La pandemia frena el sinuoso camino de los peregrinos al santuario de la Virgen de Guadalupe
La emergencia sanitaria provoca el cierre de la bas¨ªlica y un amplio despliegue policial impide la llegada de millones de personas a las cercan¨ªas del templo
Hace 501 a?os, cuando Hern¨¢n Cort¨¦s toc¨® tierra en Veracruz, iba acompa?ado de 500 soldados, 16 caballos y un estandarte con la imagen de la Virgen de Guadalupe. M¨¢s de medio milenio despu¨¦s, tras sangrientos enfrentamientos, proclamaciones de independencia, masacres, guerras y otras gestas hist¨®ricas, esta Virgen contin¨²a erigi¨¦ndose como la patrona de M¨¦xico. Tiene su centro de culto m¨¢s grande en la bas¨ªlica de Santa Mar¨ªa de Guadalupe, en la capital. Cada a?o, entre el 10 y 13 de diciembre, se calcula que hasta ocho millones de mexicanos pasan por el templo para venerar a la virgen. Sin embargo, este viernes, con una pandemia de tel¨®n de fondo que ha dejado m¨¢s de 110.000 muertos en el pa¨ªs, la bas¨ªlica se encuentra cerrada, y los polic¨ªas desplegados en los alrededores para evitar aglomeraciones triplican el n¨²mero de hombres con los que Cort¨¦s desembarc¨® en Am¨¦rica.
Los cierres de calles han sumido los alrededores del cerro Tepeyac en el silencio. Hay polic¨ªas motorizados, furgones, retenes y patrullas de a pie por todas partes. Hay m¨¢s barrenderos que peregrinos, y parecen los ¨²nicos encargados de romper el mutismo tan inusual de Ciudad de M¨¦xico mientras amontonan los escasos desechos que se encuentran en la calle, en su mayor¨ªa compuestos de p¨¦talos marchitos y polvo. La calzada de Guadalupe, por donde cada a?o desfilan millones de personas, est¨¢ desierta, solo se ven algunos grupos de indigentes y una bocina clama a nadie las bondades del ejercicio f¨ªsico para mejorar la salud desde la entrada del mercado Plaza de Artesan¨ªas.
A las puertas del mercado hay un puesto con velas en oferta a 25 pesos (poco m¨¢s de un d¨®lar) o tres cuadritos de la Virgen a 100 (cuatro d¨®lares aproximadamente). El ingeniero de las ofertas es Carlos Rodr¨ªguez Moreno. Apenas quedan unos minutos para que el reloj marque las 9 de la ma?ana. ¡°A estas horas, no cabe ni un alfiler por la calzada [en condiciones normales]¡±, cuenta. Sin embargo, con lo que lleva vendido hoy ¡°solo llega para el desayuno y la comida¡±. Y a?ade: ¡°Es muy triste¡±. Los vendedores de im¨¢genes, rosarios y todo tipo de parafernalias guadalupanas encuentran su agosto en diciembre: ¡°Con lo que vendemos en estas fechas podemos llegar a aguantar tres o cuatro meses, hasta abril¡±. Este a?o no ser¨¢ el caso.
Por la Calzada de Los Misterios, en uno de los laterales del templo, no circula ni un coche, y apenas unas almas. En las puertas de un estacionamiento p¨²blico, tres guardias responden a un saludo de manera tajante: ¡°No abrimos hasta el pr¨®ximo lunes, estamos cerrados¡±. Normalmente, aseguran que en estas fechas el estacionamiento no tiene plazas libres, pero hoy est¨¢ desierto.
Un poco m¨¢s all¨¢ doblando una esquina se encuentra el negocio, tambi¨¦n de im¨¢genes virginales, de Aurelio ¡°a secas¡±, que maldice sin blasfemias este a?o que toca a su fin. ¡°No hemos vendido ni un 20% de lo normal¡±, calcula mientras explica que al estar cerrada la bas¨ªlica, de este viernes ya no esperan nada. Para sobrevivir a este a?o, tuvo que improvisar una tienda en su domicilio familiar. Vende huevos, embutidos o leche, pero es una v¨ªa de escape recurrente en su barrio y apenas les da para ¡°sobrevivir¡±. ¡°Si este a?o no nos mata la covid, nos matar¨¢ el hambre¡±, sentencia.
Luis Aranda es polic¨ªa de la Ciudad de M¨¦xico y aunque nunca ha acudido de peregrino a la bas¨ªlica, s¨ª le ha tocado participar en los operativos de otros a?os. Mientras bebe un caf¨¦ para llevar junto a unas vallas que conforman uno de los innumerables retenes, asegura que el dispositivo desplegado se nutre de alrededor de 1.500 agentes. ¡°Otros a?os s¨ª fue m¨¢s dif¨ªcil, muchos ladrones aprovechan para venir a robar a los peregrinos¡±, relata. Sin embargo, admite que este a?o la ¡°monoton¨ªa¡± lo tiene al borde del aburrimiento.
La independencia, el d¨ªa de muertos y ahora las peregrinaciones para honrar a la Virgen de Guadalupe en su bas¨ªlica se unen a la mir¨ªada de eventos cancelados a causa de la pandemia en todo el mundo.
Por contra, sigue habiendo un espacio para la esperanza en los corazones m¨¢s devotos, como el de Elvira Ortega, trabajadora de la tienda La Guadalupana, donde las im¨¢genes religiosas comparten espacio con los souvenirs y r¨¦plicas en miniatura de los templos teotihuacanos. Ortega asegura que la virgen intercede por todos, y cree que la encarnaci¨®n del milagro vino de Rep¨²blica Dominicana este jueves, cuando un comprador ¡°hizo el d¨ªa¡± al comprar recuerdos de la Santa ¡°para su mam¨¢¡±. El milagroso comprador se llev¨® una pulserita de oro, im¨¢genes y una Sagrada Familia labrada en plata entre otros productos. ¡°La Virgen me lo cuide y proteja¡± ruega Ortega. Sostiene que la pandemia ha golpeado a todos, a ¡°Espa?a tambi¨¦n¡± y que nos ha igualado, pero tiene fe en que la virgen interceder¨¢ en auxilio de todos frente a la emergencia sanitaria. Con la fe ciega que comparten los cristianos, los muyahidines y hasta los m¨¢s ateos, asegura que todo se solucionar¨¢: ¡°Vamos a salir¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.