¡®El hombre que susurraba los caballos¡¯: un paseo en poni, un buen plan con ni?os

No somos muy fans del western ni gente rica del club de polo, de esos que en vez de yate tienen un caballo, pero la falta de ideas para ocio infantil de fin de semana nos ha llevado a probar los paseos en poni. Seguro que a poco rato de vuestro hogar encontrar¨¦is alguna h¨ªpica abierta que acepte visitantes infantiles sin necesidad de abonarse a clases anuales y os permita as¨ª tener un nuevo plan familiar bastante result¨®n para cr¨ªos a partir de los tres a?os.

Quiz¨¢ antes de ir, te pase como a m¨ª y pienses en Christopher Reeve cay¨¦ndose del caballo y quedando tetrapl¨¦jico para siempre. Si un caballo pudo vencer a Superman, quiz¨¢ a priori no es la cosa m¨¢s segura para los ni?os y ni?as. Pero aunque sea evidente, los caballos son una cosa y los ponis, otra. Por car¨¢cter y estatura, aunque el animal se encabrite y se cabree un poco en el peor de los casos la ca¨ªda es m¨ªnima. Eso le pas¨® a una chica que iba delante: el animal se par¨® para rascarse y la ni?a rasc¨® el suelo. El susto no se lo quitaron, pero no hubo da?o f¨ªsico y hasta les devolvieron el dinero.

El paseo suele ser relativamente barato, sobre seis euros la hora entera. Contando que tus hijos no te piden palomitas ni refrescos porque tienen que tener las manos sobre la silla, te sale m¨¢s barato que ir al cine. Y de paso paseas t¨² llevando las riendas, mientras tomas el sol y quemas calor¨ªas para tener m¨¢s hambre para el after-poni, en el t¨ªpico restaurante con carnes a la brasa que siempre est¨¢ cerca de la h¨ªpica (que, no nos enga?emos, es la gran motivaci¨®n para la mayor¨ªa de los padres).

Son varios los beneficios de montar en poni: es un acercamiento l¨²dico y emp¨¢tico a un animal al que pueden acariciar, con el que acaban teniendo un v¨ªnculo emocional despu¨¦s de un rato de hablarle y conducirlo a su manera, y que siempre es bueno para su estado de ¨¢nimo.

Adem¨¢s, es un momento de bajar el ritmo energ¨¦tico de los ni?os domingueros y tenerlos rectos, quietos y concentrados en su montura, consiguiendo m¨¢s control y confianza a medida que van al trote y, de paso, si como es previsible el paseo va bien, superar¨¢n nervios y miedos de enfrentarse a una actividad nueva consiguiendo m¨¢s confianza.

Por supuesto, tambi¨¦n comentar¨¢n que huele mal, se?alar¨¢n todas las bo?igas del camino y, si los ni?os van con hermanos o amigos, se pelear¨¢n por elegir todos al mismo animal o por el casco de un determinado color, habiendo variedad de sobra.

Pero vaya, compensa bastante. Lo peor es que, despu¨¦s, en vez de pedirte un perro como mascota quieran un poni en casa.

*Mart¨ªn Pi?ol es autor de 33 libros, su serie infantil ¡®La cocina de los monstruos¡¯ se ha publicado en varios pa¨ªses. Su ¨²ltima novela es ¡®El club de las sombras¡¯.

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