Se?ales para detectar problemas en el desarrollo de los ni?os
El movimiento, la interacci¨®n con los juguetes y la falta de atenci¨®n son algunas de las claves a las que estar atentos en menores de 0 a 3 a?os
A los dos a?os y medio, Enzo dej¨® de hablar. Empez¨® a canturrear y a aletear las manos meses m¨¢s tarde y las palabras que dec¨ªa se le escapaban a cuentagotas. Laiz Moreno, su madre, pens¨® que ¡°era algo normal¡± dada su situaci¨®n: ella es brasile?a, por lo que su hijo recib¨ªa est¨ªmulos en portugu¨¦s y espa?ol y apenas se relacionaba con otros ni?os, pues viv¨ªan en La Victoria de Acentejo, un pueblito rural en el norte de Tenerife. ¡°Yo era madre primeriza, imaginaba que tardaba en hablar por el biling¨¹ismo o por no tener cerca m¨¢s beb¨¦s¡±, explica. Tras mucha observaci¨®n de Moreno y varios especial...
A los dos a?os y medio, Enzo dej¨® de hablar. Empez¨® a canturrear y a aletear las manos meses m¨¢s tarde y las palabras que dec¨ªa se le escapaban a cuentagotas. Laiz Moreno, su madre, pens¨® que ¡°era algo normal¡± dada su situaci¨®n: ella es brasile?a, por lo que su hijo recib¨ªa est¨ªmulos en portugu¨¦s y espa?ol y apenas se relacionaba con otros ni?os, pues viv¨ªan en La Victoria de Acentejo, un pueblito rural en el norte de Tenerife. ¡°Yo era madre primeriza, imaginaba que tardaba en hablar por el biling¨¹ismo o por no tener cerca m¨¢s beb¨¦s¡±, explica. Tras mucha observaci¨®n de Moreno y varios especialistas, a Enzo, que hoy tiene cinco a?os, le diagnosticaron un Trastorno Generalizado del Desarrollo.
Idaira Herrera tambi¨¦n not¨® que Eizan tardaba m¨¢s que sus compa?eros en hablar y ¡°parec¨ªa no entender lo que le dec¨ªamos¡±. Actualmente, con tres a?os, aunque no tiene diagn¨®stico, ya est¨¢ siendo tratado por expertos. Ana Olmeda tuvo mellizas prematuras: Claudia y Carmen. ¡°Teniendo dos, fue f¨¢cil darme cuenta de que con Carmen algo no iba bien¡±. Los logros de Claudia eran alcanzados semanas despu¨¦s por Carmen. ¡°El equilibrio, la coordinaci¨®n, el peso y la talla¡ todo llegaba m¨¢s tarde¡±, recuerda.
Las historias de las familias que detectan problemas en el desarrollo de sus hijos son muchas. Todas diferentes, pero, en el fondo, iguales. El af¨¢n por detectar cuanto antes qu¨¦ es lo que falla es el hilo que las conecta a todas. Y es que los primeros tres a?os son determinantes para detectar una alteraci¨®n en el desarrollo o el riesgo de padecerla. La inexperiencia, el no querer preocuparse en exceso y la falta de observaci¨®n est¨¢n detr¨¢s del ¡°seguro que no es nada¡±, que todas las madres reconocen haber pensado alguna vez. Estos son algunos de los puntos claves en los que fijarse durante los primeros a?os del menor:
- Es demasiado apegado y tiene miedo a explorar. El cuidado y la observaci¨®n comienzan desde el parto. As¨ª lo asegura Gloria Gonz¨¢lez, psic¨®loga y coautora del libro El desaf¨ªo de crecer. C¨®mo acompa?ar el desarrollo infantil y prevenir los problemas de atenci¨®n y aprendizaje. El contacto piel con piel y que el ni?o se sienta protegido desde que nace es clave para que crezca y explore con confianza su entorno. ¡°Si los padres no logran el equilibrio entre cuidar y dejar que observe, que juegue, que se caiga... el peque?o no va a atreverse a conocer y puede derivar en problemas en su desarrollo¡±, explica. La psicolog¨ªa y entender las se?ales que aportan los m¨¢s peque?os es importante para acompa?ar su crecimiento.
- No mantiene la mirada y cambia de juguetes sin apenas apreciarlos. Es normal que la atenci¨®n de un ni?o no sea equivalente a la de un adulto. Sin embargo, uno de los indicadores m¨¢s evidentes para Lucila To, ¨®ptico-optometrista especializada en Optometr¨ªa Comportamental y del Desarrollo y coautora del mismo libro, es precisamente si mantiene o no la mirada. ¡°Con dos meses, la atenci¨®n deber¨ªa de ser aproximadamente de tres segundos seguidos. En pocas semanas de 10 segundos¡±, cuenta. ¡°El que un menor no fije la mirada puede indicar que tiene problemas de enfoque o de visi¨®n e, incluso, que sea un s¨ªntoma de alguna patolog¨ªa neurol¨®gica¡±, revela la experta. To insiste en que los segundos no son exactos, pero que si existiera un patr¨®n de comportamiento en el que el beb¨¦ pasara de un juguete a otro sin apenas mirarlo, ser¨ªa recomendable llevarle a un especialista. ¡°La gente tiende a pensar que si el ni?o ve bien, ya es suficiente. Pero el contacto visual es el primer hito del desarrollo y es terreno de la optometr¨ªa¡±, a?ade.
- No quiere subirse a los toboganes ni a los columpios. ¡°Lo normal en un ni?o¡±, prosigue To, ¡°es que quiera moverse y jugar¡±. Seg¨²n mantiene, cuando reniega sistem¨¢ticamente a hacerlo puede que se deba a que no calcula bien las distancias y que se haya ca¨ªdo en varias ocasiones a causa de ello. ¡°A veces tendemos a pensar que son torpes y ya. Pero es importante investigar, porque al ser tan peque?os no pueden explicar lo que les pasa¡±, sostiene. En el mundo, m¨¢s de mil millones de personas viven con deficiencia visual porque no reciben la atenci¨®n que necesitan para afecciones como la miop¨ªa, la hipermetrop¨ªa, el glaucoma y las cataratas, seg¨²n el primer Informe mundial sobre la visi¨®n publicado el a?o pasado por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud. ¡°Es important¨ªsimo prestar atenci¨®n a los ojos de tu hijo para prevenir futuras patolog¨ªas¡±, incide To.
- Tarda m¨¢s de nueve meses en gatear y m¨¢s de un a?o en caminar. I?aki Pastor, doctor en fisioterapia y director del Instituto de Terapias Integrativas de Zaragoza, recomienda prestar especial atenci¨®n al movimiento de los beb¨¦s. Un menor comienza a gatear entre los ocho y los nueve meses y a caminar con apoyos a partir del a?o, aunque no siempre ocurre as¨ª. ¡°Algunos empiezan a caminar muy r¨¢pido y otros m¨¢s tarde. Si notamos que van un poco m¨¢s lento, aunque no sea una patolog¨ªa, hay que estar atentos. Porque es probable que tenga m¨¢s riesgo de desarrollar un problema, que los que han logrado estos objetivos a tiempo¡±, expone el tercer autor del manual publicado en junio. Si el menor tarda unos meses m¨¢s en moverse, Pastor recomienda estimular su desarrollo con un fisioterapeuta, aunque no le hayan diagnosticado ninguna enfermedad.
- Solo atiende a las pantallas. Pastor en este punto es tajante: ¡°Nada de pantallas hasta los tres a?os¡±. Estas son una de las principales causas de problemas de atenci¨®n en los ni?os, que se somatizan a?os m¨¢s tarde. Seg¨²n el fisioterapeuta, el sistema nervioso de un ni?o no est¨¢ preparado para los est¨ªmulos constantes y exagerados de la televisi¨®n, la tablet o el m¨®vil y, por ello, los sistemas de atenci¨®n ¡°se agotan en una especie de hipnosis¡±. ¡°Despu¨¦s de la exposici¨®n prolongada a las pantallas, es muy dif¨ªcil que luego le interese coger un libro o mirar un p¨¢jaro o pintar en un papel. Este es un problema muy grande¡±, lamenta. Aunque el futuro de los menores de esta generaci¨®n es digital, Pastor insiste: ¡°Hay que restringir las pantallas solo para el aprendizaje. No para el entretenimiento¡±.
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