As¨ª influye el orden de nacimiento en la personalidad de tus hijos
La frase "he criado a mis hijos por igual" no es cierta. Cada ni?o tiene necesidades diferentes
Imaginemos una familia de cazadores recolectores de hace 25.000 a?os. Su modo de vida es ir traslad¨¢ndose de un sitio a otro por la sabana africana sobreviviendo de lo que cazan y encuentran, incluso carro?a. ?A la hora de sobrevivir y evolucionar, qu¨¦ es mejor? ?Tener tres hijos del mismo car¨¢cter compitiendo a ver cu¨¢l caza mejor?? ?O tener un hijo buen cazador, otro buen observador de la naturaleza que sepa qu¨¦ planta y qu¨¦ fruta es comestible y otro hijo muy amable y dotado para las relaciones con otros grupos de cazadores a los que pueda pedir o con los que pueda intercambiar comida cuando haya escasez? La naturaleza promueve la variedad en la personalidad de los hijos en todos los niveles. Es una garant¨ªa de supervivencia de la especie.
Ser primero no solo es importante en las carreras. En la naturaleza, el orden de nacimiento es fundamental para la supervivencia y, en los humanos, para determinar parte de nuestra personalidad.
La naturaleza es inexorable a la hora de garantizar la vida. Algunos p¨¢jaros, como el piquero patiazul, ponen dos huevos.Si el polluelo que nace primero ve que no crece lo suficiente, ya sea por que su madre no le aporta comida o debido a una mala ¨¦poca de alimento, mata a picotazos al segundo polluelo. Si hay comida para los dos, pues tan felices.
Desde hace millones de a?os y hasta hace muy poco, con el desarrollo de la agricultura y sedentarismo, la vida era complicada para los hom¨ªnidos cazadores recolectores. Los padres deb¨ªan repartir los recursos entre los hijos y esto es dif¨ªcil cuando no hay nevera ni supermercados, sobre todo si tienes varios hijos. A veces, hay que decidir cu¨¢l tiene que sobrevivir. La selecci¨®n natural ha dado tambi¨¦n estrategias a los hijos para competir por los padres; el lloro, las sonrisas, hacer que se sientan culpables o incluso el comportamiento autodestructivo, son estrategias contra el omnipresente poder f¨ªsico de los padres.
Los padres dicen que han tratado a todos sus hijos por igual. Los hijos lo ven desde otra perspectiva y, casi siempre, hablan de diferencias de trato respecto de sus hermanos,
?Cu¨¢ndo se forma nuestra personalidad?
Siempre existe el dilema naturaleza/crianza, es decir, qu¨¦ parte se hereda y determina por los genes y cu¨¢l est¨¢ definida por el entorno. A este respecto, los espacios familiares desempe?an un papel importante. Como a nadie puede extra?ar, uno de los factores m¨¢s importantes es la relaci¨®n establecida con nuestros padres cuidadores y en relaci¨®n con esto es fundamental el n¨²mero de hermanos que se tienen y el orden que se ocupe dentro de ellos. El argumento que explica esta relaci¨®n es la interacci¨®n ambiental, es decir, el desarrollo de unos caracteres de personalidad, pero adaptados a nuestro espacio dentro de la familia.
La opini¨®n de que la rivalidad entre dos hermanos significa que en algo se han equivocado los padres es err¨®nea. La competici¨®n entre ellos existe desde hace millones de a?os en muchas especies. La competencia promueve la creatividad y marca los l¨ªmites de lo aceptable. Al final, lo que se pretende es que los padres se interesen por uno, sentirse diferente para atraer la atenci¨®n de ellos y la forma de hacerlo es desarrollar una personalidad ¨²nica.
La t¨ªpica frase ¡°he criado a mis hijos por igual¡± no es cierta y, adem¨¢s, no ser¨ªa bueno que lo fuera. Cada hijo tiene una personalidad y, por tanto, necesidades diferentes. Hay que ayudarlos a crecer cada uno a su manera. La psicolog¨ªa positiva lleva a?os mostrando que es mejor dedicar recursos a potenciar sus habilidades que a intentar mejorar sus debilidades. Hay que invertir en ellos de manera selectiva.
La ciencia define la inversi¨®n parental en los hijos dentro de tres tipos de recursos: materiales (comida), cognitivos (educaci¨®n...) e interpersonales (afecto). Las ventajas o desventajas de la disponibilidad de un recurso depende de cu¨¢ndo lo recibe el ni?o. El cuidado exclusivo de los padres lo recibir¨¢ un primog¨¦nito cuando es beb¨¦, porque no tiene hermanos menores, mientras que un hermano menor lo recibir¨¢ de forma exclusiva siendo mayor, cuando sus hermanos ya no convivan con los padres. De esta manera, el apego o uni¨®n emocional entre cuidador y ni?o se produce principalmente en el primer a?o y por tanto ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil de obtener en los primog¨¦nitos. Y as¨ª lo dicen las encuestas, los primog¨¦nitos se sienten m¨¢s unidos a sus padres que los m¨¢s peque?os.
Otros estudios muestran fen¨®menos llamados de identificaci¨®n, que suponen diferenciaci¨®n. Por ejemplo, si mi hermano m¨¢s cercano (principal competidor) prefiere al padre, yo preferir¨¦ a la madre, produci¨¦ndose as¨ª patrones en zigzag en muchos aspectos de las relaciones con los padres.
La atenci¨®n sobre el orden de nacimiento la puso sobre la mesa, principalmente, Frank Sulloway con su libro Rebeldes de nacimiento. En resumen, propone que las mayor¨ªas de las revoluciones de la historia y de las causas perdidas han sido apoyadas por hermanos peque?os y combatidas por primog¨¦nitos. En la historia de Occidente, sobre un estudio de 121 sucesos hist¨®ricos, incluyendo 28 revoluciones cient¨ªficas y 90 pol¨ªticas, los hermanos peque?os tienen el doble de probabilidad de presentar la alternativa radical.
Vamos a detenernos en algunas caracter¨ªsticas observadas de manera gen¨¦rica. Es decir, dado que hay un componente gen¨¦tico en el comportamiento lo que viene a continuaci¨®n no es una regla inflexible, sino la tendencia observada en los estudios sociales y antropol¨®gicos.
El mayor de los hermanos
Los primog¨¦nitos son considerados por sus padres y hermanos como autodisciplinados, organizados y prudentes, m¨¢s que sus hermanos menores. Y suelen llevar la fama de triunfador de la familia.
El primog¨¦nito, mientras no tenga otros hermanos, dispondr¨¢ de todos los recursos y sus figuras de referencia ser¨¢n los padres o cuidadores. Suelen actuar como padres sustitutos y despliegan conductas del agrado de los padres. Si el padre es abogado, militar o cocinero, es f¨¢cil que el primog¨¦nito lo sea, adem¨¢s de ser ¡°presionado¡± para que la herede. Suelen ser m¨¢s responsables, mejores estudiantes, pol¨ªticos m¨¢s destacados, sobresalen en los premios Nobel y como eminencias cient¨ªficas (aunque no como cient¨ªficos revolucionarios, que lo ser¨¢n los hermanos peque?os).
Los hijos mayores suelen ser m¨¢s agresivos y utilizar su fuerza para la resoluci¨®n de conflictos. John Wayne, Sylvester Stallone, Clint Eastwood y todos los actores James Bond eran primog¨¦nitos.
Los del medio
A partir del primog¨¦nito, los siguientes siempre tendr¨¢n que compartir los recursos con otros hermanos y competir con ellos por conseguirlos. Con el obst¨¢culo de que sus hermanos mayores son m¨¢s fuertes y m¨¢s listos por la diferencia de edad. Por tanto, sus figuras de referencia no ser¨¢n tanto los padres sino los hermanos mayores.
Los del medio suelen tener un 10% menos de atenci¨®n que mayores y peque?os. Suelen buscar su nicho en los pares, es decir, con otros del medio fuera del entorno familiar. En las encuestas de personalidad, los del medio no se parecen a sus padres o sus hermanos, se parecen a otros ni?os medianos. Suelen ser los m¨¢s agradables, tienen mejores relaciones de amistad y en las relaciones sentimentales son los m¨¢s fieles.
El peque?o
Los menores tienen m¨¢s competencia cuando m¨¢s recursos necesitan. Es decir, los beb¨¦s necesitan mucho tiempo y recursos, pero tienen varios hermanos por delante. Los padres deben elegir y priorizar.
No necesitan padres autoritarios y tir¨¢nicos, ya tienen a sus hermanos mayores que administran los juguetes o las golosinas. Intentar¨¢n ocupar el nicho de otro mayor y si no es posible, ocupan otros nichos dentro del espacio familiar, buscan un nicho libre y desde aqu¨ª el favor de los padres experimentando y asumiendo riesgos, es decir, ramifican su comportamiento y por tanto, desarrollan rasgos de personalidad distintos. La idea es sumar valor a la unidad familiar en su conjunto.
El peque?o tiene la ventaja de ser el ¨²ltimo hijo que los padres podr¨ªan tener, de modo que estos le ofrecer¨¢n una atenci¨®n especial para que no le pase nada durante su infancia. Ambos padres, sobre todo la madre, querr¨¢n corregir con ellos todos los errores que han tenido con los hermanos mayores pudiendo a llegar a ser muy consentidos. Est¨¢n acostumbrados a suplicar o negociar con otros hermanos y por tanto tienen caracteres m¨¢s abiertos, m¨¢s cari?osos, graciosos, zalameros, gamberros, son los comediantes de la familia. Est¨¢n m¨¢s acostumbrados al riesgo tanto en su aspecto positivo como negativo. Tienen el doble de posibilidades de practicar deportes de riesgo que los hermanos mayores. Entre los grandes exploradores dominan hermanos peque?os. Tambi¨¦n revolucionarios contra el poder establecido: Fidel Castro, Trotski o Lenin eran hermanos peque?os. Fueron los primeros que apoyaron la Reforma protestante y despu¨¦s, la Ilustraci¨®n. Son m¨¢s liberales, practican m¨¢s el sexo casual y apoyan m¨¢s fervientemente causas como el aborto o el apoyo al colectivo gay. Las revoluciones cient¨ªficas que iban en contra de las teor¨ªas establecidas fueron lideradas en su mayor¨ªa por hermanos peque?os, Cop¨¦rnico, Darwin y Descartes entre otros¡.
Es m¨¢s f¨¢cil que un hermano menor tenga un pensamiento innovador o radical; est¨¢ acostumbrado a cambiar su estrategia y probar cosas nuevas. Dentro de sus familias son los ¨²ltimos en la cola de la alimentaci¨®n (todos hemos visto las peleas entre hermanos por comerse el ¨²ltimo trozo de tarta en las que suele ganar el mayor por fuerza) y por tanto, se identifican m¨¢s con los desvalidos y defienden causas igualitarias.
Numerosos estudios, siguiendo la teor¨ªa del modelo de diluci¨®n, donde los recursos se van dividiendo a medida que tiene hermanos antes que ¨¦l, muestran que suelen tener menos a?os de educaci¨®n acad¨¦mica, menos logros y menos aspiraciones a tenerlos.
El hijo ¨²nico
No poseen efecto de orden, no tienen hermanos y por tanto no rivalizan. Se predicen dos cosas. Una es que los hijos ¨²nicos deber¨ªan ocupar posiciones intermedias en muchos rasgos de personalidad. Esto es porque no padecen la presi¨®n de un hermano menor para ser especialmente aplicados o agresivos, ni la de un hermano mayor para ser particularmente osados o poco convencionales. De ah¨ª que los hijos ¨²nicos deben hallarse en alg¨²n punto intermedio desde el punto de vista de la conducta. Y resulta que, en efecto, as¨ª es.
Pueden ocupar el nicho que quieran, todos est¨¢n libres y ser¨¢ una ¡°negociaci¨®n¡± con los padres. Adem¨¢s, pueden ir de un espacio a otro en el tiempo, por tanto, deber¨ªan ser m¨¢s variables en la medida de sus rasgos de personalidad. Y es verdad, los estudios muestran que los hijos ¨²nicos son los menos predecibles. Su conducta es dif¨ªcil de prever porque en la infancia han tenido muchas m¨¢s opciones que las personas que crecen con otros hermanos.
Conclusi¨®n
Por supuesto, todo lo anterior se relaciona con estudios de un espectro amplio de poblaci¨®n, en familias biparentales con dos o m¨¢s hijos y con datos promediados, todos conocemos familias que no se ajustan a lo expuesto, familias monoparentales donde todo cambia, etc¨¦tera. Adem¨¢s, los efectos que hemos visto tienen relevancia cuando la distancia entre hermanos est¨¢ entre 2 y 4 a?os, m¨¢s all¨¢ el efecto se difumina.
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