Educar en empat¨ªa para reducir la violencia y aumentar la felicidad
Tambi¨¦n influye en nuestra fortaleza mental, lo que se conoce como resiliencia: ayuda a afrontar los traumas vividos y aprender de ellos y utilizarlos como parte de nuestro crecimiento personal
Cuenta Luis Moya Albiol, catedr¨¢tico de Psicobiolog¨ªa de la Universitat de Val¨¨ncia, que de ni?o disfrutaba haciendo teatro y le gustaba ponerse en el lugar de los personajes para acercarse a su forma de sentir, de pensar y de actuar. Sin conocer siquiera todav¨ªa el t¨¦rmino, el hoy doctor en Psicolog¨ªa estaba trabajando la empat¨ªa, una capacidad a la que ya en la adultez ha dedicado a?os de estudio y tres libros, el ¨²ltimo de ellos Educar en la empat¨ªa, el ant¨ªdoto contra el bullying (Plataforma Editorial).
A la empat¨ªa, sin embargo, no lleg¨® de forma directa, sino a trav¨¦s del estudio de la conducta violenta. Fue entonces, cuenta, estudiando el cerebro violento, cuando se dio cuenta de la estrecha relaci¨®n entre violencia y empat¨ªa. ¡°Las ¨¢reas cerebrales que regulan la empat¨ªa se solapan en parte con las de la violencia, de manera que la activaci¨®n de esos circuitos cerebrales hacia un sentido, por ejemplo, hacia la empat¨ªa, podr¨ªa actuar biol¨®gicamente como inhibidor del otro, es decir, de la violencia¡±, afirma.
Violencia y empat¨ªa, por tanto, ser¨ªan conceptos relacionados pero incompatibles, de forma que cuanto m¨¢s emp¨¢tico es alguien, muchas menos posibilidades existir¨¢n de que utilice la violencia como forma de resolver los conflictos: ¡°Se trata, pues, de la otra cara de una misma moneda, pues la mejor estrategia para reducir la violencia es fomentar la empat¨ªa¡±.
La ecuaci¨®n, entonces, estar¨ªa clara: educar a ni?as y ni?os en empat¨ªa (en casa y en el aula) contribuir¨ªa a hacer del mundo un lugar mejor y menos violento. Empezando por la misma escuela. No en vano, el experto en psicolog¨ªa y neurociencia, se?ala la empat¨ªa como herramienta clave para luchar contra el acoso escolar y lamenta que los programas desarrollados hasta la fecha para prevenir y erradicar el bullying se hayan centrado m¨¢s en la identificaci¨®n de este tipo de acoso desde los primeros indicios, el diagn¨®stico y las v¨ªas de resoluci¨®n.
¡°El trabajo m¨¢s importante pasa por la prevenci¨®n del acoso escolar y en ese aspecto la educaci¨®n en empat¨ªa es una pieza clave. Dar herramientas a los ni?os y a los adolescentes para afrontarlo es fundamental, pero proveerlos de habilidades emp¨¢ticas es b¨¢sico, porque as¨ª podr¨¢n ponerse siempre en el lugar del que sufre y actuar¨¢n para frenarlo¡±, reflexiona.
Educar en empat¨ªa desde el minuto cero
Todos nacemos con una predisposici¨®n gen¨¦tica y variable a ser emp¨¢ticos. Sin embargo, como recuerda Luis Moya Albiol, las experiencias vividas, el aprendizaje, el ambiente familiar y la educaci¨®n ¡°van a influir considerablemente en el desarrollo de la empat¨ªa¡±. En ese sentido, las primeras experiencias de vida son ya ¡°cruciales¡± para el desarrollo de la empat¨ªa, por lo que para el experto es ¡°fundamental¡± propiciar un ambiente emp¨¢tico a los menores desde el primer momento: ¡°por mucha predisposici¨®n biol¨®gica que se tenga hacia la empat¨ªa, la falta de esta por parte de los cuidadores en los primeros momentos de la vida puede mermar mucho su desarrollo¡±.
En el ¨¢mbito educativo, por su parte, esa educaci¨®n en empat¨ªa ¡°ha de producirse desde la escuela infantil¡±, momento en el que pueden aparecer las primeras burlas o agresiones verbales hacia otros ni?os, pero se?ala que hay que estar ¡°especialmente atentos¡± en la pubertad y durante el periodo que la antecede, ya que es cuando el riesgo aumenta de forma exponencial.
En ese sentido, el autor de Educar en la empat¨ªa, considera ¡°necesario¡± incluir la empat¨ªa como materia en el curr¨ªculo de los m¨¢s peque?os, como ya sucede en pa¨ªses como Dinamarca, ¡°pero tambi¨¦n formar a los docentes e incluso a madres y padres¡±, de modo que la educaci¨®n en empat¨ªa se produzca ¡°transversalmente en todas las materias que cursen y en todos los ¨¢mbitos de su vida¡±.
Lamentablemente y hasta hora, explica Moya Albiol, la empat¨ªa no se ha tenido en cuenta en las pol¨ªticas educativas. La prueba fehaciente para el experto es el proceso de selecci¨®n del profesorado. ¡°?Qu¨¦ se tiene en cuenta para seleccionarlos? Pues b¨¢sicamente sus calificaciones para acceder a los estudios en magisterio, y luego su desempe?o en un concurso-oposici¨®n para acceder al sistema educativo p¨²blico. Pero en ning¨²n momento se eval¨²a su inteligencia emocional o empat¨ªa, algo fundamental desde mi punto de vista, pues considero que es la profesi¨®n m¨¢s importante y la que contribuye notablemente a crear la base de la sociedad¡±, argumenta.
El experto, sin embargo, no se olvida de los padres, madres y/o tutores de los menores, que en su opini¨®n ¡°tienen la misma responsabilidad en la educaci¨®n en empat¨ªa¡± que en cualquier otro aspecto de la educaci¨®n de sus hijos. Al respecto, destaca la necesidad de que madres y padres est¨¦n atentos a la sobreprotecci¨®n, permitan el desarrollo de la propia autonom¨ªa, y potencien la autoestima, la espiritualidad y la creatividad de sus hijos e hijas.
Tambi¨¦n, en ese sentido, invita a los padres y madres a hacer una reflexi¨®n sobre la mucha preocupaci¨®n que mostramos por los conocimientos tangibles (que los ni?os aprendan ingl¨¦s, chino mandar¨ªn y rob¨®tica); y, por el contrario, la poca que tenemos por la educaci¨®n emocional y en valores, por esa empat¨ªa de la que habla el psic¨®logo.
¡°No quiero decir que saber rob¨®tica o chino no sea importante, pero, en mi opini¨®n, no es lo fundamental, pues saber gestionar nuestras emociones y relacionarnos de forma sana con los dem¨¢s nos ayudar¨¢ a formar v¨ªnculos afectivos estables con nuestra familia, amistades y colegas del trabajo. Nos llevar¨¢ tambi¨¦n a que tomemos decisiones basadas en aquello que queremos realmente de acuerdo con c¨®mo nos sentimos, y no en aquello que se nos demanda o se espera de nosotros. E, incluso, te dir¨ªa que una educaci¨®n en empat¨ªa facilitar¨¢ el aprendizaje de nuestras hijas y nuestros hijos, pues se centrar¨¢n en la cooperaci¨®n frente a la competici¨®n, de forma que todos ganan y se ayudan¡±, explica.
Ser emp¨¢ticos para ser felices
Seg¨²n Luis Moya Albiol, la empat¨ªa aporta multitud de ventajas en todos los ¨¢mbitos de nuestra vida. Una de esas ventajas es la felicidad. A ni?os y ni?as m¨¢s emp¨¢ticos, ni?os y ni?as m¨¢s felices. No es de extra?ar, por tanto, que Dinamarca lleve a?os liderando la clasificaci¨®n de pa¨ªses m¨¢s felices del mundo.
¡°Las personas m¨¢s emp¨¢ticas tienen mayor inter¨¦s por el bienestar de los dem¨¢s, lo que se plasma en peque?os detalles en el d¨ªa a d¨ªa que van desde la escucha activa hasta la compresi¨®n de los estados emocionales. Son por ello personas m¨¢s queridas y respetadas, a las que se busca inconscientemente y muchas de ellas, acompa?adas con otras caracter¨ªsticas, tienen gran capacidad de liderazgo. Hablamos, gracias a la empat¨ªa, de personas respetuosas, mentalmente flexibles y solidarias, por lo que los dem¨¢s se sienten aceptados mostr¨¢ndose tal y como son. Ellos, a su vez, conf¨ªan en lo dem¨¢s y tienen gran capacidad para cooperar, por lo que concilian mejor su vida personal y laboral. Por todo ello son personas m¨¢s felices, ya que suelen encontrar muestras de afecto y receptividad en todos los ¨¢mbitos de su vida¡±, subraya el experto.
El autor de Educar en la empat¨ªa se?ala que, adem¨¢s, todos estos beneficios enumerados podr¨ªan tener otros que, de forma indirecta, tendr¨ªan un impacto sobre la salud, ya que recuerda que el apoyo social ¡°es un protector para la depresi¨®n y ansiedad, as¨ª como para la prevenci¨®n del desarrollo de alteraciones relacionadas con los procesos de estr¨¦s, como inmunol¨®gicas, gastrointestinales, musculares, dermatol¨®gicas, etc¨¦tera¡±. La mayor capacidad de conciliar, la flexibilidad mental y el respeto hacia los dem¨¢s, por su parte, contribuir¨ªan adem¨¢s, seg¨²n Moya Albiol, ¡°a una predisposici¨®n positiva que puede fortalecer el estado general de salud¡±. La empat¨ªa, por ¨²ltimo, influir¨ªa tambi¨¦n en nuestra fortaleza mental, lo que se conoce como resiliencia, ¡°pues ayudar¨ªa tanto a afrontar en mejor medida los traumas vividos a lo largo de nuestra vida, como a aprender de ellos y utilizarlos como parte de nuestro crecimiento personal¡±.
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