C¨®mo fomentar el deseo de aprender en ni?os y adolescentes
La vida est¨¢ hecha de primeras veces, de caerte y levantarte. Las madres y padres, as¨ª como el personal educativo, somos esa mano para ayudar a los peque?os en los tropiezos
La vida est¨¢ hecha de primeros aprendizajes, de primeras veces, de caerte y levantarte. Las madres y padres, as¨ª como el personal educativo, somos esa mano para ayudar a los peque?os en los tropiezos, pero sobre todo, para que no pierdan las ganas de caminar, de saber, de explorar y de aprender. Es por eso fundamental con qui¨¦n comparten el descubrimiento del mundo, qui¨¦n le ense?a las palabras y el significado de lo que nos rodea. Ense?arles a mirar con curiosidad y, sobre todo, a no apartar nunca la vista.
El perfil educativo de Instagram Mi pizarra educativa nos presenta cantidad de ideas sobre c¨®mo estimularles e inculcarles nuestro amor por el saber. Es la propuesta de Estefan¨ªa del Pozo, maestra de infantil y psicopedagoga. Estefan¨ªa mantiene que los ni?os, desde que nacen y empiezan a ver, son curiosos, es decir, que es una capacidad innata. Pero s¨ª es verdad que con el paso de los a?os, si esa curiosidad no se trabaja, se pierde. ¡°En ese per¨ªodo de curiosidad no cesan en tocar, observar, y m¨¢s adelante preguntar: ?Por qu¨¦ las nubes no se caen? ?C¨®mo construyen los caracoles su casa? ?C¨®mo se ti?en el pelo los animales? Y en algunos momentos los adultos podemos llegar a decir ?Hasta aqu¨ª, no m¨¢s preguntas! Pero es un grave error, jam¨¢s deber¨ªamos poner l¨ªmites a la curiosidad, porque a trav¨¦s de ella conseguir¨¢n desarrollarse¡±.
Juan Santiago Mellado, profesor de lengua y literatura del Instituto Mar¨ªa Zambrano del El Espinar (Segovia), se muestra sincero respecto a sus alumnos: ¡°La atenci¨®n solo se pierde, los adolescentes te la prestan siempre por defecto. Igual que los ni?os. Lo que pasa es que los adultos tendemos a estar todo el tiempo impostados y eso desanima a cualquiera. Impostamos virtud, conocimientos, valores, experiencias, inter¨¦s... Hasta impostamos atenci¨®n para que no se nos note el muermo. Por eso, la pregunta ser¨ªa: ?C¨®mo haces para mantener la atenci¨®n que los ni?os te prestan espont¨¢neamente? Y yo trato de no faltarles el respeto metiendo al muermo en clase. Lo mantengo a raya. Nunca nos aburrimos. Como dec¨ªa a Michi Panero, lo peor que se puede ser en este mundo es un co?azo. Pues eso¡±.
Entonces, profesor Juan Santiago, ?c¨®mo les incitas a saber? Responde sonriendo: ¡°Provocando. Yo voy a las clases a provocar. Al aprendizaje y al saber yo llego por seducci¨®n o por provocaci¨®n, y seducir es algo mucho m¨¢s sofisticado que provocar. Nunca he aprendido nada sin que medie provocaci¨®n (o seducci¨®n). Yo en el instituto no le¨ªa nada, y empec¨¦ a hacerlo en la Universidad porque me tocaba las narices que hubiera mogoll¨®n de gente disfrutando de algo que a m¨ª me expulsaba. A los ni?os y a los adolescentes les chifla darse cuenta de que lo normal es extraordinario, algo que a los adultos nos horroriza y nos crispa. Provocar es mi forma de incitar. Ejemplo, fonemas: ?Hay m¨¢s letras que sonidos o m¨¢s sonidos que letras? Y empiezo a hacer ruidos y cacofon¨ªas detr¨¢s de la mascarilla... ?Qu¨¦ hace este t¨ªo?, ?sonidos, letras, fonemas?
Juan Santiago es amante de los libros y obsesionado con poseerlos. Lee cinco o seis a la vez y reconoce que, aunque parezca sorprenderte, no es lo normal en un profesor: ¡°Las chicas y los chicos no leen como nosotros porque nosotros no leemos, dig¨¢moslo claramente. Los Departamentos de Lengua no leen. Me lo dice mi librera de referencia en Segovia. No compran libros. Yo he pasado por cinco departamentos y no he visto nunca una novela encima de la mesa. El amor por el conocimiento es algo concreto, nada abstracto, se tiene que ver. Entra por los ojos. T¨² sabes si el profe est¨¢ impostado o no. Es contagioso. Uno acaba educando m¨¢s con el tipo de persona que es, con la actitud, que con los conocimientos que dispone y sabe transmitir¡±.
Estefan¨ªa del Pozo trabaja con ni?os m¨¢s peque?os que los adolescentes de Juan Miguel Santiago. ¡°De los 3-5 a?os hay una pregunta estrella: ?Por qu¨¦? ?Por qu¨¦ nos echamos gel? ?Por qu¨¦ comes una mandarina? ?Por qu¨¦ no hay sol? Por un lado, sienten curiosidad, pero a veces tambi¨¦n miedo por todo lo nuevo y de ah¨ª la cantidad de preguntas¡±. La maestra Estefan¨ªa del Pozo considera que la rutina mata la curiosidad. Aunque es cierto que en infantil es necesario tener algunas, ¡°hay muchas ocasiones en las que se puede variar, por lo que me gusta cambiar materiales a la hora de trabajar, o tambi¨¦n variar en la forma de saludar al comienzo del d¨ªa o de contar cuentos o de versionar una canci¨®n¡±. Estefan¨ªa destaca que los ¨¢lbumes infantiles son un gran aliado en el d¨ªa a d¨ªa: ¡°Aprender a trav¨¦s de la literatura infantil, profundizar en las diferentes ilustraciones u obtener un aprendizaje tras la lectura siempre les genera curiosidad¡±.
Precisamente a eso se dedican Rebeca Mart¨ªn y Soraya Herr¨¢ez de Un punto curioso. Con sede f¨ªsica en Salamanca y con actividades virtuales. Ellas tambi¨¦n piensan que el amor por el saber funciona por contagio, imitaci¨®n o seducci¨®n. ¡°No podemos olvidar que un ni?o aprende en modo espejo y somos el mejor ejemplo que pueden encontrar. Tenemos que huir de la imposici¨®n (tienes que aprender esto, debes leer esto) y compartir inquietudes, entusiasmarnos como lo hacen ellos ante nuevos aprendizajes, descubrir lo que nos rodea y aprender, con ellos, a mirar dos veces a nuestro alrededor, porque todo tiene una historia que puede despertar nuestra curiosidad¡±, cuentan Rebeca y Soraya.
En Un punto curioso trabajan con una selecci¨®n de libros de calidad, con materiales manufacturados y propuestas innovadoras que tienen, sobre todo, un punto curioso y emoci¨®n, la se?a de identidad de la casa. Su metodolog¨ªa est¨¢ basada en contar, crear y compartir. Para Rebeca Mart¨ªn y Soraya Herr¨¢ez el juego es esencial en el fomento del conocimiento. ¡°El doctor en Neurociencias Francisco Mora dice que el cerebro solo aprende si hay emoci¨®n, y jugar es el mayor generador de emoci¨®n que existe y, por tanto, todo lo aprendido a trav¨¦s del juego se aprende m¨¢s y mejor¡±. Gracias a ¨¦l nos acercamos al mundo que nos rodea, experimentamos, observamos, aprendemos y adquirimos competencias para la vida. Y como dice Albert Einstein: ¡°El juego es la forma m¨¢s elevada de la investigaci¨®n¡±.
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