Danza, yoga y meditaci¨®n: tres actividades para que los ni?os gestionen sus emociones
Tan simples como poderosas, algunos ejercicios espirituales, tanto f¨ªsicos como meditativos, potencian el bienestar corporal y mental de los m¨¢s peque?os
La palabra bienestar puede referirse a muchas actividades que incluyen un abanico enorme de posibilidades. Desde los placeres cotidianos de la vida, que algunos encuentran en el deleite de las comidas o en descansar bien, hasta las personas que aman el ocio o la cultura y disfrutan de los libros o se embelesan en la contemplaci¨®n y ejecuci¨®n de obras de arte. Existen pr¨¢cticas espirituales, como la meditaci¨®n y el yoga, que relajan y ayudan a reconocer emociones, pero mientras que hay pa¨ªses en los que ya forman parte de la rutina de bienestar de sus ciudadanos, integrar estas t¨¦cnicas en su v...
La palabra bienestar puede referirse a muchas actividades que incluyen un abanico enorme de posibilidades. Desde los placeres cotidianos de la vida, que algunos encuentran en el deleite de las comidas o en descansar bien, hasta las personas que aman el ocio o la cultura y disfrutan de los libros o se embelesan en la contemplaci¨®n y ejecuci¨®n de obras de arte. Existen pr¨¢cticas espirituales, como la meditaci¨®n y el yoga, que relajan y ayudan a reconocer emociones, pero mientras que hay pa¨ªses en los que ya forman parte de la rutina de bienestar de sus ciudadanos, integrar estas t¨¦cnicas en su vida sigue sin ser una prioridad para muchas familias espa?olas. Aun as¨ª, las vacaciones de verano pueden ser un buen momento para probarlas.
Una encuesta llevada a cabo en 2022 por el Instituto Americano Fetzer, denominada What Does Spirituality Mean to Us? A Study of Spirituality in the United States (?Qu¨¦ significa la espiritualidad para nosotros? Un estudio sobre espiritualidad en Estados Unidos), lleg¨® a la conclusi¨®n de que alrededor del 86% de la poblaci¨®n de Estados Unidos practica la espiritualidad a menudo. Es m¨¢s, seg¨²n determina el informe, que no diferencia entre actividades religiosas y las que no lo son, los ciudadanos estadounidenses las ¡°consideran muy especiales e imprescindibles¡±. Adem¨¢s, un porcentaje muy alto las sit¨²an en una parte central de sus rutinas y estilo de vida para un mayor bienestar mental y f¨ªsico ?Podr¨ªa la espiritualidad llegar a ser responsable de nuestro bienestar? La respuesta, tal y como cuenta la profesora de yoga Kim Valladareses es que ¡°por supuesto que s¨ª¡± y no hay porque dejar a los ni?os fuera de estas actividades y sus beneficios.
Seg¨²n explica Valladares, por ejemplo, primero est¨¢ la danza consciente. Esta actividad no se trata de un baile coreogr¨¢fico, sino de mover el cuerpo para expresar emociones retenidas o bloqueadas. ¡°Esta es una de las causas que provocan los conflictos familiares, sean estos grandes o peque?os¡±, comenta. ¡°La liberaci¨®n en movimiento ¡ªo danza consciente¡ª¡±, prosigue, ¡°es una t¨¦cnica terap¨¦utica que permite soltar emociones que se encuentran alojadas en el cuerpo a trav¨¦s del movimiento libre y la respiraci¨®n consciente ¡ªprestando atenci¨®n cuando se inhala y cuando se exhala¡ª; es un acto de libertad y amor propio¡±. La experta lo considera una forma de expresi¨®n y de reconexi¨®n con uno mismo: ¡°A los ni?os se les ense?an rutinas estrictas desde edades muy tempranas y esto les provoca rigidez, falta de expresi¨®n y la no aprobaci¨®n de sus emociones, la cual puede aumentar con el tiempo y se podr¨ªa reflejar en adolescencias problem¨¢ticas¡±.
De hecho, un estudio realizado por psic¨®logos y psiquiatras de la Universidad de California (UCLA) demuestra que la danza consciente, tanto en solitario como en grupo, tiene beneficios curativos para la salud mental. El informe, que se public¨® en la revista cient¨ªfica ScienceDirect en 2021 y se titula Conscious dance: Perceived benefits and psychological well-being of participants (Danza consciente: Beneficios percibidos y bienestar psicol¨®gico de los participantes), explica que al tratarse de un movimiento libre invita a la reflexi¨®n. Es una pr¨¢ctica m¨¢s meditativa que f¨ªsica al ser autodirigida, lo que hace que sea m¨¢s f¨¢cil dejarse llevar, seg¨²n las conclusiones del informe.
¡°La danza consciente es una herramienta poderosa para que los ni?os puedan aprender desde peque?os a gestionar sus emociones, expresar lo que sienten en un entorno seguro, sin necesidad de hacer pataletas para llamar la atenci¨®n¡±, incide Valladares. Seg¨²n subraya, los menores son m¨¢s conscientes de sus movimientos que los adultos, pues para ellos solamente existe el presente: ¡°Y lo disfrutan al m¨¢ximo, como si no fuese a terminar nunca¡±. Adem¨¢s, la profesora de yoga indica que esta pr¨¢ctica ayuda a los menores a desarrollar su conciencia corporal, mejorando la motricidad y la flexibilidad tanto corporal como neuronal. ¡°El cerebro tiene neuroplasticidad, que es la capacidad que tienen las neuronas de regenerarse, por lo cual, esta pr¨¢ctica puede ayudar mucho en una familia conflictiva e incluso puede transformar las relaciones por completo, puesto que cuando danzamos tambi¨¦n se sincronizan los corazones¡±, a?ade.
El yoga y la meditaci¨®n
Diahann Tamacho, profesora de yoga y meditaci¨®n en familia y directora del Centro Aviluz en Madrid, asegura que las pr¨¢cticas de meditaci¨®n consciente o yoga tambi¨¦n son ¨²tiles para crear v¨ªnculos entre las familias, algo muy beneficioso y que ayuda a los ni?os, tanto a nivel personal, como por el hecho de compartir una actividad con sus padres. En su centro realizan actividades para menores que van de los tres a los 12 a?os. Para que ellos entiendan lo que hacen, les hablan de las posturas mediante cuentos: ¡°Por ejemplo, vamos al bosque y hacemos la postura del ¨¢rbol, nos encontramos con un le¨®n y hacemos la postura. Lo importante es que disfruten y se lo pasen bien, que sepan que se pueden expresar libremente y sin juicios, para que puedan integrar las distintas pr¨¢cticas de meditaci¨®n que existen y las puedan usar a su favor cuando las necesiten¡±.
Para Tamacho, estas actividades potencian la atenci¨®n de los ni?os porque, normalmente, se dispersan con facilidad y estas pr¨¢cticas les ayudan a centrarse y, sobre todo, a gestionar sus emociones. ¡°La pr¨¢ctica del yoga cuando se orienta a los menores consiste en imitar las posturas de los animales y a ellos les encanta porque es una conexi¨®n con su parte primaria¡±, a?ade. Esto quiere decir, seg¨²n explica, que se estar¨¢n conectando con la naturaleza y con la esencia del ser humano. Y adem¨¢s, es algo que pueden hacer con sus padres: ¡°Est¨¢ muy bien porque los adultos recuerdan su ni?o anterior. Con una pr¨¢ctica al d¨ªa de 20 minutos es suficiente y ya se genera una conexi¨®n muy bonita¡±.
La meditaci¨®n, por su parte, se combina con pr¨¢cticas cantadas como los mantras o la repetici¨®n de frases para que los peque?os integren la importancia de compartir con los dem¨¢s o pedir perd¨®n. ¡°Se trata de dar las gracias, disculparse, empatizar y entender al otro y los gustos de cada uno desde la convivencia y la fluidez. De esta forma, aprenden a compartir c¨®mo se sienten con amigos, en familia o en un campamento¡±, agrega Tamacho.
La meditaci¨®n es una pr¨¢ctica donde lo esencial es que los ni?os escuchen a su cuerpo y a s¨ª mismos. ¡°Pueden tener la herramienta de la respiraci¨®n y hacerla inconsciente o a voluntad (para que se relajen o para que se activen). Muchas veces, ellos mismos piden meditaciones que les han sentado bien y les han ayudado a gestionar un enfado. Con ello, por ejemplo, aprenden que enojarse est¨¢ bien tambi¨¦n y forma parte del ser humano¡±, explica la experta. Para ella, lo m¨¢s importante es que estos ejercicios permiten a los ni?os ser ellos mismos: ¡°Estar contentos, estar tristes, sin ser juzgados porque, aunque sean peque?os, es su derecho y aprenden a expresarlo sin proyectarlo hacia los dem¨¢s¡±.
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