Las inundaciones de Tabasco, la cat¨¢strofe anunciada que no pudo evitarse
Los desastres naturales en el sureste de M¨¦xico dejan una estela de violaciones a derechos humanos, acusaciones de corrupci¨®n y reclamos por malos manejos
El presidente de M¨¦xico, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, se?alaba por la ventanilla de un helic¨®ptero militar c¨®mo el cauce del r¨ªo Carrizal se part¨ªa en dos. ¡°Ten¨ªamos que tomar una decisi¨®n¡±, explicaba el mandatario, durante un sobrevuelo por las zonas m¨¢s afectadas por las inundaciones en Tabasco, su Estado natal, en el sureste del pa¨ªs. Cerrar las compuertas de la presa en el brazo derecho del caudal aseguraba que Villahermosa, la capital estatal, no se inundara por completo. Pero tambi¨¦n implicaba que saliera m¨¢s agua al r¨ªo Samaria, que pasa por comunidades ind¨ªgenas en la periferia de la zona. ¡°Desde luego se perjudic¨® a la gente de Nacajuca, zonas chontales, los m¨¢s pobres¡±, reconoc¨ªa el pasado fin de semana L¨®pez Obrador, ¡°tuvimos que optar entre inconvenientes¡±.
Hay poco que explicar al presidente cuando se trata de inundaciones. Como un 60% del territorio es llano y susceptible a los desbordamientos de los r¨ªos, los tabasque?os han tenido que lidiar con este problema desde que tienen memoria. Las de las ¨²ltimas semanas, por el paso del hurac¨¢n Eta, han dejado al menos 27 muertos y 180.000 damnificados. Las de hace diez a?os afectaron a 130.000 personas. Las de 2007 asolaron a m¨¢s de un mill¨®n de habitantes, tres cuartas partes de la poblaci¨®n. En cada ocasi¨®n surgen las mismas preguntas sobre si se pudo haber hecho algo m¨¢s para evitar el desastre. Y cuando baja el agua se desentierran las pol¨ªticas fallidas, las promesas no cumplidas y sumas millonarias de dinero que nunca llegaron a la ra¨ªz del problema. Hay denuncias de violaciones a derechos humanos, acusaciones de corrupci¨®n y reclamos por malos manejos de las autoridades federales, estatales y municipales. Cada a?o llegan las lluvias y los r¨ªos desbordados siguen apareciendo.
Los primeros registros de inundaciones en Villahermosa datan del siglo XVI y el ciclo pluvial de Tabasco se identific¨® desde finales del siglo XIX. Se detect¨®, adem¨¢s, que el problema era c¨ªclico: cada 10 a?os, m¨¢s o menos, el problema es m¨¢s grave, coinciden acad¨¦micos y organizaciones civiles. El agua fluye en la regi¨®n desde siempre, una planicie en la que desembocan los dos r¨ªos m¨¢s caudalosos en el pa¨ªs, el Grijalva y el Usumacinta, que se forman en las partes altas de Guatemala y representan una tercera parte del agua dulce que corre por M¨¦xico. Es el Estado donde m¨¢s ha llovido en los ¨²ltimos 30 a?os, seg¨²n la Comisi¨®n Nacional del Agua (Conagua). Y este ha sido, adem¨¢s, el a?o m¨¢s lluvioso del ¨²ltimo lustro, seg¨²n datos oficiales.
Mejora situaci¨®n de la Presa Pe?itasEl maestro Pellicer dec¨ªa: ?Esta es la parte del mundo en que el piso se sigue construyendo. Los que all¨ª nacimos tenemos una idea propia de lo que es el alma y de lo que es el cuerpo?. Les doy el minuto a minuto del sobrevuelo en las zonas inundadas de Tabasco.
Posted by Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador on Sunday, November 15, 2020
Presidentes y gobernadores han anunciado obras de infraestructura cada vez que pasa una tragedia, al menos desde 2003. La construcci¨®n de la compuerta de El Macayo, a la que se refer¨ªa L¨®pez Obrador durante su sobrevuelo, fue anunciada en 2009, durante el Gobierno de Felipe Calder¨®n (2006-2012), en respuesta al desastre de 2007. Se invirtieron 1.100 millones de pesos (m¨¢s de 80 millones de d¨®lares) y se esperaba que concluyera en dos a?os, pero se inaugur¨® en cuatro, ya con Enrique Pe?a Nieto (2012-2018) como mandatario. Organizaciones civiles denuncian que la obra ya estaba contemplada desde la presidencia de Vicente Fox (2000-2006), por lo que extienden el tiempo de construcci¨®n a m¨¢s de 11 a?os.
El Macayo es cr¨ªtico por la bifuraci¨®n del Samaria y del Carrizal, ambos afluentes del Grijalva. Es tambi¨¦n una enorme met¨¢fora de la disyuntiva moral y pol¨ªtica que se tom¨® en su momento: proteger a la capital, la ciudad m¨¢s poblada del Estado, a costa de comunidades rurales, ind¨ªgenas y empobrecidas. ¡°La realidad es muy cruda, pero la l¨®gica siempre ha sido salvar a Villahermosa¡±, afirma Jos¨¦ Manuel Arias, de la Asociaci¨®n Ecol¨®gica Santo Tom¨¢s.
Y luego vienen las dudas sobre la gesti¨®n de los recursos. Tras las lluvias de 2007, el Gobierno de Calder¨®n anunci¨® 7.000 millones de pesos en ayudas para la reconstrucci¨®n de Tabasco a trav¨¦s del Fondo de Desastres Naturales, pero la Asociaci¨®n Santo Tom¨¢s denuncia que solo se ejerci¨® una fracci¨®n de los recursos. Documenta tambi¨¦n que entre los gastos erogados se encontr¨® la construcci¨®n de una base para una estatua de Chico Ch¨¦, un conocido cantante, en Villahermosa.
Las sospechas sobre la estrategia de Calder¨®n, como las hubo con Fox y Pe?a Nieto, llegaron hasta la Auditor¨ªa Superior de la Federaci¨®n, el brazo fiscalizador del Legislativo, que dictamin¨® en 2010 que la Conagua ¡°no dise?¨® ni implement¨® el Plan H¨ªdrico Integral de Tabasco de conformidad con la normativa y con las buenas pr¨¢cticas de la administraci¨®n p¨²blica¡±. Tras las inundaciones de ese a?o, la Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos responsabiliz¨® en 2011 a la Conagua y al Gobierno estatal de no garantizar el derecho a la seguridad, la vivienda y a la salud de 5.000 afectados, abrumadoramente ind¨ªgenas chontales, y otras 130.000 v¨ªctimas potenciales. ¡°Ning¨²n gobernador ni ning¨²n presidente ha querido ni ha podido resolver el problema de las inundaciones¡±, comenta Arias.
¡°Estamos en una crisis civilizatoria, los sistemas naturales est¨¢n al l¨ªmite¡±, explica Luis Rey Carrasco, acad¨¦mico de la Universidad Aut¨®noma de Chapingo. Carrasco no echa en saco roto el grueso de las obras que se hicieron para paliar las inundaciones, pero afirma que no se ha llegado al fondo del problema porque las construcciones han sido insuficientes y han tardado demasiado en construirse.
En el panorama general, el investigador enlista como factores determinantes el auge de la industria petrolera y sus consecuencias para el cambio clim¨¢tico; el crecimiento urbano ca¨®tico e ilegal en asentamientos debajo del nivel del mar, la basura y la contaminaci¨®n del agua en las ciudades. En el campo se desplaz¨® a decenas de comunidades, que se inundan, pero aquejan la falta de agua potable. Se construyeron las presas, originalmente no pensadas para la generaci¨®n de electricidad, pero ahora existen grandes intereses p¨²blicos y privados en juego. Se deforest¨® la selva para abrir paso a la ganader¨ªa, se dieron concesiones mineras y para la explotaci¨®n de hidrocarburos, y se introdujeron monocultivos para producir aceite de palma, tambi¨¦n usado en el sector energ¨¦tico. Todo eso aument¨® el riesgo y la vulnerabilidad ante los desastres.
¡°Hay una divisi¨®n del trabajo en el pa¨ªs, a los Estados del sureste se les utiliza como una bodega de recursos naturales¡±, se?ala Ferm¨ªn Ledesma, investigador del Centro de Lengua y Cultura Zoque, en el norte de Chiapas, del otro lado de El Macayo. ¡°El Estado mexicano ha creado una zona de extractivismo dentro de su propio territorio, hoy vemos las consecuencias¡±, agrega Ledesma, que acusa ¡°el abandono y el saqueo¡± de las comunidades m¨¢s afectadas por el derroche medioambiental: ¡°Hay m¨¢s de 20 municipios afectados por las lluvias en Chiapas; hay un fracaso en la pol¨ªtica de protecci¨®n del Estado mexicano¡±.
Amurallar Tabasco contra el agua no es la soluci¨®n al problema, insisten los especialistas. Si no hay una visi¨®n de cuenca, incluso trasfronteriza que contemple a Guatemala, las inundaciones seguir¨¢n llevando al l¨ªmite a la marginada frontera sur. El Gobierno de L¨®pez Obrador est¨¢ por presentar el plan contra la emergencia en Tabasco, el cuarto en cuatro sexenios. Debajo del agua est¨¢ el fondo del problema, el Fonden ha desaparecido por sospechas de corrupci¨®n, esta Administraci¨®n sigue apostando por megaproyectos como la refiner¨ªa de Dos Bocas (tambi¨¦n en Tabasco), un nuevo hurac¨¢n est¨¢ por golpear Centroam¨¦rica y la Conagua tiene menos de la mitad del presupuesto con el que contaba en 2015: pas¨® de m¨¢s 50.000 millones de pesos a menos de 23.000 millones este a?o. ¡°Estamos encajonados en una situaci¨®n cr¨ªtica; no hay alternativas en el corto plazo¡±, advierte Carrasco.
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