Puerto Vallarta, un tesoro tur¨ªstico en manos del narco
El segundo centro tur¨ªstico de M¨¦xico acumula sucesos violentos y es considerado por el Departamento del Tesoro de EE UU como un nodo de las redes de lavado de dinero
La avenida principal de Puerto Vallarta, el coraz¨®n del segundo centro tur¨ªstico de M¨¦xico, se ha convertido en los ¨²ltimos a?os en el patio de correr¨ªas del crimen organizado. La madrugada del viernes, el exgobernador Sandoval fue asesinado a balazos en un bar de moda. Tres semanas antes, un empresario fue secuestrado cuando volv¨ªa a su casa y a los pocos d¨ªas apareci¨® el cad¨¢ver en una cuneta. En verano, un comando intercept¨® a una decena de turistas al ser confundidos con miembros de un cartel rival. Y hace cuatro a?os, dos hijos de El Chapo Guzm¨¢n fueron secuestrados en otro restaurante a 500 metros de donde hace dos d¨ªas acribillaron al exgobernador.
El local se llama La Leche y sigue siendo una de los reclamos tur¨ªsticos de Vallarta. Toda la decoraci¨®n es blanca y tiene en la carta una langosta a la mantequilla por 850 pesos. Los camareros aseguran que ya no queda nadie de ¨¦poca del levant¨®n. Uno de los aparcacoches, que tampoco estuvo aquella noche en que 20 hombres armados entraron en el restaurante, defiende a su ciudad con el argumento del ¡°mal menor¡± antes de abrir la puerta del deportivo rojo de un cliente.
¡ª?Cree que los turistas siguen viniendo a Vallarta porque se supone que a¨²n es un lugar seguro?
¡ªNo se supone. Es seguro. Aqu¨ª no fue una balacera. Entraron, los agarraron y no hubo desmadre.
Desde luego, no fue como el suceso del viernes de madrugada en el bar Distrito 5. La emboscada al exgobernador empez¨®, seg¨²n las autoridades, con un tiro por la espalda en el ba?o y r¨¢fagas de ametralladoras de unos 10 sicarios cuando los escoltas trataban de sacarlo en coche hacia un hospital. A la misma altura del bar, pero en la otra acera de la avenida, el portero del resort de lujo Grand Venetian que estaba de guardia aquella madrugada ¡°no m¨¢s escuchar los balazos se tir¨® al suelo de la garita¡±, seg¨²n cuentan sus compa?eros.
Las cifras duras de delitos en Puerto Vallarta no desvelan una situaci¨®n de alerta. Destacan el narcomenudeo y las lesiones, mientras que los homicidios, secuestros o extorsiones se mantienen por debajo de la media, por ejemplo, de Guadalajara, la capital de Estado. No hay muchos casos graves. Los golpes del narcotr¨¢fico suelen ser muy meditados. Pero cuando suceden son estruendosos. A pesar de todo, Vallarta se mantiene como un emporio tur¨ªstico, el segundo del pa¨ªs despu¨¦s de Canc¨²n, que recibe de media cinco millones de visitantes al a?o. Sobre todo estadounidenses.
Una familia cruza la avenida por la que escaparon los sicarios el viernes. Todos con la misma camisa hawaiana de flores de colores. Los padres, dos ni?os y la abuela, que adem¨¢s lleva una pamela para esquivar el sol mientras camina a pasitos muy cortos por el cruce. Van camino de la entrada del resort donde el guardia se tir¨® al suelo al escuchar la balacera hace apenas unas horas. El coraz¨®n de Vallarta es un ¡°no lugar¡±, seg¨²n la definici¨®n del antrop¨®logo Marc Aug¨¦. Un espacio impersonal de tr¨¢nsito, de flujo, donde nada permanece. El v¨ªnculo social se deshace y todo es an¨®nimo y funcional. Otro de los trabajadores del Grand Venetian lo resume as¨ª: ¡°Los turistas ni se dan cuenta de nada. Van a la suya¡±.
Lavado de dinero
Anonimato, entrada de divisas y negocios inmobilarios. Tres de los ingredientes favoritos del crimen organizado. ¡°El valor de Puerto Vallarta tiene que ver sobre todo con el narcomenudeo orientado a los turistas y el lavado de dinero. Las estructuras criminales son como un pulpo que necesita depurar su dinero sucio a trav¨¦s de bienes ra¨ªces¡±, apunta H¨¦ctor Escamilla, un periodista local que lleva m¨¢s de 20 a?os investigando el fen¨®meno del narcotr¨¢fico.
Los turbios negocios inmobiliarios est¨¢n detr¨¢s de uno de los ¨²ltimos cr¨ªmenes en la zona. La fiscal¨ªa anunci¨® hace dos semanas que el secuestro y asesinato del empresario Felipe Tom¨¦ ¡°puede estar relacionado con cuestiones de car¨¢cter inmobiliario en torres de departamentos de muy alto nivel, de mucho lujo¡±. El verano pasado, el Gobierno estatal firm¨® un convenio espec¨ªfico con Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretar¨ªa de Hacienda para combatir el lavado de dinero y la corrupci¨®n. Un poco antes, en primavera, polic¨ªas de la fiscal¨ªa federal atrapaban en un apartamento cerca de la playa a Adrian N, acusado de ser el contable del C¨¢rtel Jalisco Nueva Generaci¨®n (CJNG) en Vallarta.
El Departamento del Tesoro de EE UU tambi¨¦n ha se?alado la importancia log¨ªstica de la joya tur¨ªstica de Jalisco para la mafia. Al frente de las redes de lavado aparece en concreto el l¨ªder de la secci¨®n conocida como Los Cuinis. Abigael Gonz¨¢lez Valencia fue detenido en 2015 aqu¨ª, en Puerto Vallarta, y es el cu?ado del capo m¨¢ximo, Nemesio Oseguera Cervantes, ¡®El Mencho¡¯, el segundo narco m¨¢s buscado por la DEA despu¨¦s de Rafael Caro Quintero, el jefe del hist¨®rico Cartel de Guadalajara, nave nodriza de las organizaciones criminales mexicanas.
Paz armada
A finales de los setenta, los pioneros trasladaron la sede de la mafia huyendo de las operaciones militares en su Sinaloa natal, pobre y monta?osa. As¨ª llegaron a Guadalajara, la esplendorosa capital de Jalisco, uno de los motores econ¨®micos y culturales de M¨¦xico. Y durante muchos a?os, una zona de confort para el crimen organizado. El mismo estatus que tuvo Puerto Vallarta, la salida al Pac¨ªfico de Jalisco, durante la primera d¨¦cada pasada. Hasta que en 2008 se rompi¨® la paz armada entre las organizaciones aliadas en torno al cartel de Sinaloa, heredero de la mafia de Guadalajara.
La Federaci¨®n salt¨® en pedazos. El grupo de los hermanos Beltr¨¢n Leyva comenz¨® una sangrienta disputa por las plazas del Pac¨ªfico. Mientras que en la otra costa, aparecieron Los Zetas. Todos contra Sinaloa y su brazo armado de entonces: Jalisco Nueva Generaci¨®n. La ca¨ªda del jefe en la zona, Ignacio Coronel, dej¨® un vaci¨® que r¨¢pidamente fue ocupado por el nuevo cartel, que tambi¨¦n se desgaj¨® de Sinaloa y tom¨® desde principios de esta d¨¦cada el control de Vallarta. As¨ª nac¨ªa CJNG, una organizaci¨®n moderna con una estructura flexible y nuevos patrones de funcionamiento. Ante la pir¨¢mide jer¨¢rquica cl¨¢sica, Jalisco absorbe los peque?os grupos que mandan en las plazas que va conquistando, dej¨¢ndoles autonom¨ªa y conformando una especie de hidra con multitud de c¨¦lulas.
Considerada hoy como la mafia m¨¢s poderosa, mantiene el control de trasiego de droga por el Pac¨ªfico. Los puertos de altura como L¨¢zaro C¨¢rdenas o Manzanillo son las entradas de los precursores asi¨¢ticos para fabricar drogas sint¨¦ticas de nueva generaci¨®n como el fentanilo o la metanfetamina. Vallarta es m¨¢s bien un puerto deportivo, no industrial como los de Colima o Michoac¨¢n, pero su importancia reside, adem¨¢s de en el mercado del turismo, en su valor geoestrat¨¦gico. Es tambi¨¦n la conexi¨®n costera con la zona serrana de Jalisco, donde se encuentran los narcolaboratorios para procesar las drogas.
Vallarta lleva 10 a?os siendo un fort¨ªn de CJNG, clave en su batalla con Sinaloa. Por eso, cuando el 15 de agosto de 2016, dos hijos de El Chapo entraron a cenar a territorio del enemigo, Jalisco respondi¨® con una advertencia. Los j¨®venes fueron capturados y liberados a los cinco d¨ªas. Aun as¨ª, como sucede con el opaco mundo del narcotr¨¢fico, no est¨¢ del todo claro qui¨¦n y por qu¨¦ entr¨® aquella noche al restaurante La Leche. Gabriel L¨®pez, un veterano taxista de la zona del puerto, cuenta que vio a m¨¢s de 20 tipos armados que se bajaron de cuatro camionetas. Su versi¨®n es que no era el C¨¢rtel Jalisco, sino la gente de Sinaloa que llegaron a sacarlos de ah¨ª antes de que llegara el enemigo. ¡°Era la pura gente de El Chapo. Les corrieron de aqu¨ª porque sab¨ªan que era peligroso. Pero como Televisa y TV Azteca nos odia, pues por eso dijeron que fueron los de Jalisco. No es verdad¡±.
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