Qu¨¦ deben saber los padres sobre la masturbaci¨®n adolescente
Un dato curioso: los chicos comienzan la autoestimulaci¨®n sexual mucho antes que las chicas
La masturbaci¨®n es una pr¨¢ctica que se lleva realizando desde el inicio de los tiempos. Ya en el a?o 388 a.C., Arist¨®fanes hablaba de ello. Pero no hace falta que nos vayamos tan atr¨¢s en el tiempo. En cada casa con un adolescente (preferentemente var¨®n) se tiene muy presente, por ejemplo, en la intimidad que necesitan desde que alcanzan la pubertad; o en la cantidad de papel higi¨¦nico que misteriosamente derrochan; o el largo tiempo que pasan en la ducha. Sin embargo, y a pesar de la cotidianidad con que sabemos que se practica, sigue siendo un tema tab¨².
S¨ª, nos referimos a la masturbaci¨®n o ¡°acto autoestimulatorio que tiende a producir o incrementar la satisfacci¨®n sexual¡±, seg¨²n la definici¨®n del estudio Masturbaci¨®n: mitos y realidades, de Alberto Bardi, Carolina Leyton y Vania Marti?nez. Una pr¨¢ctica que, como bien sabemos en la actualidad, no produce ni melancol¨ªa, ni crisis hist¨¦ricas, ni ceguera, ni impotencia, ni esterilidad, como afirmaba el neur¨®logo protestante calvinista Samuel Tissot, en 1758, en su libro, El onanismo. Tampoco es el culpable de los granos de la barbilla de los adolescentes, ni de la calvicie de los adultos, ni provoca malformaciones f¨ªsicas en los test¨ªculos...
Ni en casa ni en los centros educativos
A pesar de la falsedad de todos estos mitos, muchos de ellos herencia de la cultura judeocristiana, se sigue sin hablar abiertamente de estos temas ni en casa ni en los centros educativos. Y de hacerlo, es mucho m¨¢s frecuente referirse a los adolescentes varones que a las chicas, probablemente por aquello de que, seg¨²n se ha dicho durante d¨¦cadas, ¡°las mujeres no se masturban¡±. Tanto es as¨ª que una encuesta realizada por la marca y tienda de juguetes er¨®ticos Diversual con motivo del mes de la Masturbaci¨®n, que se celebra durante todo mayo, el 90% de los chicos reconocen masturbarse en la adolescencia, frente al 50% de las chicas.
Rosa Navarro, psic¨®loga y sex¨®loga, afirma que este dato se puede deber a ¡°aspectos como el pudor asociado a esta pr¨¢ctica, la falta de educaci¨®n sexual y la connotaci¨®n negativa que ha arrastrado la masturbaci¨®n femenina a lo largo de toda la historia¡±. Y contin¨²a: ¡°La masturbaci¨®n femenina se ha tratado siempre de una forma distinta a la masculina y eso puede haber afectado y provocado diferencias en la edad de inicio e incluso en la frecuencia de autoestimulaci¨®n¡±.
Diferencia hist¨®rica a¨²n evidente
Y eso que en los ¨²ltimos 50 a?os la transformaci¨®n de la sociedad ha incidido de manera espectacular en la imagen que se tiene de la sexualidad. Pero lo escuchado durante siglos sigue presente, como explica Roberto Sanz, psic¨®logo, sex¨®logo y coordinador de formaci¨®n en la Fundaci¨®n Sexpol: ¡°Ha cambiado mucho en las ¨²ltimas d¨¦cadas, pero la diferencia hist¨®rica es exagerada y a¨²n se pueden observar f¨¢cilmente las diferencias. La informaci¨®n sexual est¨¢ mucho m¨¢s presente y, junto a los movimientos feministas, ha logrado reducir esas diferencias, pero a¨²n hay much¨ªsimas personas reticentes o incluso en contra de la libertad sexual de las mujeres¡±. Y, por lo tanto, de las adolescentes quienes, a pesar de sexualizarlas en muchos casos, se las contin¨²a viendo como seres carentes de inter¨¦s sexual.
La realidad es que, por mucho que queramos darle naturalidad, tanto en chicos como en chicas, pillar a un hijo o hija en pleno acto de onanismo no deja de resultar muy inc¨®modo para los progenitores. Pero tambi¨¦n el simple hecho de hablar de ello para, sin ir m¨¢s lejos, normalizarlo. Porque, por suerte, no hablarlo no va a hacer que no exista. Navarro: ¡°El no hablar de masturbaci¨®n con nuestros hijos/as no va a hacer que esta pr¨¢ctica desaparezca, tan solo la va a invisibilizar para nosotros. La informaci¨®n les va a llegar, y siempre va a ser mucho mejor que se la podamos aportar nosotros mismos para as¨ª poder asegurar que lo que reciben es informaci¨®n veraz y acompa?ar en todas las dudas que les vayan surgiendo¡±. Dudas, como los mitos a los que nos refer¨ªamos antes.
Educaci¨®n temprana
Pero atenci¨®n, si tus hijos ya son adolescentes, quiz¨¢s ya llegues tarde porque, como casi todo en la educaci¨®n, lo ideal es formar antes de tiempo. ¡°El error m¨¢s com¨²n es intentar hablar de sexualidad cuando las personas adultas consideramos que es necesario, pero en ese momento ya es tarde, pues la curiosidad, el placer, los sentimientos y las relaciones entre iguales son una preocupaci¨®n temprana. No debemos intentar hablar de sexualidad cuando creamos que ya se ejerce, se practica. Debe hacerse mucho antes para poder tener ese canal abierto y que la comunicaci¨®n pueda ser fluida, sincera y bidireccional, sin pretender dirigir o inculcar lo que suelen considerarse verdades desde el punto de vista adulto (que generalmente est¨¢n llenas de prejuicios por la propia experiencia y la mala educaci¨®n sexual recibida, aparte de la verg¨¹enza y los miedos)¡±, afirma Sanz. Y concluye: ¡°Lo ideal es mantener siempre un canal de comunicaci¨®n abiertamente sincero y claro, no ya en la adolescencia, sino muchos a?os antes¡±.
A pesar de que nos cueste, de que lleguemos tarde o de que ellos se nieguen a tratar el tema, ¡°hablar de masturbaci¨®n debe entrar dentro de nuestro papel como agentes educadores¡±, comenta Rosa Navarro. Y no solo importa lo que se dice ¡°sino c¨®mo se dice. La actitud y la respuesta que los hijos e hijas observen a la hora de tratar la masturbaci¨®n va a influir en la percepci¨®n que se lleven sobre esta pr¨¢ctica. La masturbaci¨®n es una actividad natural, y de ese modo hay que acercar el tema, de forma progresiva, adecuando siempre toda la informaci¨®n y explicaciones al nivel de comprensi¨®n y edad de los/as hijos/as¡±. Y, muy importante, y por mucho que quiz¨¢s nos pueda costar, sin hacer diferencia entre g¨¦neros. La masturbaci¨®n es igual de natural y de necesaria entre ellos que entre ellas. Y somos nosotros quienes se lo debemos transmitir as¨ª.
Para una vida adulta sexual sana
Una buena t¨¢ctica para superar nuestro pudor puede ser recordar que les puede hacer mucho bien a medio plazo: ¡°La masturbaci¨®n es una herramienta muy potente de autoconocimiento. Explorarnos nos va a ayudar a conocernos y a descubrir no solo aspectos de nuestra anatom¨ªa, sino tambi¨¦n de nuestros gustos y preferencias¡±, asegura la sex¨®loga. Roberto Sanz se muestra de acuerdo: ¡°La adolescencia es una ¨¦poca de grandes descubrimientos y cambios, momentos en los que suelen asentarse bases para la futura personalidad propia. De la misma manera que una represi¨®n sexual afectar¨¢ negativamente a muchas ¨¢reas de la vida, adem¨¢s de la propia sexualidad, como la autoestima o las relaciones interpersonales; una sexualidad libre, abierta y saludable se relaciona con aspectos positivos en las mismas ¨¢reas y es de una gran importancia¡±.
Evidentemente, no tenemos por qu¨¦ saber cu¨¢ntas veces practican la masturbaci¨®n al d¨ªa. Primero, porque no es asunto nuestro. Segundo, porque pertenece a la intimidad de su dormitorio (o del cuarto de ba?o¡) y as¨ª debemos transmit¨ªrselo. Pero s¨ª es interesante que sepamos ¡ªy sepan¡ª que ¡°generalmente hay periodos en los que la masturbaci¨®n puede parecer muy habitual, como tras el descubrimiento o en ¨¦pocas de m¨¢s estr¨¦s, pero es normal que se autorregule de forma natural en cada caso¡±, asegura Sanz. Solo si dejan de hacer actividades de ocio que antes disfrutaban o incluso descuidar sus responsabilidades acad¨¦micas, se podr¨ªa hablar de ¡°adicci¨®n o compulsi¨®n¡±. Y en tal caso, seg¨²n Sanz, ellos mismos pedir¨¢n ayuda.
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