La cuarentena puede curar el v¨ªnculo afectivo entre padres e hijos
Estas son algunas ideas, ingredientes, para un plato que cada uno elaborar¨¢ a la medida de sus necesidades, gustos, limitaciones y realidades
Estamos asistiendo en primera persona a una situaci¨®n que parece irreal, sacada de una pel¨ªcula a ficci¨®n, una de esas distop¨ªas que, tan lejanas como improbables nos parecen. Muchos de nosotros hemos perdido, aunque sea temporalmente, nuestras vidas, las de antes, las de siempre. Nos movemos a tientas en una realidad incierta, desconocida, sin certezas, ni plazos seguros. Nos ha estallado en la cara sin tiempo de prepararnos ni de recurrir a nuestras viejas estrategias de afrontamiento, m¨¢s o menos eficaces en tiempos de presunta normalidad.
La palabra crisis, deriva del griego crisis ¡°decisi¨®n¡±, del verbo krino ¡°yo decido, separo, juzgo¡±; designa el momento en que se produce un cambio muy marcado en algo o en una situaci¨®n: una enfermedad, un desastre natural, etc. Es interesante volver al significado etimol¨®gico de las palabras, a su sentido original porque algunas veces, esconde aut¨¦nticas revelaciones que nos sirven como ¨²tiles met¨¢foras de aprendizaje. En este caso, el significado es ¡°decisi¨®n¡±, ¡°yo decido¡±.
Y como padre o madre eres espejo, modelo y referente tus hijos, quienes lo absorben todo de ti y lo elevan a la categor¨ªa de dogma de fe, de forma unas veces consciente, otras menos, como el material b¨¢sico sobre el que se est¨¢n construyendo a s¨ª mismos. Por ello, lo que ¡°t¨² decidas¡± o c¨®mo gestiones esta realidad hostil e incierta ser¨¢ una gigantesca lecci¨®n de vida para ellos acerca de qui¨¦n eres y qu¨¦ quieres transmitir con tu ejemplo.
Para aquellas familias cuya realidad es a¨²n m¨¢s dif¨ªcil de gestionar
Para aquellas familias cuya realidad es a¨²n m¨¢s dif¨ªcil de gestionar porque ya viven fuera de la normalidad en tiempos de normalidad, Ara Arana, Psic¨®loga de la Fundaci¨®n Quinta, especialista en atenci¨®n temprana y Trastornos del Espectro Autista les apoya con las siguientes indicaciones:
La incertidumbre es dif¨ªcil de gestionar para todas las personas, en especial para los ni?os. Si adem¨¢s el ni?o pertenece al grupo de la neurodiversidad, es todav¨ªa un reto mayor. Para las personas con autismo adaptarse a los cambios es complicado, por la rigidez que presentan. La estructuraci¨®n del espacio y el tiempo es fundamental para facilitarles la comprensi¨®n del mundo y ayudarles a tener seguridad, mediante la creaci¨®n de ambientes predecibles. En estos momentos, crear esos ambientes predecibles no es tarea f¨¢cil, por eso es fundamental instaurar nuevas rutinas con apoyos visuales y explicarles, con las adaptaciones necesarias, la nueva situaci¨®n. Tambi¨¦n es importante mantener niveles de estr¨¦s y malestar bajos y subir lo m¨¢ximo posible su bienestar, teniendo en cuanta las dificultades de auto regulaci¨®n emocional. Para ello, con ayuda de los profesionales, las familias deben asegurase de tener rutinas establecidas de forma expl¨ªcita y visual, hacer algo de ejercicio f¨ªsico, tener espacios de ocio y actividades sensoriales.
Como dicen con gran acierto y lucidez las psic¨®logas del Departamento de Orientaci¨®n del Colegio Balder, especializado en atenci¨®n a la diversidad y en educaci¨®n emocional:
Recordad que nuestros hijos siempre nos sorprenden y que son m¨¢s fuertes y valientes de lo que creemos. Esta experiencia que nos toca vivir es una buena ocasi¨®n para que aprendan a buscar soluciones alternativas a los problemas y para trabajar su resiliencia o, lo que es lo mismo, su capacidad de superaci¨®n ante acontecimientos traum¨¢ticos y complicados. Como padres es importante que podamos desarrollar su capacidad de pensamiento cr¨ªtico, su competencia personal, su introspecci¨®n, su automotivaci¨®n, su gusto por aprender o su comprensi¨®n intuitiva de la situaci¨®n, sin olvidar que nosotros tambi¨¦n sufrimos, tenemos miedo y lloramos: no somos ¡°superpadres¡± con superpoderes. No pasa nada por llorar delante de nuestros hijos, por exhibir alg¨²n miedo, o por perder la paciencia. Todo se puede explicar a posteriori y tambi¨¦n es un gran aprendizaje para los ni?os ver la humanidad de sus padres y c¨®mo afrontan y sortean las dificultades.
Sin ¨¢nimo de dar consejos infalibles ya que nadie tiene la potestad de estar en posesi¨®n de la verdad absoluta ni la bilbia de c¨®mo educar en tiempos de pandemia, estos son algunas ideas, ingredientes, para un plato que cada uno elaborar¨¢ a la medida de sus necesidades, gustos, limitaciones y realidades:
Trata de estar sereno. Los ni?os absorben como esponjas o radares gigantes el tono emocional que hay en el ambiente. Si son peque?os reaccionar¨¢n a ¨¦l con respuestas similares a lo que est¨¢n percibiendo y esto incluye a los beb¨¦s. Si son m¨¢s mayores, podr¨¢n verbalizarlo, pero no por ello, no lo acusar¨¢n. Ergo, eres el responsable del tipo de energ¨ªa emocional que flota en tu casa en estos d¨ªas. Esto no significa que no surjan roces, enfados, momentos dif¨ªciles. Significa que el tono predominante lo protagonizas tu y por supuesto, el resto de adultos que compartan la educaci¨®n de los m¨¢s peque?os y se encuentren en la casa.
Maneja de forma inteligente e higi¨¦nica la informaci¨®n. Ante semejante bombardeo hay que seleccionar lo que se ve y lo que se escucha y dosificar los tiempos para ello, con el fin de no aumentar los niveles de ansiedad cuya l¨ªnea base ya se encuentra muy elevada. Igual que entendemos que una adecuada higiene de manos disminuye el riesgo de contagio, una adecuada higiene mental, disminuye el riesgo de angustia y ansiedad. En cuanto a los ni?os, no pueden ni deben quedarse al margen. Responde a sus dudas, no con evasivas que muy probablemente van a dibujar en su fantas¨ªa ideas mucho m¨¢s terribles de lo que ya son y solo siembran ansiedad. Adec¨²a tu respuesta a su edad y deja de explicarles cuando den muestras de que ya no quieren saber m¨¢s. Ellos marcar¨¢n el ritmo y la necesidad. Tu solo debes estar disponible, ser honesto y adaptar respuestas libres de dramatismo y crudeza, pero tambi¨¦n de mentiras.
Haz de la flexibilidad un mantra y de la humildad un leiv motiv que te sirva de br¨²jula siempre, pero ahora resulta esencial. Cuando hace solo unos d¨ªas viv¨ªamos en ese espejismo de normalidad, cre¨ªamos tener el control. El control de nuestras vidas, de nuestras decisiones, de nuestros movimientos, de casi todo. Pero esta pandemia nos ha demostrado la fragilidad de esa percepci¨®n. Puedes vivirlo (y transmitirlo) como indefensi¨®n, o como una lecci¨®n de humildad que nos permite hacer nuevos aprendizajes. Adem¨¢s del bombardeo de informaci¨®n, memes, poes¨ªas, etc., que llenan nuestras pantallas cada d¨ªa, tambi¨¦n hay una machacona insistencia en llenar nuestras horas de actividades para ¡°no aburrirnos¡±, para distraer la ansiedad, para que las horas no se nos hagan tan largas¡
No transmitas a tus hijos la idea de que hay que ¡°matar¡± el tiempo o ¡°distraer la ansiedad, el miedo o el dolor¡±. Permite que emerjan el aburrimiento, la duda, la frustraci¨®n y el cansancio porque de esa manera podr¨¢s ayudarles a gestionarlo. Solo vivi¨¦ndolo sacar¨¢n de dentro las herramientas que van a necesitar el resto de su vida. Incluso cuando volvamos a la normalidad, cualquiera que esta vaya a ser, van a tener que lidiar en la vida con todo tipo de emociones dolorosas (no negativas) y es ahora cuando van construyendo los recursos para ello, con tu apoyo, tu contenci¨®n y tu incondicionalidad. Es necesario aprender a fluir sin tener la mente embotada a todas horas con los arlequines de la modernidad colapsando nuestros sentidos. Ahora m¨¢s que nunca la realidad se ha vuelto infot¨®xica.
Construye, sigue siendo un modelo de superaci¨®n en tiempos de adversidad, de empat¨ªa en tiempos de racismos y separatismos. Haz algo que aporte y ayude a otros e invita a tus hijos a que tambi¨¦n lo hagan, sin imposiciones, solo s¨¦ ejemplo y crea las condiciones que faciliten su sentido de solidaridad y empat¨ªa. Y, por supuesto, neutraliza cualquier atisbo de racismo, odio o culpabilizaci¨®n de lo que estamos viviendo. Transmite la idea de que cada ser humano hace lo mejor que sabe y puede de acuerdo con su historia y circunstancias, pon en valor lo positivo, la parte luminosa de esta oscura realidad: la labor de los sanitarios, de las personas de limpian, de las que atienden en el s¨²per, las que se brindan para apoyar, para llevar la compra a quienes no pueden, las que salen a aplaudir cada d¨ªa a las 8 en punto. Cu¨¦ntale que la sombra no puede existir en ausencia de luz.
Y, cuando te fallen los recursos, las ideas, las soluciones y la calma y te venza el miedo, la ansiedad y la pena entonces no lo dudes, aprende de tus hijos. Los ni?os suelen saber muy bien qu¨¦ es esencial y qu¨¦ es accesorio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.