Vencidos y fabricados en los noventa: c¨®mo son los gases lacrim¨®genos que se usaron en el 8-M en M¨¦xico
Las organizaciones civiles registraron la utilizaci¨®n tambi¨¦n de bengalas, dispositivos de estruendo y artefactos caseros
Gases lacrim¨®genos vencidos, dispositivos de estruendo, bengalas y bombas de gas irritante caseras fueron utilizados en la marcha del 8 de marzo en Ciudad de M¨¦xico. Las postales de la manifestaci¨®n mostraban una atm¨®sfera cargada de diferentes tipos de humo y mucha gente afectada. Algunos gritaban de dolor y se refregaban los ojos, otros no pod¨ªan contener las n¨¢useas. La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, neg¨® al d¨ªa siguiente que la polic¨ªa de la capital haya usado estos artefactos, dijo que solo hab¨ªa usado extintores. Pero algunos de los dispositivos son ¨²nicamente de acceso para las fuerzas de seguridad. La Comisi¨®n de Derechos Humanos de la ciudad y la Brigada Marabunta, una organizaci¨®n civil que hace de mediadora en las protestas, investigan la evidencia que recopilaron ese d¨ªa para determinar qu¨¦ fue lo que se us¨® y qui¨¦nes lo hicieron.
El 8-M en M¨¦xico dej¨® aires del pasado. Un v¨ªdeo que recorri¨® las redes sociales ese d¨ªa mostraba a miembros de la Brigada Marabunta ense?ando las pruebas que insinuaban que algo se hab¨ªa salido de control en la marcha m¨¢s violenta durante el Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. ¡°Esto es una c¨¢psula de gas, la lanzaron y no est¨¢ permitido. No estaba en su protocolo utilizar esto, se les fue de las manos este operativo¡±, se escuchaba decir a uno de los activistas que compara lo sucedido con anteriores sexenios. Lo que ten¨ªa en las manos era una granada de gas lacrim¨®geno ya vac¨ªa. El artefacto fue fabricado por Federal Laboratories, una compa?¨ªa estadounidense especializada en equipamiento policial para protestas que cerr¨® en 1994.
Daniel G¨®mez-Tagle, especialista en uso de la fuerza, explica que se trata de una c¨¢psula 519 CS. Las letras hacen referencia al producto qu¨ªmico que produce el efecto lacrim¨®geno. Estos dispositivos, asegura G¨®mez-Tagle, estaban caducos. ¡°Mi apuesta es que ten¨ªan m¨¢s de 20 a?os¡±, dice. La f¨¢brica dej¨® de producir este modelo cuando cerr¨® y termin¨® por comprarla otra compa?¨ªa de seguridad que ahora produce una versi¨®n modernizada de esa granada de gas. El especialista comenta que estos artefactos tienen cinco a?os de caducidad, despu¨¦s de eso ya no se puede utilizar. El gas no caduca, pero el mecanismo de funcionamiento s¨ª y provoca que las part¨ªculas que se liberan sean m¨¢s da?inas. ¡°Lesiones en la piel, eritemas, lo que se vio no son s¨ªntomas normales del CS. Pueden pasar, pero no son normales. Eso refuerza la idea de que no estaba en condiciones de ser utilizados¡±.
La ficha t¨¦cnica del producto alerta de que puede causar ¡°heridas graves o la muerte cuando es arrojado sobre otras personas¡±. Adem¨¢s advierte que es ¡°solo para agentes de seguridad y personal militar¡±. Carla R¨ªos, subdirectora de Marabunta, explica que solo las fuerzas de seguridad pueden comprar este tipo de elementos en M¨¦xico. ¡°Esos gases fueron usados en el pa¨ªs entre 2012 y 2015, seg¨²n document¨® la Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos. Sabemos que son de uso exclusivo de las secretar¨ªas de seguridad. No las venden en las tiendas, la gente no las puede comprar¡°, dice. G¨®mez-Tagle agrega: ¡°Si lo tir¨® un civil, tiene que haber salido de una armer¨ªa y eso significar¨ªa que hay un mercado negro¡±.
Otro de los elementos que se arrojaron ese d¨ªa fueron bengalas, unos tubos de 15 cent¨ªmetros con un mango que volaban por el aire prendidas fuego. Los v¨ªdeos que registraron la Brigada Marabunta y varios manifestantes muestran c¨®mo son tiradas desde detr¨¢s de la valla que resguardaba al Palacio Nacional, sede del Ejecutivo mexicano, donde estaban los agentes policiales. Tambi¨¦n se ve a algunas manifestantes que las toman en sus manos y las devuelven al otro lado del vallado. G¨®mez-Tagle explica que ese dispositivo no est¨¢ dise?ado para usar en manifestaciones, y resulta m¨¢s peligroso que el gas lacrim¨®geno porque ¡°representan un alto riesgo de quemaduras¡±. Algunas de las manifestantes que tomaron las bengalas encendidas mostraban d¨ªas posteriores en redes sociales las quemaduras en sus manos.
R¨ªos, de la Brigada Marabunta, cuenta que tambi¨¦n registraron el uso de unos dispositivos caseros que eran arrojados. Se trata de una peque?a bolsa que tiene una mecha y un polvo amarillo dentro. Una vez encendida la mecha el paquete se quemaba emitiendo un gas que generaba un ardor intenso en los ojos, la nariz y la boca. Adem¨¢s recogieron evidencia de la utilizaci¨®n de unos tubos negros que al explotar generaban un estruendo y de balas de gotcha, luego de que uno de los miembros de la organizaci¨®n fuera agredido con una.
Ante la utilizaci¨®n de estos artefactos, las organizaciones han pedido al Gobierno de la capital que investigue lo que sucedi¨® ese d¨ªa en el Z¨®calo. El secretario de Gobierno de la ciudad, Jos¨¦ Alfonso Su¨¢rez del Real, dijo que las lacrim¨®genas no estaban permitidas por el protocolo de seguridad, y que hab¨ªa que analizar qu¨¦ hab¨ªa sucedido. Sin embargo, Sheinbaum rechaz¨® tajantemente que se haya reprimido con ese tipo de gas. ¡°Lo que sucedi¨® en terreno fue diferente a lo que dicen. Habr¨ªa que investigar d¨®nde estuvo el quiebre entre quienes daban las ¨®rdenes y quienes las cumpl¨ªan¡±, reclama R¨ªos.
La Comisi¨®n de Derechos Humanos de la ciudad ha abierto una investigaci¨®n propia sobre lo sucedido y ha solicitado a la Secretar¨ªa de Seguridad Ciudadana que entregue las grabaciones que tienen de ese d¨ªa y el plan que hab¨ªa dise?ado para atender la marcha. ¡°Sabemos que hubo algo, que no eran nada m¨¢s extintores¡±, dice Nashieli Ram¨ªrez Hern¨¢ndez, presidenta de la Comisi¨®n. El organismo ha resguardado todo lo que juntaron en la marcha y ha solicitado a expertos que ayuden a analizar de qu¨¦ se trata. ¡°Hab¨ªa mucha gente ah¨ª y mucha sinti¨® los efectos ligados a algo que estaba pasando. Despu¨¦s de ver qu¨¦ se us¨®, tenemos que determinar qu¨¦ pas¨®, c¨®mo juega la l¨ªnea de mando en una acci¨®n as¨ª¡±, agrega. Hay que saber qu¨¦ sucedi¨®, asegura, para que no vuelva a pasar.
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