No intervenir en sus peleas y otras estrategias para mejorar la relaci¨®n entre hermanos

Seguramente lo que muchos recuerdan de su infancia es el tiempo compartido con sus hermanos o hermanas. Da igual si eran m¨¢s mayores o m¨¢s peque?os que nosotros, con ellos viv¨ªamos momentos m¨¢gicos que tendremos grabados para siempre en nuestra memoria. Instantes ¨²nicos e irrepetibles que nos hac¨ªan inmensamente felices y en los que aprend¨ªamos los unos de los otros. Las risas interminables a la hora de ir a dormir, las guerras de cosquillas en el sof¨¢, los veranos disfrutando de la playa o la monta?a o las tardes en el parque jugando a la pelota, montando en bicicleta o aprendiendo a hacer eq...

Seguramente lo que muchos recuerdan de su infancia es el tiempo compartido con sus hermanos o hermanas. Da igual si eran m¨¢s mayores o m¨¢s peque?os que nosotros, con ellos viv¨ªamos momentos m¨¢gicos que tendremos grabados para siempre en nuestra memoria. Instantes ¨²nicos e irrepetibles que nos hac¨ªan inmensamente felices y en los que aprend¨ªamos los unos de los otros. Las risas interminables a la hora de ir a dormir, las guerras de cosquillas en el sof¨¢, los veranos disfrutando de la playa o la monta?a o las tardes en el parque jugando a la pelota, montando en bicicleta o aprendiendo a hacer equilibrios. Seg¨²n el escritor franc¨¦s Jean Baptiste Legouv¨¦: ¡°Un hermano es un gran amigo que te da la naturaleza¡±. Un regalo para toda la vida que te ayuda a ser mucho m¨¢s feliz y a construir un camino acompa?ado.

La mayor¨ªa de los hermanos no necesitan palabras para entenderse porque entre ellos se crea un lenguaje ¨²nico basado en el afecto y el amor incondicional. Una relaci¨®n repleta de complicidad que construye un v¨ªnculo ¨²nico que perdura a lo largo de toda la vida. Quien ha tenido un hermano o una hermana seguro que ha compartido con ¨¦l o ella un sinf¨ªn de confidencias, emociones y no se ha sentido solo ante los retos que la vida le ha ido regalando.

Los ni?os que tienen hermanos muestran m¨¢s facilidad para aprender valores tan importantes como la cooperaci¨®n, la generosidad o la solidaridad. A trav¨¦s del juego y la convivencia desarrollan habilidades sociales claves para poder solucionar conflictos, hacer frente a la frustraci¨®n y aprender a tomar decisiones. En la mayor¨ªa de los casos, son ni?os y ni?as m¨¢s tolerantes, emp¨¢ticos y agradecidos. M¨¢s capaces de lidiar con situaciones conflictivas y trabajar en equipo.

Las familias que tienen m¨¢s de un hijo deber¨ªan fomentar que se establezcan adecuadas relaciones entre ellos. En ocasiones, no es una tarea f¨¢cil de conseguir, porque puede aparecer mucha rivalidad o celos. Conseguir un buen v¨ªnculo basado en el respeto y el cari?o es fundamental para que puedan convivir mostr¨¢ndose emp¨¢ticos. En cambio, cuando los padres tratan a sus hijos de manera distinta, variando las cantidades de atenci¨®n, cari?o y protecci¨®n, las relaciones entre hermanos son propensas a ser m¨¢s conflictivas y menos agradables porque los ni?os suelen sentir estas diferencias como injustas.

Estas son cinco estrategias que ayudar¨¢n a las familias a mejorar la relaci¨®n entre sus hijos:

1. No realizar comparaciones. A nadie le gusta sentir que el otro siempre hace las cosas mejor que ¨¦l o se comporta de una manera m¨¢s correcta. Cada ni?o, ante los ojos de sus padres, debe sentirse ¨²nico y especial, saber que le aceptan tal y como es y no le ahogan con sus expectativas. Si los hermanos sienten que siempre es uno el preferido de sus progenitores ser¨¢ muy dif¨ªcil que se establezca una buena relaci¨®n entre ellos porque aflorar¨¢n los celos, el rencor y la competitividad.
2. Dedicar el mismo tiempo a todos los hijos por igual. Cada uno de ellos deber¨ªa poder tener un tiempo de exclusividad con sus progenitores. Unos ratos distendidos donde puedan compartir ocio sin distracciones, hablar sin interrupciones y expresar todo aquello que les gusta o les preocupa. Estos tiempos de calidad ayudar¨¢n mucho a crear un apego seguro.
3. Aceptar que las ri?as y las peleas entre hermanos son habituales y sanas para el desarrollo. Ante estos conflictos, los progenitores no deben intervenir fomentando que los hermanos busquen soluciones de forma aut¨®noma a sus problemas. Si lo hacen, sentir¨¢n que los padres se posicionan a favor de uno o del otro y eso complicar¨¢ m¨¢s la situaci¨®n.
4. Hacer part¨ªcipes a todos los hermanos de todo lo que pasa en la familia, consiguiendo que sientan que ocupan un lugar muy importante en ella, teniendo en cuenta las opiniones, las necesidades o los deseos independientemente de la edad que tengan. Establecer normas de manera consensuada y generar un clima de colaboraci¨®n en casa facilitar¨¢ mucho la convivencia de los miembros de la familia.
5. Ense?ar a aceptar las diferencias. Eso permitir¨¢ a los ni?os a ser m¨¢s tolerantes y respetuosos con los dem¨¢s. Es relevante que cada miembro de la unidad familiar pueda mostrarse tal y como es, con sus virtudes y defectos, sin sentirse cuestionado o etiquetado por los dem¨¢s.

Las buenas relaciones entre hermanos son un proceso de aprendizaje en el que los padres tienen un papel crucial. Por esta raz¨®n es tan valioso que observen con atenci¨®n las relaciones que se establecen entre ellos, potenciando el respeto mutuo, la asertividad y la comunicaci¨®n. Como dec¨ªa la escritora Marion C. Garretty: ¡°Un hermano es un trocito de ni?ez que nunca perdemos¡±.

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