¡®Las amistades peligrosas¡¯: ?los padres de los amigos de mis hijos son mis amigos?
Esta uni¨®n m¨¢s bien pr¨¢ctica lleva a solo necesitar el contacto cuando a uno se le acaban las ideas para planes de fin de semana o cuando hace mucho fr¨ªo o calor en los parques y hay que pasar las tardes jugando en casa
Hablemos hoy de los padres de otros ni?os con los que acabaremos teniendo una relaci¨®n pr¨®xima y continuada en el tiempo, que mucha gente poco purista calificar¨ªa de amistad. A partir de los treinta y muchos a?os es raro hacer nuevos amigos, y no digamos ya muchos de golpe. Pero si los que se apuntan a yoga, al gimnasio o a clases de cocina entran de repente en una nueva dimensi¨®n llena de desconocidos con los que intentar conectar, los que escolarizamos a nue...
Hablemos hoy de los padres de otros ni?os con los que acabaremos teniendo una relaci¨®n pr¨®xima y continuada en el tiempo, que mucha gente poco purista calificar¨ªa de amistad. A partir de los treinta y muchos a?os es raro hacer nuevos amigos, y no digamos ya muchos de golpe. Pero si los que se apuntan a yoga, al gimnasio o a clases de cocina entran de repente en una nueva dimensi¨®n llena de desconocidos con los que intentar conectar, los que escolarizamos a nuestros hijos, curso a curso, descubrimos nuevas caras que con el tiempo ser¨¢n m¨¢s o menos familiares.
Cada primer d¨ªa de escuela infantil o colegio observamos a los que son nuevos para nosotros (porque se han mezclado clases, porque entramos nuevos nosotros o ellos, porque siempre ven¨ªa la canguro o los abuelos a traer a los cr¨ªos). Entonces calibramos o apostamos cu¨¢ntos de ellos se acabar¨¢n convirtiendo en amigos, conocidos o saludados, que dec¨ªa Josep Pla.
La diferencia con tus amigos de siempre que despu¨¦s han tenido hijos es que el ¨²nico nexo de uni¨®n con esta gente son nuestros ni?os. Como los protagonistas de Perdidos, que se ven obligados a convivir en la isla durante varias temporadas, esta gente en general son personas que invitar¨¢s a tu casa, a tus fiestas y a jugar al parque durante meses o a?os, pero normalmente solo har¨¦is actividades infantiles o, como m¨¢ximo, la t¨ªpica cena de madres o padres cada medio a?o¡
Con algunos ir¨¦is coincidiendo curso tras curso, desde la escuela infantil hasta el instituto, y otros desaparecer¨¢n sin dejar rastro, aunque todo el mundo se mueva por el mismo barrio.
No hablamos de una amistad de parar una bala por el otro en plan guardaespaldas, pero s¨ª de dejar a los ni?os en la casa ajena para que jueguen o hagan pijamada, sin sufrir un infarto por lo que pueda pasar. De hecho, es posible que de algunos desconozcas durante tiempo datos tan b¨¢sicos como el nombre, los apellidos o la profesi¨®n, y que sean (o seas) simplemente el padre o la madre de tal.
Esta amistad pr¨¢ctica nos lleva a solo necesitar el contacto cuando se acaban las ideas para planes de fin de semana o cuando hace mucho fr¨ªo o calor en los parques y hay que pasar las tardes jugando en casa. Pensad en las (pocas) veces que hab¨¦is quedado este verano con los padres amigos o simplemente en las que os hab¨¦is llamado para ver c¨®mo estaban.
No hay maldad, cada uno va a lo suyo, y lo importante es que cuando nos crucemos estemos por el otro con ganas y atenci¨®n.
En vez de contratos indefinidos y amistad para toda la vida, ahora tenemos trabajos espor¨¢dicos y amigos por etapas con derecho a renovaci¨®n.
Aunque vete a saber: una de las mejores amigas de mis padres es la madre de una ni?a que iba conmigo a la guarder¨ªa hace m¨¢s de cuatro d¨¦cadas.
*Mart¨ªn Pi?ol es autor de 33 libros, su serie infantil ¡®La cocina de los monstruos¡¯ se ha publicado en varios pa¨ªses. Su ¨²ltima novela es ¡®El club de las sombras¡¯.
Puedes seguir Mamas & Papas en Facebook, Twitter o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter quincenal.