Forenses argentinos proponen el uso de nuevas tecnolog¨ªas en la b¨²squeda de desaparecidos en M¨¦xico

Con 73.218 personas desaparecidas hasta julio de 2020, los servicios forenses de M¨¦xico se ven sobrepasados por la crisis de violencia que sufre el pa¨ªs, lo que ha llevado a familiares de los desaparecidos a organizarse para buscar, palas en mano, fosas clandestinas donde pueden estar sus seres queridos. La crisis es tal que las autoridades mexicanas han admitido que hasta el verano pasado solo hab¨ªan localizado 1.682 cuerpos en fosas clandestinas, pero apenas pudieron identificar el 42%. Eso es por lo que el prestigioso Equipo Argentino de Antropolog¨ªa Forense (EAAF) ha presentado una serie de nuevas tecnolog¨ªas para mejorar la b¨²squeda de desaparecidos y aliviar los esfuerzos de familiares desesperados ante las carencias del Estado.

Estas tecnolog¨ªas incluyen el uso de drones, geolocalizaci¨®n, im¨¢genes satelitales, georradares, resistividad, multiespectrometr¨ªa (que permite detectar vegetaci¨®n y minerales), todas herramientas que permiten reunir informaci¨®n a diversas distancias y que han sido usadas en otros campos como la investigaci¨®n espacial, el clima, la arqueolog¨ªa y la agronom¨ªa, explican desde el EAAF. ¡°Las zonas de b¨²squedas siguen siendo tremendamente problem¨¢ticas porque el crimen organizado sigue funcionando all¨ª, por lo que estas herramientas permiten m¨¢s seguridad. Adem¨¢s, ahorran tiempo, porque en lugar de estar haciendo un mont¨®n de trincheras pueden ir directamente a la zona [donde se sospecha que pueda haber una fosa]¡±, explica Mercedes Doretti, directora para Norteam¨¦rica y Centroam¨¦rica del EAAF. ¡°Pero tampoco es magia¡±, aclara. ¡°Estas herramientas marcan alteraciones que pueden producirse en la superficie del terreno, en la capa del subsuelo, porque existe una fosa o por otras razones. Hay que ir al terreno, pero permite ir espec¨ªficamente a los puntos marcados por una de estas tecnolog¨ªas donde se presentan estos cambios que pueden corresponder a una fosa¡±, especifica la experta.

Para los integrantes del EAAF ¨Cque este jueves presentaron un libro sobre el tema¨C es importante el uso de tecnolog¨ªas geoespaciales, como la conocida como LiDAR, para localizar zonas donde puede haber fosas comunes. Daniel Del Cogliano, doctor en Ingenier¨ªa de la Facultad de Ciencias Astron¨®micas y Geof¨ªsicas de la Universidad Nacional de La Plata (Argentina), explica que se trata de un ¡°escaneo l¨¢ser¡± que realizado desde un avi¨®n permite visualizar lo que hay debajo de una zona donde hay alteraciones, aunque esta est¨¦ cubierta por follaje. ¡°En el proceso de esa informaci¨®n uno puede filtrar o eliminar lo que no le interesa y quedarnos solo con el terreno. Con esa informaci¨®n podemos distinguir variaciones de muy pocos cent¨ªmetros con mucha seguridad en el terreno, por lo que es una tecnolog¨ªa extraordinaria para hacer un aporte para este tipo de b¨²squedas¡±, explica Del Cogliano.

Estas tecnolog¨ªas ya se han usado en M¨¦xico, aunque de forma limitada, principalmente en el caso de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa. ¡°Algunas fiscal¨ªas y comisiones de b¨²squeda del pa¨ªs est¨¢n comenzando a incorporarlo¡±, dice Doretti, ¡°pero en general a¨²n no se ha usado de forma masiva. La idea es que todas estas herramientas empiecen a utilizarse en forma m¨¢s com¨²n en M¨¦xico, para que la b¨²squeda suba a un nivel m¨¢s fuerte y pueda dar m¨¢s resultados y sistematizaci¨®n de esos resultados. Y as¨ª poder predecir por d¨®nde poder seguir buscando¡±.

Las posibilidades de estas herramientas son enormes, agrega Del Cogliano. Aunque, explica, la cantidad de informaci¨®n que pueden entregar es superior a la que se puede procesar. ¡°Para conseguir lo que necesitamos viene una etapa fundamental, que es la del an¨¢lisis, del tratamiento de los datos¡±, lo que necesita, dice, de la intervenci¨®n de una serie de expertos, forenses incluidos. ¡°No se trata solamente de comprar tecnolog¨ªa, sino que se debe generar el seguimiento del uso de esa tecnolog¨ªa, entrenamiento de personal para ese uso, porque los servicios nacionales no pueden tener permanentemente un especialista en tecnolog¨ªa geoespacial, pero s¨ª lo pueden consultar y por eso es importante ese contacto con las universidades locales. En M¨¦xico hay muchos profesionales trabajando en esa ¨¢rea¡±, explica Doretti.

El otro problema importante es que, fuera de la academia, las autoridades locales no cuentan con la capacidad para procesar la informaci¨®n que se obtenga con estas nuevas tecnolog¨ªas. ¡°Muchas fiscal¨ªas est¨¢n completamente sobrepasadas, con un enorme rezago en el procesamiento de los restos que se van encontrando y de nada vale sacarlos si no se procesan despu¨¦s¡±, reconoce Doretti. ¡°No es un camino simple¡±, agrega. ¡°Se requiere inversi¨®n de dinero, capacitaci¨®n y eso tiene que aumentarse y ser sostenido en el tiempo para que realmente produzca un impacto importante en la b¨²squeda de desaparecidos¡±.

La duda que hay en M¨¦xico es si existe voluntad pol¨ªtica de las autoridades del pa¨ªs para implementar este tipo de herramientas tecnol¨®gicas. Las im¨¢genes de autoridades locales entregando palas a los familiares para que ellos contin¨²en las b¨²squedas es elocuente y es una muestra de las carencias del Estado. ¡°El hecho de que haya tantas familias buscadoras muestra un vac¨ªo por parte del Estado¡±, dice Doretti. ¡°En M¨¦xico una enorme cantidad de los casos se encuentran por los familiares, quienes despu¨¦s llaman a la fiscal¨ªa a que recojan la evidencia. Eso no deber¨ªa ser as¨ª. El rol del Estado es tomar la delantera¡±, afirma.

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