Pete Hegseth, el presentador de Fox sospechoso de abuso sexual que pretende acabar con la diversidad en el ej¨¦rcito de Estados Unidos

La relaci¨®n entre el futuro secretario de Defensa y el Pent¨¢gono promete ser, cuando menos, explosiva. Contra el presentador de la cadena de televisi¨®n conservadora Fox News Pete Hegseth, de 44 a?os, propuesto por Donald Trump para dirigir el ej¨¦rcito m¨¢s potente del mundo, han salido a la luz alegaciones de que abus¨® sexualmente de una mujer y pag¨® para solventar el caso. Sobre ¨¦l han rondado tambi¨¦n sospechas de extremismo. Es un veterano contrario a que las mujeres sirvan en puestos de combate, opuesto tajantemente a las pol¨ªticas de inclusi¨®n en las Fuerzas Armadas y que planea reestructurar su Departamento con la delicadeza de un hacha. Hegseth carece de experiencia en la gesti¨®n militar, pero rebosa las virtudes que prefiere Trump: disposici¨®n a poner patas arriba el orden establecido. Y, sobre todo, una lealtad ac¨¦rrima hacia ¨¦l.

Desde que Trump anunciara su designaci¨®n, ha salido a la luz que en 2017 Hegseth fue investigado por un caso de supuesto abuso sexual contra una mujer durante una reuni¨®n de conservadoras en California a la que hab¨ªa sido invitado como orador. La mujer, que entonces ten¨ªa 30 a?os, trabajaba para la organizaci¨®n del evento. No se llegaron a presentar cargos. ?l asegura que la relaci¨®n que mantuvieron fue consensuada. The Washington Post publicaba este fin de semana que el presentador pag¨® una suma de dinero, cuyo monto se desconoce, a esta persona despu¨¦s de que ella firmase un acuerdo en el que se compromet¨ªa a no hablar sobre su denuncia.

Todo apunta a que el presidente electo ¡ªque tambi¨¦n ha seleccionado como fiscal general al congresista Matt Gaetz, al que el Comit¨¦ de ?tica de la C¨¢mara de Representantes investig¨® por sospechas de abusos a menores¡ª mantiene su apuesta por Hegseth. Su director de comunicaciones, Steven Cheung, respondi¨®: ¡°Ha negado tajantemente todas y cada una de las acusaciones, y no se presentaron cargos. Esperamos con ganas su confirmaci¨®n [como secretario de Defensa por parte del Senado]¡±.

Adem¨¢s de esa acusaci¨®n, estos d¨ªas tambi¨¦n se ha publicado que en 2021 formaba parte de los destacamentos de la Guardia Nacional que participaban en la protecci¨®n de la investidura de Joe Biden el 20 de enero. Pero dos d¨ªas antes se le apart¨® como posible extremista: tiene tatuados una cruz de Jerusal¨¦n y el lema Deus vult (¡±Dios lo quiere¡±, en lat¨ªn). Ambos son antiguos emblemas de los cruzados medievales, con una larga historia en el cristianismo, pero m¨¢s recientemente grupos de extrema derecha los han utilizado como s¨ªmbolo de la lucha por la civilizaci¨®n occidental.

En declaraciones en su programa, Fox and Friends Weekend, en diversos podcasts del ala dura conservadora o en el libro que ha publicado este a?o sobre las Fuerzas Armadas, The War on Warriors (La Guerra contra los Guerreros), Hegseth ha dejado clara su voluntad de cesar a los mandos que apoyen las pol¨ªticas de inclusi¨®n de minor¨ªas. Empezando por el jefe de la junta del Estado Mayor, el general C. Q. Brown, la m¨¢xima autoridad uniformada del pa¨ªs y afroamericano.

Si uno se atiene a sus declaraciones, Hegseth considera que el mayor c¨¢ncer de la instituci¨®n es la aplicaci¨®n de las pol¨ªticas contra la discriminaci¨®n que han permitido que los homosexuales puedan integrarse abiertamente en sus filas y que las mujeres que lo deseen y cumplan los requisitos puedan acceder a puestos de combate. ¡°Las mujeres no deber¨ªan estar en esos puestos en absoluto. Ellas dan vida, no la quitan. Conozco a muchas que son unas militares estupendas, que han cumplido el servicio. Pero no deber¨ªan estar en mi batall¨®n de infanter¨ªa¡±, escribe el presentador. En una entrevista en el conservador Shawn Ryan Podcast insist¨ªa en que ¡°que los hombres y las mujeres cumplan su servicio juntos complica la situaci¨®n, y las complicaciones en combate implican que acabas con m¨¢s muertos¡±.

En la actualidad, las mujeres representan el 17,5% de los militares en activo y han demostrado excelencia en sus cometidos, seg¨²n el propio Pent¨¢gono; han llegado a los puestos m¨¢s altos, incluso a la Junta de Jefes de Estado Mayor. M¨¢s de 4.000 est¨¢n destinadas en puestos de combate y operaciones especiales, incluidas ocho boinas verdes.

Hegseth se prepara para una reestructuraci¨®n profunda del Pent¨¢gono que se deshaga de buena parte de los mandos que han apoyado esas pol¨ªticas de inclusi¨®n. ¡°El pr¨®ximo presidente deber¨ªa reestructurar radicalmente la jerarqu¨ªa del Pent¨¢gono para prepararnos mejor para defender nuestro pa¨ªs y derrotar a nuestros enemigos. Habr¨ªa que cesar a mucha gente¡±, escribe.

Preocupaci¨®n en el Pent¨¢gono

El anuncio del nombramiento, uno de los primeros que Trump dio a conocer para su nueva Administraci¨®n la semana pasada, caus¨® una enorme sorpresa en el Departamento de Defensa, donde se esperaba alg¨²n nombre con mayor curr¨ªculo en el sector militar. En el Pent¨¢gono ya se hab¨ªan recibido con preocupaci¨®n declaraciones del candidato presidencial republicano durante la campa?a en las que insinuaba que recurrir¨ªa al ej¨¦rcito para una campa?a de deportaciones masivas, o incluso contra el ¡°enemigo interno¡±, sus oponentes pol¨ªticos y quienes le criticaron en la carrera por la Casa Blanca.

La mayor experiencia de Hegseth como gestor de equipos se la proporcion¨® dirigir una peque?a organizaci¨®n no gubernamental para veteranos de guerra. Algo muy distinto a la responsabilidad que afrontar¨¢ como l¨ªder de un departamento con un presupuesto de m¨¢s de 800.000 millones de d¨®lares (unos 756.000 millones de euros) y casi tres millones de personas: 1,3 millones de soldados en activo y 1,4 millones de trabajadores civiles, militares retirados y otros asignados a cuerpos auxiliares.

El futuro secretario de Defensa afronta graves problemas en su cartera. Su nombramiento llega con dos guerras abiertas en las que Estados Unidos se juega sus intereses: las de Ucrania y Gaza y L¨ªbano. En la primera, la Administraci¨®n de Trump tendr¨¢ que decidir si mantiene la ayuda econ¨®mica y militar a Kiev contra la invasi¨®n rusa. En la segunda, nadie duda de que continuar¨¢ el apoyo inquebrantable a Israel que demostr¨® el actual presidente, Joe Biden.

Pero, adem¨¢s, Hegseth encabezar¨¢ el Pent¨¢gono en plena era de rivalidad estrat¨¦gica con China en la regi¨®n de Asia Pac¨ªfico, donde Estados Unidos ha tejido una delicada trama de alianzas militares. En el terreno interno, la instituci¨®n arrastra graves dificultades cr¨®nicas: los suicidios en sus filas crecen desde hace m¨¢s de una d¨¦cada; contin¨²an los problemas de reclutamiento, solo paliados parcialmente por una mayor incorporaci¨®n femenina. Y la popularidad de la instituci¨®n castrense se ha pegado un batacazo desde el primer mandato de Trump: de un nivel de aprobaci¨®n del 70% en 2017 se pas¨® al 45% en 2021 y al 48% en 2022, seg¨²n una encuesta anual del Instituto Reagan.

El Pent¨¢gono, de momento, ha intentado poner cara de p¨®ker ante su futuro jefe. ¡°Aqu¨ª la gente trabaja muy duro, seamos civiles o militares, estamos centrados en nuestra misi¨®n y queremos terminarla, hacer cuanto est¨¦ en nuestra mano para lograr una transici¨®n ordenada y que la nueva Administraci¨®n lo tenga todo para tener ¨¦xito¡±, apuntaba la portavoz del Departamento de Defensa Sabrina Singh el pasado jueves.

Pero Singh tambi¨¦n subrayaba, acerca de la posibilidad de ceses masivos, que ¡°cuando falta gente, cuando no hay gente suficiente para cubrir los puestos, eso tiene un impacto en la moral, en el quehacer diario y en los resultados. Por supuesto que cuando no hay suficiente personal eso causa tensi¨®n en el sistema¡±.

Hegseth pertenece a esa generaci¨®n de j¨®venes patriotas a los que los atentados del 11 de septiembre de 2001 les llevaron a alistarse en el ej¨¦rcito. Estudiante brillante ¨Dse gradu¨® primero en Princeton y concluy¨® sus estudios en Harvard¨D, ingres¨® en la Guardia Nacional en 2003, donde lleg¨® al grado de comandante y con la que fue destinado a Guant¨¢namo, Afganist¨¢n e Irak. Originario de Minnesota, quiso hacer carrera pol¨ªtica como senador de su Estado, pero tras perder en las primarias de 2012 se incorpor¨® a la cadena Fox en 2014. All¨ª se convirti¨® en un ardiente partidario de Trump desde los comienzos de la primera campa?a electoral del entonces candidato republicano novato. A ¨¦l se le atribuye el que convenciera al presidente, en 2019, para indultar a soldados culpables de cr¨ªmenes de guerra contra civiles en Irak.