Juan Celaya, un tigre mexicano en el trampol¨ªn

Las primeras veces que Juan Celaya (Monterrey, 22 a?os) ve¨ªa la fosa desde el trampol¨ªn ten¨ªa un hueco en el est¨®mago. ?l prefiere llamarle a ese momento ¡°sentir ?a?aras¡±. Cada vez que est¨¢ en el filo y se pone de puntas siente el aire que le roza por las orejas. Lo ¨²nico que visualiza es el tipo de clavado y apela a la memoria de sus m¨²sculos para el movimiento. Si ya es un reto maniobrar el cuerpo en picada, hacerlo sincronizado con un compa?ero es el reto mayor. ¡°Son a?os de pr¨¢ctica, de trabajo de reacci¨®n, t¨¦cnica y fuerza¡±, resuelve como si fuera un veterano. Y no es para menos. Su maestro y compa?ero de sincronizados es Yahel Castillo, de 34 a?os. Ambos son la carta fuerte para M¨¦xico en Tokio 2020.

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Celaya, cuando era un ni?o, se cre¨ªa una ara?a. No el Hombre Ara?a, simplemente un ar¨¢cnido que se trepaba por los ¨¢rboles ante el pavor de sus padres. Hab¨ªa d¨ªas en los que tambi¨¦n se cre¨ªa un tigre. Le llevaron a practicar f¨²tbol, f¨²tbol americano y nataci¨®n. Nada pod¨ªa saciar la energ¨ªa del futuro clavadista. ¡°A partir de los siete a?os mis pap¨¢s me pidieron escoger un deporte. Mi hermana, Ana, se meti¨® en clavados y se ve¨ªa chido c¨®mo se lanzaban¡±, cuenta a EL PA?S. A los 11 a?os gan¨® tres medallas de oro en un torneo panamericano. En ese punto se fij¨® competir en unos Juegos Ol¨ªmpicos. ¡°Los clavados han estado en un segundo plano. Mi familia me inculc¨® que primero la escuela¡±, dice el ya ingeniero civil. Estudi¨® su carrera en la Universidad de Luisiana en Estados Unidos. ¡°Vine ac¨¢ esperando lo mejor, me dejan competir en M¨¦xico y estudiar a gusto¡±, comenta. Celaya se convirti¨® en uno de los deportistas estelares de la universidad. El modelo estudiante-atleta ha sido clave en el sistema de EE UU para reclutar y potenciar el deporte.

M¨¦xico ha ganado su lugar en el mundo de los clavados. Es el deporte que m¨¢s medallas le ha dado al pa¨ªs con 14 preseas (un oro, siete platas y seis bronces). ¡°No ten¨ªa ning¨²n referente cuando entr¨¦ a clavados, no sab¨ªa nada ni qui¨¦nes eran los mejores. Solo ve¨ªa a mis compa?eros¡±, asegura el mexicano que despu¨¦s se top¨® con el legado de Joaqu¨ªn Capilla, Fernando Platas, Carlos Gir¨®n... En Tokio, la delegaci¨®n mexicana acudir¨¢ con 16 clavadistas. Juan Celaya har¨¢ dupla con Castillo, uno de los m¨¢s experimentados del equipo. Ambos brillaron en los Juegos Panamericanos de 2019 con la presea dorada desde el trampol¨ªn de los tres metros. ¡°Empezamos a trabajar juntos desde 2018 en un selectivo nacional. Afortunadamente nuestro somatotipo [tipo de cuerpo] es muy parecido, nuestra t¨¦cnica y estilo de hacer clavados. Entrenamos dos horas e hicimos una calificaci¨®n de una pareja experimentada¡±, explica. Lo que m¨¢s le ha aprendido a Castillo es ¡°sentirme seguro en el trampol¨ªn, a no achicarme si alguien hizo un buen clavado. A veces me ve muy serio y me ayuda a romper el hielo¡±.

¡ª?Por qu¨¦ M¨¦xico brilla en clavados?

¡ª Nuestra complexi¨®n y estatura es un factor favorable. Estamos compactos, chaparritos, damos vueltas m¨¢s r¨¢pido en menos distancia. Lo que nos caracteriza es que los mexicanos siempre probamos por los clavados m¨¢s dif¨ªciles. Vamos con todo con quien se ponga enfrente ¡ª explica Celaya.

Sus entrenamientos habituales son de lunes a s¨¢bado, cada d¨ªa con una sesi¨®n matutina y otra vespertina. ¡°La pregunta de cu¨¢ntas abdominales hacemos se debe cambiar a cu¨¢ntos a?os de abdominales hacemos¡±, bromea. La pandemia impidi¨® que Celaya pudiese llevar a su entrenador, Doug Shaffer. A la distancia el clavadista graba todos sus saltos y le pide consejos a su coach. ¡°Lo que estoy tratando de manejar es mi adrenalina. En las finales sientes un boost de adrenalina, te sientes m¨¢s fuerte. Ahora intento manejar eso a mi favor¡±, detalla.

Celaya, que creci¨® en el norte de M¨¦xico, es hincha de los Tigres, el equipo de f¨²tbol. Durante los primeros d¨ªas en el comedor ol¨ªmpico en Tokio, el clavadista no perdi¨® la oportunidad de pedirle una fotograf¨ªa al m¨¢ximo goleador, el franc¨¦s Andr¨¦-Pierre Gignac. La mascota de la universidad de Luisiana tambi¨¦n es un tigre. Razones y coincidencias sobraron para que se tatuara al animal en la costilla izquierda. ¡°La filosof¨ªa del tigre es que no deja de ver su presa hasta que la alcanza. Adem¨¢s de que es mi animal de nacimiento en el calendario chino. Le a?ad¨ª unas flores como corona para recordar a mi mam¨¢, mi hermana, mi t¨ªa y mi abuela. Las mujeres de mi vida. Siempre me cuidan. Cuando entro al agua las gotas caen a las rosas, no al tigre¡±, explica. Sobre el trampol¨ªn quiere brillar.

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