La central nuclear de Laguna Verde registr¨® una situaci¨®n de riesgo en septiembre

El 3 de septiembre, dos minutos despu¨¦s de las 17.00, el recambio de uranio enriquecido que alimenta la ¨²nica central nuclear de generaci¨®n el¨¦ctrica de M¨¦xico, una operaci¨®n delicada pero rutinaria, deriv¨® en una situaci¨®n de riesgo naranja, un paso antes del rojo, que significa la m¨¢xima alerta para la seguridad de la planta. As¨ª lo revela un reporte de 13 p¨¢ginas elaborado por la Comisi¨®n Federal de Electricidad (CFE) examinado por EL PA?S, donde se identifican deficiencias respecto del ¡°desempe?o humano¡±, de ¡°una sana cultura de seguridad nuclear¡± y de ¡°aspectos program¨¢ticos u organizacionales¡± en la planta. De acuerdo con fuentes de la planta, quienes pidieron mantenerse en el anonimato, este no ha sido el ¨²nico episodio similar vivido en la Central Nucleoel¨¦ctrica de Laguna Verde (Veracruz). En octubre y a principios de diciembre hubo otros dos incidentes que elevaron el riesgo a naranja.

La central propiedad de CFE, ubicada en el municipio de Alto Lucero, en el centro del Estado, tiene dos reactores con una capacidad instalada de 810 megavatios cada uno. Representa un 4% de la capacidad el¨¦ctrica instalada de M¨¦xico y un 2% de la generaci¨®n total del pa¨ªs. Durante su funcionamiento normal y el proceso de recarga de combustible, la planta utiliza un monitoreo por colores que indica los grados de peligro de derretimiento del n¨²cleo o componentes desconectados (una nomenclatura que adapta los est¨¢ndares utilizados por la Comisi¨®n Regulatoria Nuclear de Estados Unidos).

A mediados de agosto, la central de Laguna Verde inici¨® la recarga de combustible, un procedimiento que se lleva a cabo cada 18 meses, que suele demorar un mes y que consiste, a grandes rasgos, en el reemplazo de varillas de uranio que alimentan la estaci¨®n y el traslado de las que ya perdieron energ¨ªa a la alberca de combustible gastado, que almacena los tubos hasta que pierden radiactividad. Parte de las labores de esta operaci¨®n es el cambio de los mecanismos impulsores de las barras de control: unas varillas ubicadas debajo del n¨²cleo que tienen como funci¨®n ralentizar la fisi¨®n nuclear, con el fin de evitar que la generadora acelere su potencia m¨¢s all¨¢ de 100% y est¨¦ expuesta a un estallido. Antes de iniciar esta tarea, el riesgo en la planta era verde: todos los sistemas se desempe?aban de manera correcta.

El 28 de agosto, seg¨²n el reporte de condici¨®n 102649 examinado por EL PA?S ¡ªun informe elaborado por el Departamento de Producci¨®n de la Unidad 1 analiza el estado de un componente de la planta¡ª, personal coloc¨® compuertas de protecci¨®n entre la alberca de combustible gastado (donde se depositan las barras de uranio enriquecido ya usadas), y el llamado ¡°pozo seco¡±: la cavidad entre el reactor y la contenci¨®n de concreto del mismo. Con las compuertas de protecci¨®n instaladas, una empresa contratista cambi¨® cuatro de los 15 mecanismos impulsores de las barras de control. Pero al otro d¨ªa se retiraron las compuertas, detalla el informe elaborado el 11 de septiembre.

El 3 de septiembre, fuera de la programaci¨®n de mantenimiento y mientras un sistema de seguridad estaba deshabilitado, el contratista decidi¨® continuar con el cambio de ocho mecanismos, lo que puso a la central en riesgo naranja durante 13 horas. Reci¨¦n cuando volvieron a colocar las compuertas y concluyeron el recambio de los ocho mecanismos, el sistema pas¨® a color amarillo, que representa una disminuci¨®n moderada de la seguridad.

Luis Bravo, coordinador de comunicaci¨®n para la CFE, afirma que ¡°no ha habido ninguna situaci¨®n de riesgo¡±. El vocero de la comisi¨®n remiti¨® a este diario un comunicado de noviembre que rechaza una informaci¨®n similar publicada en un diario local veracruzano. El bolet¨ªn tambi¨¦n resta credibilidad al testimonio de un exempleado de la planta.

La cadena de acontecimientos detallados en el reporte de condici¨®n 102649 signific¨® que la planta estuvo expuesta al peligro de drenado de la alberca de combustible gastado, que implica que el agua hierva, se evapore y las barras de uranio gastado queden al descubierto y se derritan por el aumento de temperatura, como ocurri¨® en uno de los reactores de Fukushima, Jap¨®n, a causa del terremoto y posterior tsunami en 2011. El derretimiento del uranio gastado podr¨ªa provocar desde la emisi¨®n de gases radiactivos hasta un incendio que podr¨ªa desencadenar eventos mayores, como explosiones.

¡®Una irresponsabilidad muy grande¡¯

La evaluaci¨®n de CFE hall¨® que durante la recarga de combustible hubo riesgo operacional ¡ªcon impacto real o potencial¡ª que consisti¨® en que la disminuci¨®n del calor de la alberca de combustible gastado qued¨® a cargo ¨²nicamente de su propio sistema de enfriamiento y limpieza. La alberca cuenta adem¨¢s con un sistema de remoci¨®n de calor residual que bastar¨ªa para mantener el enfriamiento. La falla desde uno de estos mecanismos hasta la p¨¦rdida de todos los sistemas de enfriamiento, la ebullici¨®n del agua podr¨ªa ocurrir en un lapso de 95,2 horas o producirse en tan solo 10,16 horas.

¡°Hay una irresponsabilidad muy grande. El procedimiento tiene que ser repasado 20 veces para que salga bien. Y pareciera que no hay supervisi¨®n adecuada del regulador. Es preocupante que no sepamos c¨®mo opera la planta¡±, dice Daniel Chac¨®n, director de Energ¨ªa de la Iniciativa Clim¨¢tica de M¨¦xico, quien cuestion¨® la capacitaci¨®n del personal, el apego a procedimientos y la opacidad del funcionamiento de la central nuclear de Laguna Verde.

En Estados Unidos, donde funcionan 94 reactores en 57 centrales at¨®micas ¡ªvarias cercanas a n¨²cleos urbanos¡ª, la Comisi¨®n Regulatoria Nuclear divulga los incidentes en esas instalaciones. En M¨¦xico, la CFE ha repetido que la generadora de Veracruz opera con normalidad y sin riesgo de accidentes, aunque no ha presentado evidencias documentales para respaldar estas afirmaciones.

Desde 2012, el promedio de riesgo de la estaci¨®n ha sido blanco, que significa que la planta se desempe?a correctamente con una reducci¨®n m¨ªnima de seguridad, aunque durante todo 2017 la Unidad 1 permaneci¨® en riesgo amarillo debido a problemas en el sistema de mitigaci¨®n del generador di¨¦sel de emergencia: la planta cuenta con dos de estos generadores para cubrir una posible falta de electricidad externa.

El reactor I de la central de Laguna Verde comenz¨® a operar en 1990, y el reactor II entr¨® en funciones en 1995, ambos con una vida ¨²til proyectada de 40 a?os cada uno. En julio de este a?o, despu¨¦s de que la Comisi¨®n Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias de M¨¦xico revisara las condiciones de seguridad de la planta, la Secretar¨ªa de Energ¨ªa renov¨® la licencia de operaci¨®n por otros 30 a?os.

Fuentes de la planta independientes entre s¨ª aseguraron que adem¨¢s del episodio de septiembre la U1 tambi¨¦n estuvo en naranja en octubre durante las labores del tensionado de la vasija, el cierre herm¨¦tico de la tapa, que implic¨® riesgo de p¨¦rdida de refrigerante del reactor. A inicios de diciembre, la U2 habr¨ªa registrado otro episodio por el ¡°disparo¡± (aceleraci¨®n) de una bomba del sistema de limpieza de agua del reactor.

Desde diciembre de 2018, la planta ha tenido tres gerentes, un s¨ªntoma de su debilidad institucional. La central enfrenta adem¨¢s tres demandas legales por el nombramiento del actual gerente, H¨¦ctor L¨®pez Villareal, a quien un grupo de trabajadores acusa de incumplir los requisitos para ocupar el cargo; por la renovaci¨®n de la licencia y por el otorgamiento presuntamente irregular de al menos dos contratos relacionados con las obras de dicha extensi¨®n.

Los sucesos que tuvieron a la planta en riesgo ¡°naranja¡± durante septiembre, y que quedaron documentados en el reporte de condici¨®n 102649, ocurrieron durante la recarga de combustible que inici¨® el 14 de agosto y deb¨ªa acabar un mes despu¨¦s, pero concluy¨® con una demora de al menos 14 d¨ªas; un retraso que, aseguran los que conocen su funcionamiento, ya se ha convertido en una tradici¨®n en la Central Nuclear Laguna Verde.