Consejos para acompa?ar a nuestros hijos adolescentes en sus estudios de la ESO
Dos pistas: no vale ni castigar ni hacer los deberes por ellos; y s¨ª apoyarles, respetarles y ayudarles a que sean aut¨®nomos
Tener un hijo o hija en la ESO no es tarea f¨¢cil para los padres. Para empezar, porque est¨¢n en plena adolescencia, etapa convulsa en la que no siempre es f¨¢cil comunicarse con ellos. Para seguir, porque hasta ese momento no han tenido que enfrentarse al estudio como lo que es: una responsabilidad que depende en gran medida de su capacidad organizativa. Y precisamente organizaci¨®n es lo que menos suelen tener en su cabeza, m¨¢s bien tendente al caos en esa ¨¦poca.
Pero es que adem¨¢s no hay que olvidar que, como dice Ana Couto, pedagoga y coach educativa con m¨¢s de cinco a?os de experiencia acompa?ando adolescentes en sus estudios, ¡°queramos reconocerlo o no, estudiar es aburrido, y lo normal es que lo hagan cuando ya no les queda m¨¢s remedio¡±. En efecto, ese es uno de los principales problemas de los chavales cuando estudian: dejarlo todo para el ¨²ltimo momento. ¡°Es muy dif¨ªcil para un adolescente anticiparse antes de tener marcada una fecha de examen¡±, asegura Couto, quien a?ade que simplemente hay que ense?arles a hacerlo.
El otro gran h¨¢ndicap que tienen los adolescentes a la hora de estudiar es que ¡°solo repiten lo que viene en el libro o les han dictado en clase. Nadie les ha ense?ado a hacer bien un esquema, a extraer la informaci¨®n m¨¢s importante, a estructurarla y reflexionar sobre lo que est¨¢n leyendo¡±. Al tener la base del estudio en la memorizaci¨®n sin saber a menudo lo que significa, ¡°van inseguros al examen y, con un poco de nervios, tienen m¨¢s posibilidad de olvidar parte de lo estudiado¡±.
Aunque tambi¨¦n puede pasar lo contrario, que tampoco favorece los buenos resultados. Lo cuenta Aitor ?lvarez Bard¨®n, director del M¨¢ster en Neuropsicolog¨ªa y Educaci¨®n de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR): ¡°?ltimamente se ha insistido mucho en la necesidad de comprender los contenidos te¨®ricos para que estos se conviertan en algo aplicable y ¨²til para la vida diaria, pero es importante que junto a la comprensi¨®n de los contenidos haya una memorizaci¨®n de los mismos¡±. Lo que parece evidente es que los chicos llegan a esta etapa acad¨¦mica sin conocer t¨¦cnicas de estudio, lo que les dificulta enfrentarse al libro.
Un buen proceso para un buen resultado
Estas situaciones, que generalmente van acompa?adas de resultados acad¨¦micos mediocres, si no malos, sulfuran a los padres, que no siempre entendemos que nuestros hijos, como dice ?lvarez Bard¨®n, ¡°son como son, no como los padres quieren que sean¡±. Y aunque lo hacemos con buena intenci¨®n, a juzgar por Couto, y desde el cari?o, a menudo no acertamos. ¡°El deseo de que los resultados sean buenos, muchas veces, son a costa de que el proceso sea de cualquier manera¡±. Couto se refiere al exceso de presi¨®n para que se pongan las pilas, incluyendo castigos y premios. ¡°Funciona mejor dejar que se autorregulen, que se sientan orgullosos de su trabajo fomentando as¨ª una motivaci¨®n interna¡±.
Pero tambi¨¦n se refiere al acompa?amiento err¨®neo, el del progenitor que m¨¢s que acompa?ar, le sustituye. A veces los padres nos implicamos tanto en sus responsabilidades que les llevamos la agenda, les hacemos los esquemas, nos sentamos a su lado mientras estudian y les tomamos la lecci¨®n despu¨¦s. No es una buena idea porque, ¡°de esta forma cada vez se incapacitan m¨¢s, se vuelven m¨¢s dependientes de que alguien les organice o les enfoque lo que tienen que hacer¡±, afirma la pedagoga y coach, para quien es mejor ense?arles a hacer el resumen que hac¨¦rselo.
Tenemos claro que ni presionar en exceso ni estar demasiado encima es adecuado. Pero entonces, ?c¨®mo debemos hacerlo? En efecto, a veces los padres tambi¨¦n necesitamos una orientaci¨®n. Como punto de partida, Ana Couto apuesta por tomar distancia, porque no son nuestras notas, ni es nuestra responsabilidad: ¡°Sobre todo las madres se culpabilizan si los chavales sacan malas notas. Debemos tener claro que sus suspensos no se deben a que fallemos como padres¡±. De hecho, recordarles que nosotros ya hemos pasado esa etapa ¡°les deja a los adolescentes m¨¢s espacio para responsabilizarse de sus cosas y de su estudio. Que tomen sus propias decisiones sobre lo que quieren¡±.
El lenguaje que utilizamos es importante
Por otro lado, deben buscar el m¨¦todo de estudio que mejor les vaya y el horario en el que consigan mayor concentraci¨®n probando y errando: ¡°A veces lleva d¨ªas ajustarse bien¡±. Y plantearles las cuestiones con mano izquierda, sin imposiciones. Couto nos pone un ejemplo muy sencillo: ¡°Recomiendo sustituir el ¡®termina de comer y ponte a estudiar para aprovechar mejor la tarde¡¯, por ¡®?a qu¨¦ hora vas a empezar hoy y cu¨¢nto tiempo vas a necesitar?¡¯, para evitar que se sientan presionados y, de paso, aprendan a organizarse¡±. Y ante sus errores, cambiar el ¡®hoy te quedas sin consola porque ayer no estudiaste lo que deb¨ªas?, por ¡®?c¨®mo te vas a organizar hoy para terminar a tiempo?¡¯.
No se nos puede olvidar la etapa en la que est¨¢n, s¨ª esa en la que necesitan distanciarse de nosotros para desarrollarse como personas. Aitor ?lvarez Bard¨®n da en el clavo: ¡°Mostrar acercamiento y confianza es muy importante a pesar de que a veces no sea aparentemente correspondida. Incluso ante los problemas, es importante mantener una buena estructura de normas y de exigencias, pero siempre con cercan¨ªa, afecto y confianza en las posibilidades de los hijos¡±. Esa es otra de las claves: el respeto por sus intereses, su personalidad y, por qu¨¦ no, sus limitaciones y, por supuesto, sus potencialidades.
Recomendaciones b¨¢sicas para ayudarles
Seguir estos consejos planteados por ?lvarez Bard¨®n no garantiza que el chaval o chavala saque sobresalientes en todas las asignaturas, pero s¨ª ayudar¨¢ a que el clima de convivencia sea menos tenso y, con ello, la presi¨®n sobre progenitores y estudiantes deje paso a la autonom¨ªa que, al fin y al cabo, es de lo que se trata.
- Conocer el entorno escolar del alumno, ¡°en qu¨¦ clase estudia, saber qui¨¦nes son sus compa?eros y profesores, sus intereses y necesidades. Y, por supuesto, acudir a las reuniones del centro¡±.
- Apoyar la escuela. ¡°A pesar de que la labor educativa como tal es responsabilidad de los padres, el papel de la escuela es fundamental. Se deben apoyar las medidas que establezca y procurar que haya una constante relaci¨®n entre ambos estamentos¡±.
- No focalizar todo en el estudio y no castigar haciendo deberes, que no hace sino ¡°negativizar el trabajo y el esfuerzo, pues no se percibe como una oportunidad de crecimiento, sino como una imposici¨®n que puede ser rechazada¡±.
- Premiar el esfuerzo, la dedicaci¨®n, la constancia y el inter¨¦s m¨¢s que los resultados, puesto que cada estudiante es distinto y es fundamental ¡°respetar la diversidad¡±.
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