La esposa del m¨¦dico encarcelado tras la muerte de un paciente con covid exige su liberaci¨®n: ¡°Vivo una pesadilla, ¨¦l es inocente¡±
Gerardo Grajales est¨¢ acusado de abuso de autoridad luego de ser denunciado por la hija de un conocido pol¨ªtico de Chiapas que falleci¨® por el coronavirus
La vida le cambi¨® de golpe a Fernanda Ochoa el 25 de julio. Ese d¨ªa hab¨ªa salido de su casa, en el Estado de Chiapas (sureste de M¨¦xico), para atender un asunto familiar cuando recibi¨® una llamada de su esposo, el m¨¦dico Gerardo Grajales Yuca. ¡°Estoy detenido¡±, le dijo. Ochoa no entend¨ªa que pasaba. Su esposo no tuvo tiempo de darle detalles. ¡°Dile a mi pap¨¢ que venga a la direcci¨®n que te voy a enviar y cons¨ªgueme un abogado¡±, fueron sus palabras antes de terminar la llamada. ¡°Fue sorprendente para ambos¡±, dice Ochoa con la voz entrecortada por los nervios. Grajales es el jefe de Urgencias del Hospital de Especialidades Vida Mejor, del Instituto de Seguro Social de los Trabajadores (ISSTECH), localizado en Tuxtla Guti¨¦rrez, capital del Estado, y era el especialista al frente de la pandemia de coronavirus cuando lo detuvieron acusado de abuso de autoridad. El caso ha indignado a sus colegas e involucra a la hija de un influyente pol¨ªtico local que muri¨® en dicho hospital a causa de la covid-19. En M¨¦xico han muerto hasta la fecha 46.688 personas debido a la pandemia. ¡°Vivo una pesadilla. Pido a las autoridades que investiguen bien, porque mi esposo es inocente¡±, afirma entre l¨¢grimas Ochoa.
La acusaci¨®n contra el m¨¦dico la hizo la hija de Miguel Arturo Ram¨ªrez L¨®pez, un pol¨ªtico camale¨®nico con mucha influencia en el Estado, que hab¨ªa sido diputado federal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y tambi¨¦n ocup¨® cargos en otras organizaciones, como el ahora opositor Partido Acci¨®n Nacional (PAN) y el Partido Verde Ecologista de M¨¦xico (PVEM). Un caudillo local, con poder e influencia, a decir de periodistas chiapatecos. Ram¨ªrez L¨®pez falleci¨® a causa de la covid-19 el 7 de julio y su hija, Karen Alejandra Ram¨ªrez Molina, acus¨® de negligencia al doctor que lo atendi¨®, Grajales, e interpuso una demanda en su contra por abuso de autoridad. La mujer alega que el m¨¦dico le pidi¨® equipo y medicamentos a cambio de tratar a su padre. La Fiscal¨ªa local acept¨® la demanda y orden¨® la detenci¨®n de Grajales, quien espera un juicio en las celdas del Centro Estatal Preventivo de Chiapas.
La detenci¨®n de Grajales gener¨® indignaci¨®n entre sus colegas y pacientes. Un d¨ªa despu¨¦s de que fuera apresado, m¨¢s de 500 m¨¦dicos, enfermeras y personal sanitario de varios hospitales de Chiapas se manifestaron en Tuxtla Guti¨¦rrez exigiendo la liberaci¨®n del urgenci¨®logo. Con apenas 41 a?os, Grajales padece una enfermedad del coraz¨®n que le fue diagnosticada hace tres a?os. ¡°Su cardi¨®logo le dijo que no puede estar sometido a situaciones de estr¨¦s. En 2016 tuvo una crisis, le dan escalofr¨ªos, le sudan las manos, le duele el pecho y le sube la presi¨®n arterial¡±, explica Fernanda Ochoa, de 27 a?os y de profesi¨®n odont¨®loga. Ella afirma en conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S que desde que fue apresado no ha podido ver a su esposo, porque las autoridades han restringido las visitas a la prisi¨®n a causa de la pandemia. Este s¨¢bado esperaba ansiosa los resultados de una resonancia magn¨¦tica a la que ser¨ªa sometido. Su tel¨¦fono no ha parado de sonar, dice, con llamadas de colegas y pacientes que le expresan solidaridad. ¡°Mi esposo no es pol¨ªtico. Es un m¨¦dico al que le apasiona su trabajo. Se sent¨ªa feliz al ver salir adelante a sus pacientes que padec¨ªan covid-19. Estaba orgulloso porque su hospital era el que hab¨ªa tenido mejores resultados frente a la pandemia en Chiapas¡±, asegura.
Ochoa dice que todos los abogados que ha consultado desde la detenci¨®n de su esposo le dicen que las pruebas contra ¨¦l son d¨¦biles y que hay posibilidades de que sea liberado, aunque el 30 de julio el juez local Carlos Morales Urbina admiti¨® el proceso contra Grajales. ¡°Los abogados me dicen que la acusaci¨®n no tiene fundamento, que no est¨¢ sustentada. Esto debe ser un malentendido. Es sorprendente lo que ha pasado, no me lo puedo creer. Hay algo que las autoridades no est¨¢n viendo, mi esposo es inocente¡±, afirma. ¡°Quiero que mi esposo regrese a casa para que conviva con nuestro beb¨¦ de seis meses. Somos una familia tranquila. Esto se una pesadilla y solo quiero que acabe ya¡±.
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