Le han diagnosticado TDAH a mi hijo: ?debo dec¨ªrselo?
El Trastorno por D¨¦ficit de Atenci¨®n e Hiperactividad es el m¨¢s diagnosticado en ni?os y presenta graves problemas de socializaci¨®n, adaptaci¨®n e integraci¨®n
Lucas tiene casi 11 a?os (los cumple el 26 de noviembre). Y hace ya casi tres que sabe que tiene un trastorno neurobiol¨®gico cr¨®nico llamado TDAH(Trastorno de D¨¦ficit de Atenci¨®n e Hiperactividad). Lo sabe porque sus padres se lo dijeron. No fue una decisi¨®n f¨¢cil, como cuenta su madre, Soledad: ¡°Ten¨ªamos muchas dudas. Para nosotros tambi¨¦n era algo nuevo y pens¨¢bamos que le pod¨ªa agobiar. Pedimos consejo a su terapeuta y a su psiquiatra. Adem¨¢s, el tema sali¨® en el grupo de apoyo para padres, d...
Lucas tiene casi 11 a?os (los cumple el 26 de noviembre). Y hace ya casi tres que sabe que tiene un trastorno neurobiol¨®gico cr¨®nico llamado TDAH(Trastorno de D¨¦ficit de Atenci¨®n e Hiperactividad). Lo sabe porque sus padres se lo dijeron. No fue una decisi¨®n f¨¢cil, como cuenta su madre, Soledad: ¡°Ten¨ªamos muchas dudas. Para nosotros tambi¨¦n era algo nuevo y pens¨¢bamos que le pod¨ªa agobiar. Pedimos consejo a su terapeuta y a su psiquiatra. Adem¨¢s, el tema sali¨® en el grupo de apoyo para padres, donde cada uno expresa sus dudas, opiniones y comparte sus experiencias e ideas para afrontar y gestionar las diversas situaciones que se generan alrededor de un ni?o con este trastorno, en cualquier ¨¢mbito de su vida¡±. As¨ª que se decidieron y se lo contaron.
Por supuesto, tampoco aquello ¡ªcasi nada en estos ni?os lo es¡ª fue f¨¢cil. ¡°Hicimos dos intentos para hablar con ¨¦l y explic¨¢rselo, pero se agobiaba y no aguantaba la conversaci¨®n¡±. En ese momento ten¨ªa ocho a?os, cursaba 3? de Educaci¨®n Primaria y llevaba casi dos a?os yendo al psic¨®logo. Era evidente que el modo de comportarse de Lucas, sus avances en el colegio no eran como el de los dem¨¢s. Aunque aquello daba una respuesta a muchas de las preguntas de sus padres, no fue sencillo de manejar para ninguno. De hecho, el ni?o no consegu¨ªa aceptarlo: ¡°Le cost¨® muchos meses. Al principio lo negaba. Rechazaba hablar del tema, rechazaba la palabra TDAH, y le produc¨ªa enfado¡±.
A pesar de toda esa dificultad, los padres de Lucas tomaron la decisi¨®n correcta. Lo cuenta Rafa Guerrero, psic¨®logo, director de Darwin Psic¨®logos y autor de La mirada de Jos¨¦ Luis, un cuento dirigido a los ni?os con TDAH, precisamente para que entiendan lo que les pasa. ¡°Bajo mi punto de vista es muy importante que los afectados sepan que tienen este trastorno. Como esta patolog¨ªa tiene muy mala fama y est¨¢ muy se?alada, los padres tienden a no decirle al ni?o lo que le pasa. Lo que le genera mucha incertidumbre y expectativas err¨®neas de s¨ª mismo. Todo eso lleva consigo que los cr¨ªos tenga la autoestima completamente minada¡±.
En efecto, ese es uno de los grandes problemas de estos pacientes. ¡°Si en su entorno, su casa, el colegio y los parques, por parte de sus padres, profesores y sus iguales, solo reciben comentarios como ¡®no sabes estarte quieto¡¯; ¡®eres un pesado¡¯; ¡®siempre me empujas¡¯; ¡®te portas mal¡¯; ¡®no atiendes¡¯¡ es normal que acaben con ese tipo de problemas¡±. A esto hay que a?adir que, seg¨²n muchos estudios, los ni?os con TDAH no tienen mejores amigos, no son invitados a cumplea?os¡ ¡°Eso les provoca una problem¨¢tica social y emocional enorme¡±. No se sienten queridos ni comprendidos.
Por eso Guerrero aboga por decirle al ni?o la verdad. ¡°Es darle una respuesta a todas esas preguntas: por qu¨¦ empuja, por qu¨¦ no se puede concentrar y por qu¨¦ es tan impulsivo: ¡®No es porque seas tonto, ni malo, ni vago, ni mala persona. Es porque tienes un trastorno que se llama TDAH. Eso significa que te cuesta concentrarte, que te cuesta controlar tus impulsos¡¯. Esta conversaci¨®n es fundamental como parte de la mejora y de la intervenci¨®n.¡± Y a veces, un alivio para los peque?os. Como Lucas, para quien, ¡°en cierto modo, fue una liberaci¨®n. Aunque tambi¨¦n le causa angustia, porque muchas veces es consciente de que no se reprime y pide ayuda, por ejemplo, solicitando la pastilla¡±. Desde luego, ellos son quienes m¨¢s sufren. M¨¢s a¨²n en un caso como el de Lucas, TDAH de perfil mixto: ¡°Lo tiene todo: inatenci¨®n, hiperactividad e impulsividad, por lo que vive muy marcado por las normas y l¨ªmites, que ¨¦l percibe m¨¢s estrictos que los de otros ni?os de su entorno¡±, afirma su madre.
Tres a?os despu¨¦s de aquellas conversaciones y visto con perspectiva, fue un acierto, como explica Soledad: ¡°Ahora, con m¨¢s experiencia, estamos convencidos de que decirlo fue la mejor opci¨®n porque los ni?os se ven diferentes o marcados, compensan las carencias y generan otro tipo de trastornos (de conducta, depresiones...). Es fundamental elegir la forma, el momento de hablarlo con ¨¦l. Y tener claro que cada ni?o tiene unas circunstancias, una sensibilidad y una madurez diferentes¡±.
Para el psic¨®logo, lo perfecto es que sean los padres quienes se lo digan. ¡°Para eso es necesario que est¨¦n bien formados. Y claro, a veces ellos tambi¨¦n tienen que pasar por un proceso de aceptaci¨®n. Por eso, si no se sienten seguros, pueden recurrir al orientador, el psicopedagogo, el psic¨®logo externo¡±. Contin¨²a Guerrero: ¡°Es dif¨ªcil aceptar la problem¨¢tica, pero si el adulto es capaz de explicarlo de la manera adecuada, con respeto y con cari?o, se va a conseguir que el ni?o se sienta mejor. Date cuenta de que estos ni?os, adolescentes e incluso adultos, en muchos contextos, no est¨¢n integrados ni adaptados. De modo que en el momento que se encuentran con alguien que entiende qu¨¦ les pasa y se lo explica, sienten mucho alivio¡±. El alivio de saber que no son as¨ª porque quieren, sino porque hay una parte de su cerebro, la corteza prefrontal, que no tienen suficientemente desarrollada.
Queda claro que es importante que el ni?o sepa qu¨¦ le pasa. Pero para el psic¨®logo, la clave est¨¢ en nosotros, los adultos. Y en la mirada que les dedicamos a quienes lo padecen. No vale una mirada cualquiera. ¡°Debe tratarse de una mirada incondicional. Del maestro, de los padres, de los amigos y de los padres de los amigos. De todos. Si les dedicas una mirada distinta por ser TDAH, ellos se miran distinto. No pueden tener una autoestima positiva si se les se?ala continuamente. Hasta que, entre todos, no cambiemos la mirada, no se puede hacer nada. Esa es la lucha que tenemos. Que todos entendamos que somos diferentes; que todos tenemos nuestras capacidades y discapacidades; que cada uno tenemos nuestra manera ¨²nica de adaptarnos al entorno. Todos tenemos que tener nuestra mirada incondicional¡±. En ese sentido, Guerrero entiende que es fundamental sensibilizar a la sociedad ¡ªy a los profesores, recalca¡ª sobre este trastorno. ¡°Cuanta m¨¢s gente entienda qu¨¦ es el TDAH m¨¢s sencillo ser¨¢ para quienes lo padecen vivirlo con naturalidad¡±.
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