?Es necesario que los ni?os se lleven deberes en vacaciones?
Hay quien est¨¢ a favor de poner tarea; pero tambi¨¦n quien est¨¢ en contra. Seg¨²n los expertos, todos llevan un poquito de raz¨®n
Las vacaciones de Navidad ya est¨¢n aqu¨ª y como cada a?o, en esta ¨¦poca, los padres ponemos en marcha una m¨¢quina de ideas, tradicionales y originales, para que nuestros ni?os est¨¦n entretenidos estos d¨ªas, esperando la ansiada llegada de los Reyes Magos, mientras nosotros, muchas veces, seguimos trabajando. Y tambi¨¦n debemos hacer frente a una buena cantidad de deberes que traen los ni?os en la mochila para la vuelta, en enero. Entonces, l...
Las vacaciones de Navidad ya est¨¢n aqu¨ª y como cada a?o, en esta ¨¦poca, los padres ponemos en marcha una m¨¢quina de ideas, tradicionales y originales, para que nuestros ni?os est¨¦n entretenidos estos d¨ªas, esperando la ansiada llegada de los Reyes Magos, mientras nosotros, muchas veces, seguimos trabajando. Y tambi¨¦n debemos hacer frente a una buena cantidad de deberes que traen los ni?os en la mochila para la vuelta, en enero. Entonces, la pregunta del mill¨®n se vuelve a poner sobre la mesa: ?tocamos los libros durante estas semanas o no?
Como en todo, hay opiniones diversas, aunque las posturas de expertos en pedagog¨ªa, educaci¨®n y psicolog¨ªa coinciden cada vez m¨¢s en que los deberes ya no son para las vacaciones. Al menos, de la forma que se vienen planteando. Sin embargo, s¨ª pueden serlo actividades estimulantes y divertidas, que les permitan pasar m¨¢s tiempo en familia y jugar a destajo; y nada de ello est¨¢ re?ido con seguir aprendiendo. El vicedecano de Desarrollo Acad¨¦mico Internacional y director del M¨¢ster Universitario en Neuropsicolog¨ªa y Educaci¨®n de UNIR Aitor ?lvarez Bard¨®n, se?ala que ¡°es dif¨ªcil ser categ¨®ricos en este tema, ya que hay que atender a las necesidades y situaciones personales de cada alumno¡±. M¨¢s a¨²n en estos tiempos, que suponen un dif¨ªcil reto para la educaci¨®n y las familias.
El descanso es un derecho
Antes de entrar en materia, el docente de la UNIR nos recuerda que ¡°el descanso de los alumnos es un derecho y una necesidad¡±, tal y como expresa el art¨ªculo 31 de la convenci¨®n de los derechos del ni?o de UNICEF: ¡°los Estados Partes reconocen el derecho del ni?o al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes¡±. Sobre todo, si hablamos de unas vacaciones breves, como son las que se aproximan. Leticia Cardenal, presidenta de la Confederaci¨®n Espa?ola de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA) nos contaba el pasado verano que, despu¨¦s de estos dos a?os, ¡°no podemos pretender que nuestros hijos recuperen todo lo que no han podido adquirir¡± y auguraba que ¡°este curso ser¨¢ crucial para que los ni?os que hayan avanzado poco o nada puedan ponerse al d¨ªa y vuelvan a ¡®subirse¡¯ al sistema educativo. Es el a?o de la recuperaci¨®n¡±. Y afirma que ¡°adem¨¢s de la brecha digital, existe la social y cultural: muchas familias pueden ayudar a sus hijos a repasar durante las vacaciones, pero otras no tienen acceso a un ordenador, ni a una buena conexi¨®n ni a otros recursos¡±.
La portavoz de la CEAPA apunta, sin embargo, que el repaso puede ser positivo en algunos casos. ¡°Hay que valorar qu¨¦ son deberes y qu¨¦ no. Si son adaptados a cada ni?o, son buena idea. Y, en esta l¨ªnea, entendemos que si un ni?o tiene carencias y siente que puede reforzar en vacaciones y le apetece, no hay problema, siempre y cuando no sea una obligaci¨®n¡±.
Tiempo para observar y asombrarse
La doctora en Educaci¨®n y Psicolog¨ªa canadiense Catherine L¡¯Ecuyer, autora de Educar en el asombro, opina que no tiene sentido que los ni?os de Educaci¨®n Infantil hagan deberes en vacaciones, y ni siquiera durante el a?o escolar, ya que esta es la etapa del juego desestructurado, no del aprendizaje formal. Sin embargo, a partir de Primaria y Secundaria estos refuerzos podr¨ªan ser beneficioso o ¡°ayudarle a recuperar la autoestima perdida como consecuencia de ir m¨¢s atrasado que los dem¨¢s ni?os¡±.
Otra duda que se genera es que si tres semanas sin clases pueden hacer que se pierda el h¨¢bito de estudio o el ritmo. L¡¯Ecuyer tampoco lo ve como un argumento y comenta que los ni?os est¨¢n sobreestimulados con una cantidad exagerada de impactos por minuto. No pasan tiempo tranquilos, solos, observando ni asombr¨¢ndose con su entorno ni las cosas cotidianas. Por eso, es de la idea que las vacaciones son un buen momento para ello.
En vacaciones, el cerebro tambi¨¦n se divierte
Si bien durante este tiempo, los peque?os viven m¨¢s bien desbordados por la emoci¨®n, las visitas familiares, la expectaci¨®n, hay muchos d¨ªas en que solamente les toca esperar a que las fechas se?aladas lleguen. Y, entonces, surge la pregunta sobre el aburrimiento. ?Es bueno que se aburran en sus vacaciones? ¡°Cuando los peque?os se aburren, tienen tiempo para asombrarse y desarrollar la creatividad, que les lleva a aprender cosas. Pero, como en todo, con mesura, porque no pueden estar todo el tiempo aburridos¡±, comenta Javier Arroyo, cofundador del m¨¦todo Smartick.
El cerebro no entiende de d¨ªas de asueto, por lo que parece que los expertos se inclinan por estimularlo y motivar a los ni?os a seguir adquiriendo conocimientos de todo tipo, sin embargo, a la vez, favoreciendo su tiempo de descanso y desconexi¨®n. ¡°No quiere decir que tengan que dedicarse a la ¡®nada¡¯ durante sus vacaciones¡±, destaca el docente de la UNIR, no obstante nos recomienda alejarnos del concepto tradicional de deberes, para plantear actividades que les permitan seguir aprendiendo y aplicar los conocimientos adquiridos a la vida diaria, lo que adem¨¢s traer¨¢ beneficios emocionales. ¡°Cuando los ni?os van bien en sus materias, se genera cierta seguridad en s¨ª mismos, mejorando su autoestima, y su actitud hacia el aprendizaje es m¨¢s positiva¡±, apunta Javier Arroyo.
Aprender sin darse cuenta
¡°Numerosas investigaciones (White, Heyns, Cooper, Downey, etc.) han demostrado que, quienes no mantienen actividad intelectual durante las vacaciones, por m¨ªnima que sea, sufren de cierta p¨¦rdida de aprendizaje¡±, indica Arroyo. Por eso, la clave est¨¢ en que los ni?os sigan aprendiendo casi sin darse cuenta, con actividades totalmente distintas a los deberes y rutinas tradicionales, presentados de manera amena, entretenida, diferente, estimulante, m¨¢s f¨¢ciles de realizar y a las que dediquen poco tiempo al d¨ªa, pero que sean constantes. As¨ª opina tambi¨¦n el experto de la UNIR: ¡°basarse en un repaso centrado en un libro de Sociales, Matem¨¢ticas o cualquier otra asignatura, puede ser m¨¢s contraproducente que otro tipo de tareas que permiten a los alumnos seguir aprendiendo de una forma diferente¡±.
Alternativas al repaso convencional
?lvarez nos da ideas: ¡°Las vacaciones son el momento de jugar, disfrutar del entorno, de la naturaleza, de la vida cultural, de estar en familia. Es momento de aprender a cocinar para profundizar en el conocimiento de las medidas y en h¨¢bitos de vida saludable¡±. ?Qu¨¦ vais a ver a los abuelos en Navidad? Pues, la actividad ser¨¢ buscar en internet la ruta del viaje ¡°y hacer una gu¨ªa tur¨ªstica que nos permita conocer la cultura y la geograf¨ªa del lugar de destino, por ejemplo¡±. El experto tambi¨¦n propone ver las cl¨¢sicas pel¨ªculas de Navidad que vemos todos los a?os con ellos, pero en ingl¨¦s, ¡°lo que ayudar¨¢ a desarrollar el idioma¡± o escribir un diario navide?o, ¡°que promover¨¢ las habilidades de redacci¨®n¡±. Hacer manualidades, desarrollar¨¢ su motricidad, y es buena idea seguir fomentando la lectura, porque ¡°leer no es un deber, es una necesidad, un placer que debe formar parte de nuestras vidas¡±.
Y las matem¨¢ticas tambi¨¦n saldr¨¢n a escena en las peque?as tareas cotidianas. El cofundador de Smartick propone ¡°acercarles de una manera l¨²dica y divertida algunos conceptos matem¨¢ticos, y que puedan relacionar muchas de las cosas que realizan en estos d¨ªas festivos, cuando contamos con multitud de elementos que guardan relaci¨®n con los n¨²meros¡±. El experto sugiere algunos ejemplos: ¡°doblar el papel para envolver los regalos, construyendo formas geom¨¦tricas: tri¨¢ngulos, cuadrados o trapecios, les recordar¨¢ la geometr¨ªa; decorar el ¨¢rbol siguiendo una secuencia l¨®gica o trabajar el c¨¢lculo mental al hacer la compra de la cena navide?a¡±. Tambi¨¦n propone calcular las cantidades a comprar para las cenas de Nochebuena y Nochevieja, en funci¨®n del n¨²mero de personas y la cantidad aproximada que puede comer cada una. Se puede pedir que calculen el coste de la compra, teniendo en cuenta el precio por kilo de los productos o el cambio de dinero a devolver. Otro ejercicio divertido puede ser que cada d¨ªa resuelvan un desaf¨ªo num¨¦rico para conseguir una chocolatina o un peque?o premio. ¡°Cualquier actividad que estimule la mente del ni?o ser¨¢ positiva¡±, concluye.
Y, c¨®mo no, tambi¨¦n hay opciones digitales. Si bien nos pasamos todo el a?o tratando de controlar el uso abusivo de las pantallas, hay propuestas digitales atractivas y estimulantes para estos d¨ªas invernales. Pero no hay que confundir: ¡°no es que pasen m¨¢s tiempo con pantalla, sino que, del tiempo que pasan s¨ª o s¨ª con ellas, lo aprovechen en una actividad educativa¡±, acota Javier Arroyo, quien dice que tan solo dedicando 15 minutos, los ni?os pueden reforzar contenidos.
Y, como en todos los aspectos de la crianza y educaci¨®n, la familia es fundamental. ¡°Simplemente interes¨¢ndose por lo que est¨¢n haciendo los ni?os, apoy¨¢ndoles en la constancia y haci¨¦ndoles seguimiento, ya es un paso importante¡±, destaca Arroyo. Y aprovechar de usar estas alternativas para vivir experiencias junto a los ni?os, compartiendo tiempo, que, a veces, es lo que m¨¢s echan de menos en estos d¨ªas.
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