sondeo de Gallup publicado la semana pasada (¡°extremadamente importante¡± para el 52% de los encuestados y ¡°muy importante¡± para el 38% de ellos).
Las soflamas econ¨®micas de Trump har¨ªan palidecer a Ferdydurke, la obra cumbre de la literatura mundial sobre la estupidez, la primera de todas ellas su promesa de imponer aranceles a las importaciones ¡ªdel 60% a las de China, y de hasta el 20% al resto¡ª para, te¨®ricamente, proteger al consumidor estadounidense e impulsar la producci¨®n nacional.
Nada m¨¢s lejos de la verdad. ¡°Los aranceles de Trump son una mala idea pol¨ªtica que tendr¨ªan que pagar los consumidores estadounidenses¡±, avisaba a finales de septiembre el Peterson Institute for International Economics (PIIE). El 96% de los zapatos que se venden en Estados Unidos, igual que el 88% de los tomates, son importados ¡ªlos primeros, en su mayor parte de China¡ª, as¨ª que est¨¢ claro a qui¨¦n tocar¨ªa pagar la factura. Trump, sin embargo, ha mentido, o cuando menos desinformado, al se?alar que el impuesto sobre la importaci¨®n recae sobre el productor extranjero, no sobre el consumidor, cuando es exactamente al rev¨¦s.
¡°Los aranceles son lo mejor que se ha inventado¡±, dijo sin sonrojarse en un reciente mitin en Flint (M¨ªchigan), y volvi¨® a reiterar este martes en una entrevista con Bloomberg, porque ¡°crear¨¢n m¨¢s puestos de trabajo en las f¨¢bricas, reducir¨¢n el d¨¦ficit federal, bajar¨¢n los precios de los alimentos y permitir¨¢n al Gobierno subvencionar el cuidado de los ni?os¡±. No contento, asegur¨® que incluso pueden promover la paz mundial, como si una renovada guerra econ¨®mica con China no fuera a elevar m¨¢s la tensi¨®n y proyectarla al estrecho de Taiw¨¢n o el mar del Sur.
En fin, que no les pase nada a los sufridos consumidores estadounidenses, porque los pobrecitos expatriados europeos adictos al aceite de oliva a¨²n recuerdan la dolorosa (factura, en espa?ol castizo) cada vez que compraban una botellita: los aranceles del 25% impuestos a la oleaginosa durante el mandato presidencial de Trump ¡ªenfadado con la UE por las ayudas concedidas a su sector aeron¨¢utico¡ª dispararon el precio del oro l¨ªquido. Afortunadamente, fueron suspendidos dos a?os despu¨¦s, en 2021, ya con Biden en la presidencia. Por eso, insiste otro informe del PIIE publicado en julio tras la presentaci¨®n de su programa econ¨®mico en la convenci¨®n republicana de Milwaukee, ¡°la agenda econ¨®mica de Trump podr¨ªa trastocar la econom¨ªa de Estados Unidos y del mundo¡±.
La subida de aranceles no es el ¨²nico punto discutible de su programa, tambi¨¦n, entre otros, la rebaja del impuesto de sociedades, que baj¨® del 35% al 21% en 2017, gracias a una criticada reforma fiscal que Trump pretende renovar si gana, ya que expira a finales de 2025. Su propuesta es reducirlo al 15%, una cantidad rid¨ªcula en el pa¨ªs de los milmillonarios (entre ellos algunos de sus grandes donantes). El candidato republicano ha apuntado que le gustar¨ªa sustituir lo que se dejara de recaudar por el impuesto sobre la renta por ingresos arancelarios, algo que, seg¨²n los economistas Clausing y Obstfeld ¡ªcitados por el PIIE¡ª, es simplemente imposible.
Despachar la inflaci¨®n como el ejemplo, con may¨²sculas, de la mala gesti¨®n de Biden, en vez de explicar la cadena de hechos que atizaron la subida de precios ¡ªel alegre consumo tras la pandemia, el bloqueo global de la cadena de suministro o incluso las consecuencias de la invasi¨®n rusa de Ucrania¡ª de seguro le da votos, pero falta decididamente a la verdad. Tambi¨¦n aspira a recortar la independencia de la Reserva Federal (banco central), la encargada de fijar la pol¨ªtica monetaria, algo contra lo que ha prevenido su presidente, Jerome Powell.
No hace falta repetir el mantra que hizo ganar al dem¨®crata Bill Clinton las elecciones en 1992 (¡°Es la econom¨ªa, est¨²pido¡±), sino darle la vuelta: las estupideces sobre econom¨ªa adquieren carta de naturaleza en el programa de Trump, sobre todo cuando se repiten en titulares apresurados e informaciones carentes del debido contexto. Hasta un escolar de 7? grado ¡ªentre doce y trece a?os¡ª estudia c¨®mo funcionan los aranceles: con el efecto de un bumer¨¢n que acaba asestando tremendo golpetazo a quien lo lanz¨®... y sobre todo al bolsillo de quienes dice proteger.
M¨¢s noticias sobre las elecciones de Estados Unidos
Tras este peque?o desglose de las fantas¨ªas econ¨®micas del candidato Trump, van varios art¨ªculos para que no se pierdan de los avances que ha dejado una semana marcada por un hurac¨¢n en Florida, y c¨®mo no, bulos y m¨¢s bulos:
?Qu¨¦ dicen las encuestas en Estados Unidos? Empate total entre Harris y Trump. Por primera vez, nuestra predicci¨®n coloca a Harris y a Trump con exactamente las mismas opciones: 50 a 50. La candidata dem¨®crata tiene cierta ventaja en las encuestas, pero los mercados de predicci¨®n ven al republicano un poco por encima.
Obreros, ¨¢rabes y j¨®venes: los votos que deshar¨¢n el virtual empate entre Trump y Harris en M¨ªchigan. Los electores del Estado, cuna de la industria de la automoci¨®n, han votado por razones econ¨®micas en anteriores comicios, pero este a?o acusan un factor a?adido, la guerra en Gaza y L¨ªbano.
Harris corteja a los votantes latinos mientras Obama trata de movilizar a los afroamericanos. La candidata participa en un foro con votantes hispanos en Las Vegas mientras el expresidente entra en campa?a con una gira por los Estados decisivos.
La tormenta perfecta sobre Florida: los huracanes y los bulos causan destrucci¨®n y rechazo al Gobierno. La Agencia Federal de Manejo de Emergencias, FEMA, se ha convertido en el objetivo de la desinformaci¨®n de los republicanos, afectando la labor de los servicios de recuperaci¨®n y exacerbando la polarizaci¨®n.
Columna | Fabricar huracanes y politizar las tormentas, por Francesco Manetto. Lo sucedido con ¡®Helene¡¯ y ¡®Milton¡¯ en Estados Unidos va m¨¢s all¨¢ de la lucha contra la desinformaci¨®n y ha derivado por momentos en un delirio alimentado por Trump y Musk.
Cr¨ªtica | ¡®The Apprentice. La historia de Trump¡¯: la forja de un tipo despreciable que ni siquiera es aut¨¦ntico en su ideario, por Javier Oca?a. La pel¨ªcula estrenada hace unos d¨ªas humaniza al expresidente. Pero nunca lo blanquea, y en una segunda parte demoledora lo pinta como un ser ruin e insensible.
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