Por qu¨¦ hay que jugar al Imit¨®n: aprender imitando habilidades sociales y de autocontrol

En invierno pasamos mucho tiempo con nuestros hijos e hijas. Y el fr¨ªo condiciona el espacio en el que interactuamos. Pod¨¦is echar manos de juegos de mesa, pero os propongo una forma ideal de reforzar v¨ªnculos, las relaciones saludables en casa y el autocontrol: los juegos de modelado y, en concreto, el Imit¨®n.

?Somos los padres, madres y familiares un modelo para nuestros hijos e hijas? Sin duda. Y para demostrar esto, el psic¨®logo Albert Bandura hizo un experimento llamado el mu?eco bobo, que consist¨ªa en golpear a un mu?eco delante de ni?os y ni?as a nivel individual en una habitaci¨®n, para ver si esa conducta agresiva luego era reproducida. Las conclusiones del experimento, como se?ala Martyn Shuttleworth en un art¨ªculo en Explorable (una web sobre investigaci¨®n y m¨¦todo cient¨ªfico), fueron las siguientes:

• Los ni?os que estuvieron expuestos al modelo agresivo ten¨ªan m¨¢s probabilidades de mostrar un comportamiento agresivo imitativo.
• Los ni?os eran casi tres veces m¨¢s propensos a repetir un comportamiento f¨ªsicamente violento en comparaci¨®n con las ni?as.
• Los niveles de agresi¨®n verbal expresados fueron aproximadamente los mismos tanto para ni?os como para ni?as.
• Los sujetos del experimento del mu?eco bobo expuestos al modelo no agresivo, o a ning¨²n modelo en absoluto, mostraron muy poco comportamiento agresivo imitativo. Este hallazgo comprob¨® parcialmente la segunda predicci¨®n, ya que los ni?os expuestos a un modelo pasivo manifestaron menos agresi¨®n imitativa.

Es, por tanto, muy importante el trabajo desde modelos no agresivos en casa como un factor de protecci¨®n y aprendizaje social asertivo por imitaci¨®n y observaci¨®n.

?C¨®mo lo podemos hacer?

Hay dos aspectos en los que como padres podemos poner la atenci¨®n para mejorar con estos juegos: la atenci¨®n y la memoria. En primer lugar, porque hay que prestar atenci¨®n a las conductas emitidas por el modelo. En segundo lugar, porque esas acciones observadas hay que guardarlas en la memoria para luego llevarlas a la pr¨¢ctica.

En este sentido, os propongo que jugu¨¦is al Imit¨®n. Con este juego se desarrolla una habilidad fundamental que es la mediaci¨®n verbal o c¨®mo hablarte a ti mismo para tener control sobre tu comportamiento. Lo que vulgarmente llamamos ¡°pensar antes de actuar¡±. Trabajando esta habilidad, a trav¨¦s de saber imitar y hacerte preguntas, conseguimos tener control sobre la propia conducta (autocontrol) de la siguiente manera:

• Facilitamos la internalizacio?n de la funcio?n inhibidora del lenguaje, o lo que es o mismo: se bloquean las reacciones impulsivas para aprender a pensar antes de actuar.
• Facilitamos el aprendizaje de la solucio?n de problemas y la previsio?n de consecuencias a trav¨¦s de aprender a hablarte a ti mismo.

?En qu¨¦ consiste el juego?

El juego consiste en lo siguiente: tus hijos tienen que copiar e imitar todo lo que hagas o digas directamente. El juego comienza con una palmada y finaliza con una palmada. Entre las palmadas, todo lo que hagas lo tienen que imitar (hay que echarle imaginaci¨®n). Es un juego en el que puedes comenzar con acciones muy sencillas, por ejemplo mirar por la ventana, levantar la mano o decir algunas palabras, para, poco a poco, ir haci¨¦ndolo m¨¢s dif¨ªcil.

De esta forma, trabajamos dos aspectos fundamentales del modelado a nivel cognitivo y de comportamiento: lenguaje y acciones. A nivel cognitivo, porque fomentas el pensamiento; y, a nivel de conducta, porque fomentas el lenguaje interno como variable mediadora del comportamiento para no ser impulsivo.

Por supuesto, cuando jugamos a juegos de modelado es importante reforzar y premiar con buenas palabras cada vez que lo hagan bien. Por ejemplo, si estoy modelando dar las gracias con este juego y me imitan muy bien o ponen en marcha una alternativa similar o muy creativa hay que reforzarlo inmediatamente para que esa conducta coja fuerza.

Una vez acabada la imitaci¨®n hablamos sobre lo que hemos hecho. Y para fomentar la reflexi¨®n sobre sus actos, trabajamos con una serie de preguntas para hacerles conscientes y ayudarles a interiorizar lo que han hecho: ?Qu¨¦ tengo que hacer? ?De cu¨¢ntas formas puedo hacerlo? ?Cu¨¢l es la mejor? ?Qu¨¦ tal lo he hecho? ?C¨®mo me he sentido haci¨¦ndolo? Trabajar con estas preguntas, antes y despu¨¦s del modelado, es muy importante tanto para hacerles part¨ªcipes del proceso como para que se den cuenta de que preguntarse algo antes de hacerlo es lo contrario de la impulsividad desde varias perspectivas: saber qu¨¦ hay que hacer, saber generar alternativas, saber elegir y sentirse bien habiendo tomado una buena decisi¨®n.

Responder bien a estas preguntas es un ejercicio muy interesante para trabajar poco a poco la reflexi¨®n, que acierten lo m¨¢s posible a la hora de relacionarse con los dem¨¢s, que se sientan bien consigo mismos y sean conscientes de lo que aprenden, c¨®mo lo aprenden y para qu¨¦ lo aprenden.

As¨ª que podemos ayudar a nuestros hijos e hijas con estos juegos a mejorar de forma muy din¨¢mica, did¨¢ctica y divertida siendo part¨ªcipes como padres de su propio proceso. Os animo a ponerlo en pr¨¢ctica y a divertiros juntos en estos d¨ªas de invierno, ense?ando a trav¨¦s del juego a imitar habilidades sociales, de pensamiento y de autocontrol.