La justicia condena a B¨¦lgica por crimen contra la humanidad por separar a ni?os mestizos de sus madres durante la era colonial
El Tribunal de Apelaci¨®n de Bruselas ordena al Estado indemnizar a cinco mujeres, v¨ªctimas de ¡°da?o moral¡± y de ¡°atentado contra su identidad y su lugar de origen¡±
Se los conoce como los m¨¦tis, los mestizos. Son los beb¨¦s nacidos fruto de la relaci¨®n entre mujeres oriundas de las colonias de B¨¦lgica en ?frica el siglo pasado y hombres de nacionalidad belga que fueron sistem¨¢ticamente separados por la fuerza de sus madres e internados en orfanatos. Una pr¨¢ctica organizada por las autoridades coloniales belgas tanto en Congo como en Ruanda y Burundi, con el visto bueno de la Iglesia cat¨®lica, que el Tribunal de Apelaci¨®n de Bruselas ha calificado este lunes de crimen contra la humanidad no prescrito, obligando al Estado a indemnizar a cinco mujeres mestizas que llevan a?os litigando por su caso.
Las demandantes son cinco mujeres nacidas entre 1945 y 1950 en lo que hoy es la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo y entonces era una colonia de B¨¦lgica (se independiz¨® en 1960) que fueron separadas por la fuerza de sus madres siendo a¨²n ni?as (no ten¨ªan m¨¢s de cuatro a?os) e internadas en instituciones religiosas, donde sufrieron maltratos. Su abogada, Mich¨¨le Hirsch, ha calificado la sentencia de ¡°hist¨®rica¡± por ser ¡°la primera vez que un Estado colonial es condenado por un crimen cometido durante la colonizaci¨®n, calificado de crimen contra la humanidad declarado no prescrito¡±.
Se estima que hasta 15.000 ni?os mestizos en las antiguas colonias belgas de Congo, Burundi y Ruanda, en su mayor¨ªa nunca reconocidos por sus padres belgas, fueron separados por la fuerza de sus familias maternas y recluidos en orfanatos. Los funcionarios de la colonia recib¨ªan instrucciones para organizar la separaci¨®n de los ni?os nacidos de una uni¨®n mixta, obligando a las madres a separarse de sus hijos, que eran ingresados en instituciones cat¨®licas. La separaci¨®n se realizaba por la fuerza, mediante amenazas o trampas, dado que los peque?os no hab¨ªan sido abandonados ni eran hu¨¦rfanos, subraya el diario Le Soir.
La representaci¨®n legal de las demandantes hab¨ªa denunciado durante las audiencias celebradas en septiembre que esta pr¨¢ctica constituye una ¡°pol¨ªtica de segregaci¨®n racial y de raptos instaurada por el Estado colonial¡± que result¨® en un ¡°robo de identidad¡± de los menores afectados. ¡°Los mestizos eran rechazados porque pon¨ªan en peligro la colonia. (¡) Hasta hoy en d¨ªa se les ha impedido la b¨²squeda de su identidad¡±, argument¨® su abogada, seg¨²n recuerda la emisora RTL.
El Estado belga pidi¨® disculpas en 2018
En 2018, el entonces primer ministro belga, Charles Michel, pidi¨® disculpas en nombre del Estado por la segregaci¨®n de ni?os mestizos en Congo, Ruanda y Burundi. Las cinco mujeres que ahora deber¨¢n ser indemnizadas con hasta 50.000 euros por da?os morales consideraron que ese paso no era suficiente y presentaron una demanda para exigir una indemnizaci¨®n por el padecimiento sufrido. Un tribunal de primera instancia rechaz¨® sus argumentos, pero, ahora, los jueces de apelaci¨®n les han dado la raz¨®n.
El tribunal considera probado que las demandantes fueron ¡°separadas de sus madres, sin el acuerdo de estas¡±, en el marco de la ejecuci¨®n por parte de las autoridades coloniales belgas de ¡°un plan sistem¨¢tico de b¨²squeda y retirada¡± de los ni?os mestizos ¡°¨²nicamente por su origen¡± birracial.
Fue un ¡°acto inhumano y de persecuci¨®n, constitutivo de crimen contra la humanidad en virtud de los principios del derecho internacional reconocidos por el Estatuto del Tribunal de N¨²remberg, integrados en el derecho internacional¡±, se?ala la sentencia. Por lo tanto, agrega, el Estado belga debe indemnizar a las demandantes por el ¡°da?o moral resultante de la p¨¦rdida del lazo con su madre y de atentado contra su identidad y su lugar de origen¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.