Si un beb¨¦ molesta con su llanto en un avi¨®n, o uno se calla u ofrece ayuda a sus padres
La biolog¨ªa de los m¨¢s peque?os es inteligente y sumamente eficaz: llora para que el adulto que haya cerca reaccione y le ayude. Y en un vuelo esa suele ser su respuesta al desagradable taponamiento de los o¨ªdos
¡°Si el beb¨¦ grita, pues yo tambi¨¦n grito¡±. Esta frase fue pronunciada por un hombre que, en pleno vuelo, sac¨® a pasear toda su ira, falta de educaci¨®n y empat¨ªa y cuya escena fue grabada por otro pasajero, subida a TikTok y que se ha convertido en viral ¡ªla publicaci¨®n cuenta con m¨¢s de 8.000 comentarios¡ª. Nada nuevo bajo el sol. Lo de los adultos que protestan por el llanto de un ni?o.
Tengo tres hijos de 12, 10 y 5 a?os...
¡°Si el beb¨¦ grita, pues yo tambi¨¦n grito¡±. Esta frase fue pronunciada por un hombre que, en pleno vuelo, sac¨® a pasear toda su ira, falta de educaci¨®n y empat¨ªa y cuya escena fue grabada por otro pasajero, subida a TikTok y que se ha convertido en viral ¡ªla publicaci¨®n cuenta con m¨¢s de 8.000 comentarios¡ª. Nada nuevo bajo el sol. Lo de los adultos que protestan por el llanto de un ni?o.
Tengo tres hijos de 12, 10 y 5 a?os. El peque?o, adem¨¢s, es autista, lo que significa que obedece entre poco y muy poco, aunque a veces tengo suerte. Cuando he viajado con los tres en un avi¨®n, que han sido unas cuantas veces, he advertido a mis vecinos de delante, de detr¨¢s, de los lados y proximidades de la circunstancia de mi hijo menor. Siempre he obtenido as¨ª la comprensi¨®n por adelantado, aunque, en honor a la verdad, el de cinco nunca ha llorado en un trayecto. Ha ido pintando o mirando por la ventanilla, metido en su mundo y disfrutando. Otro cantar han sido las de 12 y 10, cuando siendo m¨¢s peque?as (ahora se portan bien) tuve que lidiar con m¨¢s de una pelea entre ambas porque ¡°yo quiero sentarme en la ventanilla¡± o ¡°yo quiero estar al lado de mam¨¢¡±. En fin, todas esas cosas que le pasan a todos los ni?os del mundo. Si est¨¢s leyendo esto y tienes hijos, sabr¨¢s de qu¨¦ hablo.
Vaya por delante que a m¨ª me molestan mucho los ni?os maleducados, los que se pasan, por ejemplo, en un viaje de tren todo el trayecto corriendo de vag¨®n en vag¨®n, gritando e importunando al resto. Me molestan, m¨¢s que ellos, sus padres que no ponen coto a ese comportamiento. Pero me estoy refiriendo, como es l¨®gico, a ni?os con capacidad para entender qu¨¦ est¨¢ bien y qu¨¦ no.
Ahora bien, un beb¨¦ es una cosa bien distinta. Todos (o casi todos) sufrimos el desagradable taponamiento de los o¨ªdos cuando el avi¨®n comienza a subir. Los adultos tenemos maneras de aliviar esto como pueden ser unos caramelos, beber agua o ¡ªlo que no se debe hacer pero que hacemos (yo al menos)¡ª la consabida acci¨®n de taponarte la nariz y soplar con la boca cerrada estirando bien los carrillos. El caso es que tenemos recursos. Un beb¨¦, no. Porque no habla. Y como no habla, pues llora. As¨ª de sencillo. Y s¨ª, su llanto es molest¨ªsimo. Y lo es precisamente porque la biolog¨ªa lo ha dise?ado as¨ª de manera inteligente y sumamente eficaz: molesta para que el adulto que haya cerca reaccione y solucione el problema que le pueda estar pasando a la criatura.
Si me pongo a pensar en la lista de cosas que me molestan no tengo m¨¢s que enumerarlas. En general, me cae fatal la gente que habla a gritos, sobre todo cuando te arruina tu momento de paz leyendo el peri¨®dico un domingo al sol mientras te tomas el aperitivo. Tambi¨¦n me molestan aquellos que al hablar te tocan el brazo como si as¨ª fueras a escuchar mejor. O quienes no respetan tu espacio personal y te invaden. O los que te interrumpen o te cuentan su vida con pelos y se?ales despu¨¦s de que les preguntes: ¡°?Qu¨¦ tal todo?¡±. Pero como en esta vida conviene mejor no decir todo lo que uno cree, b¨¢sicamente para no ir por la vida enfad¨¢ndote todo el rato, pues me callo. Y me callo y me enervo y termino cabreada. Pero callada. Justo lo que este pasajero no hizo porque es un maleducado. Tampoco hay que darle m¨¢s vueltas.
Pero ya que estamos con este tema podemos hablar de la ni?ofobia que hay en la sociedad. Es much¨ªsimo mejor tolerado un perro que un beb¨¦. En cualquier ¨¢mbito, adem¨¢s. Y a m¨ª me molesta bastante m¨¢s un can que ladra que un ni?o que llora. Y, sobre todo, me deja muy sorprendida que la sociedad haya animalizado a los humanos y humanizado a las mascotas. Porque tener una mascota hoy en d¨ªa es s¨ªntoma de ser lo m¨¢s y lo mejor mientras que tener, por ejemplo, tres hijos, como servidora (y que tampoco son tantos), se mira con recelo. Todav¨ªa si esas personas me ayudaran a pagar los colegios de las criaturas comprar¨ªa sus miradas, pero como no es el caso¡
Me considero una gran defensora de la libertad de un empresario y no me escandaliza que haya establecimientos donde est¨¦ vetada la presencia de la infancia. ?Hoteles sin ni?os? ?Y por qu¨¦ no? Hay que asumir que a algunas personas no les gustan. No pasa nada. Yo, si puedo elegir, escojo un hotel sin mascotas. Y si alguien me tacha de intolerante por ello tampoco es que me importe mucho. Pero un avi¨®n suele ser una elecci¨®n por obligaci¨®n. Y ah¨ª los beb¨¦s y los ni?os tienen que estar protegidos por la ley, es decir, nadie puede cuestionar que se suban a uno.
Si te toca un ni?o maleducado, mala suerte. Como mucho podr¨¢s advertirle al padre o madre, de manera educada, que haga lo posible por controlar que no d¨¦ mucho la vara, pero no ponerte en modo ¡°pues me enfado y no respiro¡± y gritar m¨¢s que el ni?o. ?Y en el caso del beb¨¦? Ah¨ª no hay discusi¨®n posible. Si eres una persona emp¨¢tica te puedes levantar y darle palabras de ¨¢nimo a esos padres que seguro que lo est¨¢n pasando peor que t¨² y ofrecerles ayuda si es posible y la aceptan. Y, sobre todo, mantener el pico cerrado porque un beb¨¦ no es una persona que llore por fastidiar como tampoco lo es un anciano que ha perdido sus facultades cognitivas y puede ponerse a gritar. Al fin y al cabo todos hemos sido beb¨¦s y alg¨²n d¨ªa seremos ancianos, que tambi¨¦n es otra parte de la poblaci¨®n que suele molestar a algunos y esto, como con la infancia, habr¨ªa que hac¨¦rselo mirar.
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