?Conoces la dislexia matem¨¢tica? Se llama discalculia, y es m¨¢s com¨²n de lo que crees

Es tan frecuente como la dislexia, tiene consecuencias graves y, sin embargo, poca gente la conoce, ya que se confunde frecuentemente con un bajo cociente intelectual, desidia en el estudio, Trastorno por D¨¦ficit de Atenci¨®n (TDA/TDAH) o la propia dislexia. La discalculia alcanza en Espa?a a entre el 5 y el 7 % de la poblaci¨®n (unos tres millones de personas), y quienes la sufren lidian con mucho m¨¢s que posibles suspensos en su etapa escolar (no solo en Matem¨¢ticas, sino tambi¨¦n en asignaturas como F¨ªsica, Qu¨ªmica, Dibujo T¨¦cnico u otras que incorporen datos econ¨®micos); se trata de un trastorno que, en la vida real, implica dificultades en situaciones tan cotidianas como leer un reloj de agujas o la matr¨ªcula de un coche, memorizar tel¨¦fonos o secuencias num¨¦ricas, estimar distancias en el transporte p¨²blico, controlar las dosis de las medicinas e incluso calcular la vuelta de la compra.

A pesar de todo, la discalculia ha sido muy poco diagnosticada, ¡°debido a una falta de conocimiento sobre lo que implica esta dificultad de aprendizaje, y de herramientas adecuadas para su diagn¨®stico, que no debe basarse en la evaluaci¨®n de contenidos curriculares, sino de las habilidades num¨¦ricas b¨¢sicas¡±, argumenta Javier Garc¨ªa Orza, doctor en Psicolog¨ªa y profesor titular de la Universidad de M¨¢laga. ¡°Un ni?o sin diagnosticar sufre, se siente torpe y no entiende el porqu¨¦ de sus dificultades para tareas num¨¦ricas que otros ni?os hacen con facilidad. Una persona adulta con discalculia nos dec¨ªa que su madre la llamaba ¡°subnormal¡±, porque no era capaz de hacer operaciones sencillas¡±. Para estas personas, a las que de otra forma se etiqueta de ¡°torpes¡± o ¡°vagos¡±, el diagn¨®stico representa no solo una explicaci¨®n, sino una liberaci¨®n, y permite rebajar los niveles de ansiedad que sufren, que pueden afectar a su autoestima y llegar a provocar el abandono escolar.

?C¨®mo detectarla?

Los problemas con los n¨²meros y las cantidades son detectables ya en edad preescolar, dentro o fuera de la escuela, cuando el peque?o est¨¢ jugando con los amigos o con su familia: ¡°Los ni?os con discalculia emplean estrategias simples para contar, como los dedos; muestran lentitud a la hora de comparar cantidades (saber si, por ejemplo, 55 es m¨¢s o menos que 99); normalmente no automatizan las reglas aritm¨¦ticas (como que 3 + 6 equivale a 3 x 3) y tienen problemas con fracciones y divisiones simples¡±, explica la doctora Flavia Santos, neurocient¨ªfica, profesora del University College en Dubl¨ªn y autora de Developmental Dyscalculia (Pearson, 2017). Los menores pueden manifestar un componente emocional a trav¨¦s de la ansiedad a las matem¨¢ticas, ¡°que combina respuestas cognitivas (como la preocupaci¨®n o el miedo), fisiol¨®gicas (sudor, taquicardia) y conductivas (como la procrastinaci¨®n)¡±, a?ade.

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Sin embargo, no se debe caer en el alarmismo: tener dificultades con las matem¨¢ticas, algo relativamente frecuente, no implica necesariamente la presencia de este trastorno. ¡°Hay factores extr¨ªnsecos como el absentismo escolar, una ense?anza inadecuada, fatiga, enfermedades relacionadas e incluso ingresos bajos. Todos estos pueden intensificar los s¨ªntomas, pero nunca causar el problema¡±, afirma.

En aproximadamente la mitad de los casos, la discalculia viene acompa?ada de otros trastornos del aprendizaje como la dislexia, el trastorno espec¨ªfico del lenguaje, problemas del desarrollo motor o trastorno por d¨¦ficit de atenci¨®n con hiperactividad (TDAH), apunta Garc¨ªa Orza. ¡°Estas comorbilidades dificultan el diagn¨®stico, pues no siempre es f¨¢cil saber si el mal rendimiento en una tarea matem¨¢tica es culpa de la discalculia o de una deficiente atenci¨®n¡±.

Lillie Rodr¨ªguez, hoy profesora de Primaria, tuvo desde peque?a una discalculia que vino acompa?ada de disgrafia, un trastorno del aprendizaje que dificulta la coordinaci¨®n de los m¨²sculos del brazo y de la mano: ¡°Por la disgrafia, me permitieron hacer los ex¨¢menes en voz alta en vez de por escrito. En Matem¨¢ticas, ten¨ªa problemas al apuntar los n¨²meros. Sufr¨ªa m¨¢s con las multiplicaciones y divisiones largas; le¨ªa los n¨²meros al rev¨¦s y confund¨ªa el 6 con el 9, y el 5 con el 2¡±. Nunca la diagnosticaron oficialmente y tampoco recibi¨® ayudas, excepto en su primer a?o de universidad, y hoy a¨²n le afecta, sobre todo al apuntar n¨²meros de tel¨¦fono.

Los tratamientos, a medida

Con el objetivo de conseguir una detecci¨®n temprana y tomar medidas que favorezcan la inclusividad de quienes sufren este trastorno, expertos de las universidades de M¨¢laga y Valladolid han colaborado recientemente con Smartick, una plataforma online de aprendizaje de matem¨¢ticas, para crear un test estandarizado y gratuito que permitir¨¢ identificar, de una manera sencilla, a los menores en riesgo de padecer discalculia. Dirigido a los ni?os y ni?as de entre primero y cuarto de Primaria, y validado con la ayuda de m¨¢s de 800 estudiantes de distintas zonas de Espa?a, consta de 11 tareas en torno a tres ¨¢reas fundamentales: la comparaci¨®n y el reconocimiento de n¨²meros; los n¨²meros ar¨¢bigos y los ejercicios de procesamiento num¨¦rico; y la aritm¨¦tica (suma, resta, multiplicaci¨®n y divisi¨®n).

?Qu¨¦ se necesita? Tan solo una tableta, conexi¨®n a Internet y 15 minutos de tiempo en los que las diferentes tareas medir¨¢n no solo el nivel de aciertos, sino tambi¨¦n los tiempos de respuesta de los ni?os. Al finalizarlo, se genera y env¨ªa un informe con las fortalezas y debilidades del menor en cada una de las ¨¢reas evaluadas. Es necesario insistir, eso s¨ª, en que el test se limita a detectar el riesgo (alto o bajo) de discalculia; para confirmarlo, los padres o tutores deber¨¢n acudir a un profesional para efectuar una evaluaci¨®n completa que incluya pruebas psicol¨®gicas de inteligencia, atenci¨®n y lectura, a a?adir a las espec¨ªficas de matem¨¢ticas. ¡°Un psic¨®logo especialista debe descartar que no hay ninguna otra condici¨®n (por ejemplo, un bajo coeficiente intelectual, TDA, problemas espec¨ªficos de psicomotricidad fina... Trastornos o condiciones que en nuestro test no se miden¡±, sostiene Daniel Gonz¨¢lez de Vega, cofundador de Smartick. La posibilidad de realizarlo desde el m¨®vil qued¨® descartada ya que su tama?o dificulta pulsar, con precisi¨®n y a una velocidad normal, sobre los iconos correspondientes.

?Qu¨¦ hacer una vez confirmado el diagn¨®stico? Puesto que la discalculia es bastante heterog¨¦nea, las intervenciones han de variar en funci¨®n del patr¨®n concreto, pero siempre en sesiones cortas y al menos tres d¨ªas a la semana: ¡°En general, se considera que los tratamientos deben ir dirigidos a trabajar el sentido num¨¦rico y las relaciones entre los n¨²meros (por ejemplo, que 8 pueden ser 2 y 6 o 1 y 7)¡±, recuerda Garc¨ªa Orza, tambi¨¦n uno de los autores del proyecto. ¡°La base es la comprensi¨®n por encima de la memorizaci¨®n, y el uso de diferentes materiales como regletas, cubos, etc¨¦tera, que permitan hacer visibles las relaciones num¨¦ricas que normalmente describimos de forma abstracta¡±. En estos casos, a?ade Gonz¨¢lez de Vega, es importante que la ense?anza de las matem¨¢ticas sea muy pautada y con secuencias de aprendizaje muy estructuradas; ¡°que los ni?os avancen al ritmo que les marca su propia capacidad de aprendizaje, sin dejar huecos o lagunas en conceptos anteriores¡±.

Por otro lado, conviene recordar que los tratamientos convencionales que han demostrado una alta efectividad con los ni?os con dificultades de aprendizaje no suelen ser efectivos con aquellos que padecen discalculia: ¡°Aunque no hay todav¨ªa una regla dorada para el tratamiento de estos menores, la evidencia cient¨ªfica sugiere unas pocas intervenciones que s¨ª son efectivas, como los juegos de ordenador (desarrollados espec¨ªficamente por cient¨ªficos), la tutorizaci¨®n de la cognici¨®n num¨¦rica y la formaci¨®n musical¡±, puntualiza Santos.

No se refiere a aprender a tocar un instrumento, sino a una serie de sesiones (14 o 16, de una hora semanal) especialmente dise?adas por cient¨ªficos en colaboraci¨®n con m¨²sicos, y que "producen una estimulaci¨®n multisensorial (t¨¢ctil, auditiva, visual...) que se combina con movimientos motores. Las actividades musicales guiadas provocan cambios en la activaci¨®n cerebral, que a su vez facilitan un funcionamiento m¨¢s integrado de las habilidades cognitivas", explica Santos. "Tanto la m¨²sica como las matem¨¢ticas usan proporciones y activan la memoria del trabajo, un tipo de memoria vital para la adquisici¨®n de informaci¨®n nueva. Estas actividades musicales activan circuitos cerebrales relevantes para las matem¨¢ticas".

Desafortunadamente, los centros p¨²blicos no suelen disponer de las herramientas necesarias para atender este tipo de necesidades, por muchos motivos: ¡°La formaci¨®n que se recibe sobre discalculia en las universidades es escasa; los profesores est¨¢n obligados a seguir unos contenidos curriculares (mientras que la discalculia suele requerir ir a contenidos m¨¢s b¨¢sicos que deben abordarse de distinta forma); y los medios personales disponibles son, a pesar del esfuerzo por parte del profesorado, habitualmente escasos¡±, esgrime Garc¨ªa Orza.

Discalculia en adultos

Al igual que con los ni?os, la discalculia puede diagnosticarse en los adultos. Sin embargo, el test dise?ado en esta ocasi¨®n por Smartick no es apto para ello, ¡°ya que ha sido baremado espec¨ªficamente para la poblaci¨®n infantil y no ser¨ªa riguroso (¡­). Adem¨¢s, es t¨ªpico que los adultos con discalculia hayan desarrollado, a lo largo de su vida, ciertas estrategias en su manejo de las matem¨¢ticas que enmascarar¨ªan la fiabilidad de los resultados¡±, explica Gonz¨¢lez de Vega.

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