Cinco formas de fortalecer un v¨ªnculo seguro con tu hijo para que sea m¨¢s feliz
Los padres y madres deben establecer sobre el ni?o unas perspectivas adecuadas que le hagan sentir que conf¨ªan en ¨¦l, que le quieren sin condiciones y que le animan a ser valiente
Todos los seres humanos necesitan sentirse queridos y aceptados. Vinculados afectiva y emocionalmente a las personas con las que conviven: que les cuidan, protegen y les muestran a diario su afecto. Un apego que les proporciona bienestar y que es imprescindible para que puedan entender el mundo que les rodea y gestionar adecuadamente las emociones. Este apego se convierte en una zona segura y confortable donde las personas pueden desarrollarse con calma y confianza. ...
Todos los seres humanos necesitan sentirse queridos y aceptados. Vinculados afectiva y emocionalmente a las personas con las que conviven: que les cuidan, protegen y les muestran a diario su afecto. Un apego que les proporciona bienestar y que es imprescindible para que puedan entender el mundo que les rodea y gestionar adecuadamente las emociones. Este apego se convierte en una zona segura y confortable donde las personas pueden desarrollarse con calma y confianza. Ese lugar donde se siente el amor y el apoyo, donde todas las necesidades b¨¢sicas quedan cubiertas y las posibles amenazas est¨¢n controladas. Un espacio c¨¢lido donde pueden ser tal y como son sin miedo a ser juzgados.
En el caso de los ni?os, el apego seguro es la relaci¨®n que establecen desde el momento de su nacimiento con sus padres o cuidadores de referencia que les ofrecen la seguridad, comprensi¨®n y confianza que necesitan para construir una buena autoestima, aprender a relacionarse con los dem¨¢s y entender un mundo que, a veces, va demasiado deprisa. Todos los ni?os nacen con un instinto irrefrenable de apegarse a un adulto para le ayude y atienda todo aquello que precisan.
La presencia y la ternura de las figuras parentales son imprescindibles para poder cubrir las necesidades afectivas y emocionales que tienen los peque?os. La forma de apego que reciban establecer¨¢ la forma en la que desarrollar¨¢n su personalidad, c¨®mo ser¨¢n capaces de enfrentarse al mundo y se relacionar¨¢n con el resto de personas.
Un ni?o no precisa saber que un adulto le quiere, sino que necesita sentirlo a diario sin ninguna condici¨®n. Que le amen, respeten y le acompa?en con grandes dosis de cari?o y empat¨ªa y que den respuesta a sus necesidades seg¨²n el per¨ªodo evolutivo en el que se encuentre. Que le ense?en a regularse emocionalmente y a vincularse de manera sana con los dem¨¢s. Que le ofrezcan el tiempo que necesita para aprender sin tener miedo a fallar.
No se debe creer que establecer un apego seguro generar¨¢ una relaci¨®n de dependencia entre padres e hijos. Si no todo lo contrario, este apego basado, en la protecci¨®n y la confianza, potenciar¨¢ la autonom¨ªa del ni?o a trav¨¦s de la exploraci¨®n y la creatividad. Cubrir las necesidades no significa que se deba satisfacer todos sus deseos o caprichos o que pueda hacer siempre lo que le apetezca. Este apego le permitir¨¢ aprender a responsabilizarse de sus tareas, a tener iniciativa personal y a asumir las consecuencias de sus conductas y actos.
Un ni?o con un apego seguro habitualmente tiene mejor capacidad para aprender, mayor facilidad para adaptarse al entorno, desarrollar sus habilidades sociales y hacer frente a los problemas considerando el error como parte esencial del proceso de aprendizaje. En cambio, si un ni?o carece de este tipo de apego se mostrar¨¢ muy dependiente del adulto, inseguro y tendr¨¢ muchas dificultades para tomar decisiones y a todo aquello que siente.
Algunas pautas que los padres puedan utilizar para generar v¨ªnculos de afecto y seguridad con sus hijos son:
- Respetar, legitimizar y acompa?ar desde la empat¨ªa todas las emociones que sienten sin cuestionarlas ni etiquetarlas. Ense?ando a identificarlas y regularlas correctamente. Acompa?ando la rabia, el miedo o la frustraci¨®n con empat¨ªa y grandes dosis de comprensi¨®n.
- Pasar tiempo de calidad con ellos para poder crear v¨ªnculos estables, fomentando as¨ª la comunicaci¨®n asertiva y respetuosa. Mostrar inter¨¦s por todo aquello que les guste, interese o preocupe compartiendo momentos de juego y tiempo libre. Estos instantes distendidos ser¨¢n claves para la construcci¨®n de un apego s¨®lido que dure en el tiempo.
- Explicitar a diario el afecto a trav¨¦s de los abrazos, las caricias, los besos, las cosquillas y las palabras de aliento. Sin condicionar el amor o apoyo en funci¨®n de los resultados acad¨¦micos que obtengan o de si el comportamiento es adecuado o no.
- Aceptar al ni?o tal y como es con sus virtudes y defectos, haci¨¦ndole saber que sus padres y madres le aman por lo que es y no por lo que hace o consigue. Establecer sobre ¨¦l unas perspectivas adecuadas que le hagan sentir que conf¨ªan en ¨¦l, que le quieren sin condiciones, que le incitan a ser valiente. Mostrar una actitud abierta a escuchar, dialogar y solucionar conflictos desde el respeto.
- Ser adultos coherentes entre lo que se dice y se hace. Establecer y consensuar l¨ªmites claros y estables estando presentes y disponibles en sus vidas.
Si se quiere que un ni?o sea feliz y se desarrolle adecuadamente, este necesita tener a su lado unos progenitores que le acompa?en desde el respeto y la comprensi¨®n. Que le arropen y achuchen cuando las cosas no vayan bien y le animen a esforzarse y trabajar de forma exigente para poder conseguir todo aquello que desee. Como dec¨ªa el psiquiatra canadiense Eric Berne: ¡°La mirada de una madre o un padre es lo que convierte a un ni?o en un pr¨ªncipe o una rana.¡±.
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