M¨¦xico es uno de los pa¨ªses con mayor mortalidad por covid
La estrategia mexicana contra la pandemia ha fallado tanto en lo econ¨®mico como en lo sanitario: al exceso de mortalidad en 2020 (que podr¨ªa alcanzar 300.000 fallecimientos) se suma una ca¨ªda del PIB pronunciada
?Salvar vidas de las garras de la covid a costa de destruir la econom¨ªa, o salvar la econom¨ªa (y con ello impedir el desgaste de muchas vidas al borde o inmersas en la pobreza) a costa de permitirle m¨¢s espacio a la enfermedad? As¨ª se ha planteado en el debate p¨²blico durante toda la pandemia. As¨ª se entendi¨® por parte del Gobierno de M¨¦xico desde el principio. A las puertas de cumplir un a?o desde el primer caso detectado en el pa¨ªs, los datos empiezan a ser suficientes para hacer una valoraci¨®n inicial comparativa de c¨®mo ha actuado cada pa¨ªs en este (supuesto) dilema. Los resultados para M¨¦xico no son buenos.
M¨¦xico est¨¢ entre los primeros con m¨¢s exceso de muertes en 2020, dentro de una muestra variada de 60 pa¨ªses (incluyendo Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Per¨²), que son los que hasta ahora ofrecen datos suficientes para medir con cifras del a?o cerrado. No hay que tomar esto como un ranking inamovible ni completo: la comparaci¨®n interanual de las muertes en un pa¨ªs, lo que da el exceso de defunciones que puede atribuirse a un fen¨®meno concreto, en este caso la pandemia, depende de c¨®mo se construye la media de los a?os previos (Brasil, por ejemplo, var¨ªa entre menos de 200.000 y m¨¢s de 230.000 seg¨²n se emplee una u otra metodolog¨ªa). Tambi¨¦n influye la estructura de la poblaci¨®n: en teor¨ªa, aquellos pa¨ªses con m¨¢s personas vulnerables a la covid que no habr¨ªan fallecido en un a?o normal (por ejemplo, afectados por comorbilidades tipo diabetes o enfermedades pulmonares) se ven levemente penalizados por esta m¨¦trica. La edad tambi¨¦n importa, porque el exceso es menor en poblaciones m¨¢s envejecidas: al fin y al cabo, estas tienen una mortalidad m¨¢s alta cualquier otro a?o.
Pero nada de ello cambia el hecho de que en M¨¦xico muri¨® mucha m¨¢s gente de la prevista, alrededor de 300.000 almas extra seg¨²n los datos que pueden extraerse de un estudio comparativo publicado recientemente, a pesar de que la cifra oficial cuenta hoy 175.986 decesos. El exsecretario de Salud Salom¨®n Chertorivski se ha mostrado de acuerdo con esta previsi¨®n. Otras estimaciones, a¨²n provisionales por frenarse a mediados de diciembre, se sit¨²an en la ¨®rbita de 270.000, si bien a estas a¨²n cabr¨ªa a?adirles las que provienen del pronunciado pico de final de a?o.
Las mentadas condiciones de salud previa de la poblaci¨®n han sido argumento del Gobierno, como de otros que trataban de matizar los datos de la tragedia. Pero para todos ellos el argumento se puede volver en contra: si desde el principio se sab¨ªa del perfil de vulnerabilidad de la propia ciudadan¨ªa (comorbilidades en M¨¦xico, ancianos alojados por residencias en Espa?a, falta de acceso a emergencias en ciertas zonas de Per¨² o Brasil), ?por qu¨¦ no se reforzaron las medidas en favor de esta poblaci¨®n vulnerable?
La pandemia no se va a limitar a 2020, sigue. Pero tras un a?o marcado por ella, las previsiones de ca¨ªda interanual del PIB empiezan a ser un baremo aproximado de la solvencia de estos pa¨ªses en la dimensi¨®n econ¨®mica. M¨¦xico, de nuevo, se sit¨²a en el vag¨®n de cola seg¨²n el ¨²ltimo estimado del FMI.
Cualquier pa¨ªs aspira a estar en el cuadrante de la gr¨¢fica que conjuga el menor n¨²mero de muertes con una ca¨ªda baja del PIB. Algunos lo han logrado, casi todas naciones peque?as de considerable capacidad estatal: Noruega o Uruguay se encuentran en ese ¨¢ngulo. La teor¨ªa del binomio entre econom¨ªa y salud deber¨ªa, sin embargo, empujar a todos estos pa¨ªses hacia el lado en el que se registran menos muertes o bien hacia el que resguarda la econom¨ªa. Dos naciones igualmente ricas como EE UU y Canad¨¢, a priori con renta disponible para capear un temporal sanitario, han seguido direcciones distintas: la primera con muchas muertes, pero una ca¨ªda econ¨®mica amortiguada, la segunda al rev¨¦s. Pero la verdad es que una cantidad considerable de pa¨ªses de tama?o medio o grande no han evitado lo peor de los dos mundos: fallecimientos y deterioro econ¨®mico. Ah¨ª est¨¢ M¨¦xico, junto a Espa?a (peor en econom¨ªa), Ecuador o Per¨² (peor en ambas).
Esta imagen sugiere que el dilema salud-econom¨ªa no era inevitable, y plantearlo como tal fue un error de c¨¢lculo mundial. La estrategia ¨®ptima quiz¨¢s consist¨ªa en tratar de evitar el mayor n¨²mero de contagios posibles. Eso es lo que, con toda probabilidad, le habr¨ªa hecho mejor servicio a la econom¨ªa, como defienden algunos expertos del ¨¢mbito epidemiol¨®gico y como han puesto de manifiesto pa¨ªses exitosos que enfrentaron medidas restrictivas, pero precisas y ahora gozan de una econom¨ªa que ha vuelto pronto a la normalidad. Un pa¨ªs con menos contagios puede seguir una senda de consumo quiz¨¢s minorizada, pero razonable. En otro al borde de la saturaci¨®n sanitaria llega un momento en que las restricciones, cuando no se imponen desde arriba, se deciden en cada hogar.
Queda la raz¨®n de las condiciones de partida, defendida tanto por los mandatarios mexicanos como por otros muchos en el mundo, desplazando culpas a la ¡°herencia recibida¡± del pasado o a otros niveles (regional, local) de la gesti¨®n. Resulta dif¨ªcil capturar en una ¨²nica variable todo lo que implica una desventaja estructural acumulada por d¨¦cadas: desde el sistema de salud hasta el acceso al mismo; desde infraestructura de transporte para movilizar recursos hasta la posibilidad de quedarse bajo un techo decente mientras el virus arrecia. M¨¦xico tiene hoy graves problemas de aislamiento que abocan a contagios masivos en una misma familia, a pesar de que el Ej¨¦rcito ha dispuesto de m¨®dulos para pasar un confinamiento voluntario.
El ?ndice de Desarrollo Humano (IDH) elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo puede servir como aproximaci¨®n preliminar. De ser cierta esta idea, cabr¨ªa esperar es una correlaci¨®n negativa: a m¨¢s IDH, menor exceso de muertes. Y, efectivamente, as¨ª se observa. De manera d¨¦bil, pero clara.
M¨¦xico est¨¢, eso s¨ª, por encima del nivel de exceso de muertes que le corresponder¨ªa dado su IDH. Como lo est¨¢ tambi¨¦n EE UU. Uruguay se encuentra en el otro lado de la l¨ªnea: tiene menos fallecimientos en exceso en 2020 de los que cabr¨ªa prever por su condici¨®n de partida. Alemania est¨¢ donde se le presupon¨ªa, Suecia tambi¨¦n.
Esta gr¨¢fica informa, de alguna manera, sobre c¨®mo ha trabajado cada uno de los pa¨ªses incluidos, en comparaci¨®n con lo que cab¨ªa esperar de ellos. La distancia hacia abajo entre el punto y la l¨ªnea, como se se?ala en la gr¨¢fica anterior, es una aproximaci¨®n a la capacidad de mejora en el manejo de la epidemia. En 2021, a?o que se espera enfocado a la lucha sin cuartel contra el virus gracias a las vacunas, M¨¦xico, como el resto del mundo, tiene una nueva oportunidad.
Metodolog¨ªa y fuentes. Este an¨¢lisis emplea datos de exceso de mortalidad obtenidos desde tres fuentes distintas, en orden de prioridad: los provenientes del estudio recientemente publicado por Ariel Karlinsky y Dmtry Kovak, descargables y reproducibles para que cualquiera pueda sacar sus propios an¨¢lisis en este repositorio abierto; los compilados por The Economist; y los acumulados por Our World in Data. Se han excluido todos aquellos pa¨ªses que no ofrec¨ªan datos cerrados a pen¨²ltima o ¨²ltima semana de diciembre de 2020. As¨ª, no debe tomarse esta tabla como una clasificaci¨®n cerrada ni completa, sino como una mera aproximaci¨®n de corte para calibrar la situaci¨®n de cada pa¨ªs al final de 2020.
Los datos de PIB corresponden al ¨²ltimo dato publicado en la base del FMI, previsiones a octubre de 2020. El ?ndice de Desarrollo Humano y otros datos poblacionales los recopila Our World in Data desde fuentes de las Naciones Unidas (PNUD, Banco Mundial).
El gr¨¢fico de las dimensiones de mortalidad y PIB le debe cr¨¦dito original a esta propuesta anal¨ªtica de Eugenio S¨¢nchez, entre otras (como esta otra de Our World in Data).
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