Padres viudos: c¨®mo acompa?ar a los hijos en ese dif¨ªcil momento sin olvidarse de uno mismo
Los expertos aseguran que es habitual que los progenitores desatiendan sus necesidades y se centren solo en el cuidado de los ni?os e inciden en que es esencial que aprendan a gestionar sus propias emociones para ayudarles
El fallecimiento de uno de los progenitores abre un doble proceso de duelo ante la p¨¦rdida cuando hay hijos en com¨²n. El adulto que queda al cuidado de los ni?os asume una mayor carga emocional al tener que sostenerse y acompa?ar, a la vez, a los hijos que quedan hu¨¦rfanos. No resulta sencillo compaginar y gestionar la intensidad emocional que genera esta situaci¨®n, que acarrea sensaci¨®n de fragilidad mientras se tiene que ayudar a los hijos con su duelo, adem¨¢s de seguir con la crianza y ocuparse de las necesidades cotidianas.
El progenitor que se queda viudo suele tener la sensaci¨®n de ¡°cargar con toda la responsabilidad que antes era compartida; de seguir viviendo de la misma manera, a pesar de que tantas cosas han cambiado; de posponer las propias necesidades y de congelar el duelo a la espera de que sus hijos crezcan y no le necesiten tanto¡±, explica M¨®nica Monedo, psic¨®loga cl¨ªnica, especialista en cuidados paliativos y acompa?amiento en duelo, vocal de psicolog¨ªa de la Asociaci¨®n Madrile?a de Cuidados Paliativos (AMCP).
Monedo aconseja a los padres viudos estas recomendaciones para conseguir un duelo sano de toda la familia:
- Reorganizar la rutina, porque la situaci¨®n ha cambiado y hay que seguir gestionando los asuntos cotidianos, para lo que conviene implicar a los hijos en ello.
- Cuidarse y reservar un tiempo personal, ya que es habitual que los progenitores viudos desatiendan sus necesidades y se centren solo en el cuidado de sus hijos.
- Evitar delegar la responsabilidad de cuidar y educar a los hijos. Estos necesitan al padre que les queda m¨¢s que nunca. No obstante, tambi¨¦n es recomendable buscar apoyo en familiares y amigos.
- Gestionar las emociones propias y las de los hijos a trav¨¦s de la observaci¨®n para identificarlas; permitirse sentirlas; expresarlas y compartirlas.
- Hablar de la persona fallecida y de su muerte facilita la comunicaci¨®n de las emociones; ayuda a comprender lo ocurrido y lo que se siente.
- Evitar exigirse estar bien antes de tiempo y permitirse llorar, incluso delante de los hijos, porque desbloquea el dolor y la tristeza.
- Dejarse ayudar por los hijos y aprender de ellos, porque su forma de gestionar estas situaciones, incluso cuando son peque?os, puede sorprender de manera positiva.
- Valorar lo que permanece tras la muerte del ser querido y mantener algunas costumbres y tradiciones es una forma de tener presente al padre o la madre que ya no est¨¢.
- Celebrar la vida sin que la culpa lo impida. El objetivo es que la familia vuelva a ser feliz de otra manera y con otras circunstancias.
- Solicitar ayuda profesional, en caso de que se necesite.
La importancia de los rituales en la despedida final
El hecho de acompa?ar al padre o madre al final de la vida y realizar rituales de despedida, como participar en el entierro o asistir al tanatorio, facilita la aceptaci¨®n de la muerte a los ni?os y el inicio del proceso del duelo. De esta manera, ¡°la figura del fallecido formar¨¢ parte de la historia de la familia, dejar¨¢ de tener influencia directa en el funcionamiento de esta¡±, explica Carola del Rinc¨®n, psicoonc¨®loga, experta en Psicolog¨ªa Integral Paliativa Pedi¨¢trica del Hospital Infantil Universitario Ni?o Jes¨²s de Madrid y presidenta de la Asociaci¨®n Madrile?a de Cuidados Paliativos.
Hay que tener en cuenta que los menores contextualizan la muerte seg¨²n su edad, como en el caso de entre los tres y seis a?os en que la asocian con algo reversible o, a partir de los siete a?os, cuando tienen m¨¢s integrada la idea de que la persona nunca volver¨¢. ¡°Tambi¨¦n influyen las experiencias que hayan tenido al respecto con anterioridad. Ellos tienden a expresar su duelo a trav¨¦s del comportamiento, por lo que el juego es una t¨¦cnica muy ¨²til, como con los dibujos, los diarios, la m¨²sica o compartir los recuerdos de quien se fue con los abuelos, los primos u otros miembros de la familia¡±, a?ade la experta.
C¨®mo se vive perder a tu pareja
Cada persona gestiona de manera diferente el duelo de perder a su pareja y progenitor de sus hijos. En el caso de ?ngel Garc¨ªa, de 38 a?os, padre de dos hijas de 10 y 12 a?os y cuya esposa falleci¨® hace poco, comenta: ¡°Han pasado dos meses desde que se fue el amor de mi vida, pero me deja dos ni?as llenas de amor y miles de recuerdos. Puedo ver sus fotos; oler sus cosas; ver a mis hijas vestidas con la ropa de su madre, pero todav¨ªa no puedo escuchar sus audios ni ver sus videos¡±. Garc¨ªa explica que cada persona tiene su propio proceso de duelo cuando enviuda: ¡°Ahora, queda un largo camino junto a mis peque?as. Ellas son las que m¨¢s me est¨¢n ayudando. Este duelo lo cura el tiempo, cada uno tenemos el nuestro. Mi consejo es que hay que ser pacientes y constantes; permitirse llorar y estar mal, as¨ª como apoyarse en los tuyos¡±.
Puedes seguir Mamas & Papas en Facebook, Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter quincenal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.