¡®Los visitantes ?No nacieron ayer!¡¯ | Presentando al beb¨¦ en sociedad
Nuestro ni?o acaba de cumplir medio a?o y a¨²n queda mucha gente para conocerlo, pero se trata del segundo, y como se parece a la mayor, ya queda convalidada la presentaci¨®n anterior
Es tradici¨®n que cuando tienes una criatura quieras presentarla al mundo. Y era tradici¨®n tambi¨¦n que hordas de familiares, amigos y gente del trabajo se presentaran en tu habitaci¨®n de hospital cu¨¢l asalto al Capitolio azuzado por Trump. Ya fuera por deseo propio o aceptando las presiones del ¡°hay que quedar bien¡±, recib¨ªas a la gente justo cuando estabas sin energ¨ªa y sin dormir, en tu peor estado f¨ªsico y con las emociones a flor de piel....
Es tradici¨®n que cuando tienes una criatura quieras presentarla al mundo. Y era tradici¨®n tambi¨¦n que hordas de familiares, amigos y gente del trabajo se presentaran en tu habitaci¨®n de hospital cu¨¢l asalto al Capitolio azuzado por Trump. Ya fuera por deseo propio o aceptando las presiones del ¡°hay que quedar bien¡±, recib¨ªas a la gente justo cuando estabas sin energ¨ªa y sin dormir, en tu peor estado f¨ªsico y con las emociones a flor de piel. Quien no aceptaba visitas era tachado de insociable por sus amigos. ¡°?Qu¨¦ esconden? ?Es que les ha salido un ni?o feo?¡± Pero la pandemia no te deja elegir. Al hospital no se puede ir. Y, en casa, que se presenten solo los imprescindibles, poco rato y con toda la higiene posible.
Esto ha suprimido el carrusel incesante de visitas (anunciadas o sorpresa), que ven¨ªan a demostrar cari?o con toda la buena intenci¨®n, pero que convert¨ªa tu casa en una especie de bar (contigo de camarero forzoso) y la presentaci¨®n de la criatura en junket (sesi¨®n de prensa) promocional de Hollywood, donde siempre se responden las mismas preguntas. Por eso, nos est¨¢n encantando las presentaciones escalonadas de nuestro nuevo beb¨¦. Si son una o dos por semana, al aire libre, paseando (por decisi¨®n propia o porque los bares estaban cerrados con horarios coronav¨ªricos), simplemente disfrutamos de la compa?¨ªa y del exterior sin tener que bajar al s¨²per de urgencia ni adecentar r¨¢pidamente la casa mientras los reci¨¦n llegados suben en el ascensor.
Quiz¨¢ para las visitas no es un planazo, pero tampoco lo era quedarse en un sof¨¢ mirando una cuna durante una hora o aguantando el llanto del peque?o. Con estos encuentros din¨¢micos, haces turismo, te baja el colesterol, consigues que la criatura vea mundo y quiz¨¢ se duerma un rato, y adem¨¢s practicas el control de esf¨ªnteres, porque seg¨²n la hora y la comunidad aut¨®noma no hay donde mear.
Claro que es una pena no poderte abrazar con los que quieren conocer al reto?o, tener que ir todo el d¨ªa con mascarilla, convivir con el gel en todo momento, pero ?cu¨¢ntas pulmon¨ªas, bronquitis y dem¨¢s infecciones de temporada nos hemos evitado nosotros y nuestros cr¨ªos con este m¨¦todo? Que adem¨¢s, como la gente ya te aparece m¨¢s sensibilizada, protegida y cuidadosa, ya no nos toca hacer de polis v¨ªricos. Porque el ¡°d¨¦jame el beb¨¦, que ya me he lavado las manos antes de salir de casa¡± ahora no cuela.
Nuestro ni?o acaba de cumplir medio a?o y a¨²n queda mucha gente por conocerlo. (Pero se trata del segundo, y como se parece a la mayor, ya queda convalidada la presentaci¨®n anterior.) Como podemos comparar, os aseguro que el agobio de mayores y beb¨¦ es menor y todo el mundo disfruta, sin sentir que est¨¢s haciendo cola en el banco para pagar una gesti¨®n. Olvid¨¦monos de regalos, compromisos y estr¨¦s y disfrutemos de un tiempo de calidad con gente a la que apreciamos.
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