?C¨®mo crear v¨ªnculos con tu hijo? Los cuatro estilos de apego
En funci¨®n de c¨®mo los padres conecten con sus hijos, estos desarrollar¨¢n un nexo u otro. Podr¨ªamos hablar de muchas caracter¨ªsticas que hacen que se desarrolle, pero vamos a quedarnos solo con dos: la protecci¨®n y la autonom¨ªa
El apego, lejos de lo que dice la cultura popular, no es sin¨®nimo de dependencia, sino m¨¢s bien de una relaci¨®n fundamental para nuestro desarrollo y crecimiento. Sin apego no sobrevivimos. El apego es un tipo de relaci¨®n especial entre el menor y sus padres o cuidadores principales. En funci¨®n de c¨®mo los padres conecten y respondan a las necesidades de sus hijos, estos desarrollar¨¢n un apego u otro. Podr¨ªamos hablar de muchas caracter¨ªsticas que hacen que se desarrolle un apego seguro o, por el contrario, un apego inseguro, pero vamos a quedarnos solo con dos de ellas: la protecci¨®n y la autonom¨ªa. Estas dos variables son como los dos pedales del coche; tan importante es el acelerador como el freno. Lo mismo pasa con el apego, en donde tan necesario es proteger a los menores cuando lo necesitan como fomentar su autonom¨ªa y empoderarlos para hacer las cosas por ellos mismos. Eso s¨ª, cuidado con llevar estas dos variables a los extremos.
Un exceso o ausencia tanto de protecci¨®n como de autonom¨ªa puede ser sin¨®nimo de alg¨²n tipo de apego inseguro y, por supuesto, de mucho sufrimiento. Como dec¨ªa Mary Ainsworth, el apego seguro es el equilibrio flexible entre protecci¨®n y autonom¨ªa. Todo en su justa medida.
A continuaci¨®n, veremos algunas claves de los cuatro tipos de apego para que cada persona pueda identificarse en un estilo u otro en funci¨®n de c¨®mo se relaciona con sus hijos ante las necesidades emocionales que los menores presentan:
- Apego seguro: los padres y los maestros con apego seguro tienen la capacidad de responder adecuadamente a las necesidades de protecci¨®n y autonom¨ªa que presentan los menores. Saben qu¨¦ necesitan sus hijos o alumnos en cada momento. Siguiendo el s¨ªmil de los pedales del coche, saben que en las curvas hay que frenar y que en las rectas se puede acelerar. Tienen la habilidad de conectar con las necesidades del ni?o y, posteriormente, dan una respuesta sensible y proporcionada a la necesidad mostrada por el menor. Por ejemplo, ante una ca¨ªda al suelo, entienden que se han asustado, permiten el llanto y validan el miedo que sienten, pasando a protegerles el tiempo necesario. Los padres y las madres con apego seguro huyen de las relaciones de poder, de los castigos y se identifican con el estilo democr¨¢tico. Supone un 50-60% de la poblaci¨®n mundial.
- Apego inseguro de tipo evitativo: las madres y los padres evitativos se caracterizan por no atender las necesidades emocionales de sus hijos. Cuando sus hijos manifiestan miedo, rabia o tristeza, habitualmente los padres evitativos ignoran o minimizan dichas emociones. Para ellos, mostrar emociones es sin¨®nimo de debilidad. No prestan atenci¨®n al mundo emocional y, sin embargo, conceden demasiada importancia al rendimiento acad¨¦mico, el comportamiento y el saber estar. Por eso suelo decir que son padres de hemisferio izquierdo (fr¨ªos y calculadores). Cuando el menor manifiesta miedo o tristeza, dicen frases como ¡°eso no es nada¡±, ¡°no es para tanto¡± o ¡°no seas exagerado¡±. No dan cancha a la parte emocional y no validan la experiencia emocional del menor. Es por ello que suelen somatizar a menudo. Tienen un miedo desmedido a la intimidad, motivo por el cual se ¡°desconectan¡± del mundo emocional. En torno a un 20% de la poblaci¨®n tiene apego evitativo, siendo bastante m¨¢s frecuente en el var¨®n que en la mujer.
- Apego inseguro de tipo ansioso-ambivalente: podemos decir que este tipo de apego es justamente lo contrario que el apego evitativo. Si en este ¨²ltimo tipo de apego hay una dificultad para establecer relaciones de confianza con los dem¨¢s, en el apego ansioso-ambivalente hay un excesivo miedo a la separaci¨®n y el abandono. El motivo por el cual este apego se denomina ansioso-ambivalente es porque las respuestas de los padres son muy variables y cambiantes, motivo por el cual generan mucha ansiedad en los menores. Son padres y madres que fomentan excesivamente la protecci¨®n y descuidan el crecimiento y la autonom¨ªa del menor. Este tipo de apego se corresponde con el estilo educativo sobreprotector, que supone un 15% de la poblaci¨®n, siendo m¨¢s frecuente en mujeres que en varones. Son personas que tienen grandes dificultades para gestionar sus propias emociones y conectar con sus verdaderas necesidades. Si no lo logran con ellos mismos, como para pedirles que conecten y cubran las necesidades de sus hijos o alumnos.
- Apego desorientado: en ¨²ltimo lugar tenemos el tipo de apego inseguro m¨¢s desorganizado y ca¨®tico que existe. Las personas con apego desorientado no aportan ni la protecci¨®n ni la autonom¨ªa que necesitan sus hijos. Son madres y padres con grandes dificultades para conectar con sus necesidades y muy probablemente con trastornos como depresi¨®n, trastornos de personalidad, trastorno bipolar, esquizofrenia, etc. Seguramente vivieron una infancia traum¨¢tica, carente de amor y con mucha desprotecci¨®n. Este apego recibe este nombre porque las personas encargadas de proteger a los menores (sus padres) provocan terror y desprotecci¨®n en el ni?o. Las personas con apego desorientado suponen un 5-10% de la poblaci¨®n.
Todas las madres, los padres y los maestros nos hemos relacionado en alguna ocasi¨®n con nuestros hijos o alumnos de las cuatro maneras que hemos visto. Aun as¨ª, para saber el tipo de apego predominante, debemos ser conscientes de cu¨¢l es la manera m¨¢s habitual en la que nos relacionamos ante las necesidades emocionales de nuestros hijos. Si ante el miedo, la rabia o los celos que siente el ni?o, conectamos con su emoci¨®n y respondemos de manera contingente y adecuada en la mayor¨ªa de las ocasiones, es muy probable que seas una figura de seguridad para tu hijo. Si, por el contrario, solemos responder de manera racional o no atendiendo la emoci¨®n del menor, es probable que seas un apego evitativo. Si sobreprotegemos a nuestro hijo y nuestro miedo es quien nos gu¨ªa es probable que seamos una figura ansioso-ambivalente. Espero que estas claves os ayuden a tomar conciencia de la manera en la que os relacion¨¢is con vuestros hijos.
Rafa Guerrero es psic¨®logo y doctor en Educaci¨®n. Director de Darwin Psic¨®logos. Autor de libros como ¡°Vinculaci¨®n y autonom¨ªa a trav¨¦s de los cuentos¡± (2021) o ¡°Los 4 cerebros de Arantxa¡± (2021).
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