La Bartolina, el horror actualizado en M¨¦xico
Familiares de desaparecidos buscan a los suyos en un predio donde las autoridades aseguran que se han rescatado media tonelada de restos ¨®seos
El paraje de La Bartolina, en el noreste de M¨¦xico, dibuja estos d¨ªas el drama de un pa¨ªs que cuenta 90.000 personas desaparecidas. Se?alado como centro de exterminio de grupos criminales, su nombre salt¨® a los medios hace poco m¨¢s de un mes, cuando la comisionada nacional de b¨²squeda, Karla Quintana, denunci¨® que en pocos a?os se hab¨ªa rescatado de all¨ª media tonelada de restos ¨®seos. Familiares de desaparecidos voltearon a ver el predio, a unos kil¨®metros de la frontera con Estados Unidos. Era su nueva esperanza, una posibilidad de encontrar a los suyos.
En el museo de los horrores de M¨¦xico, La Bartolina empieza a ganarse un lugar destacado, cerca por ejemplo de la red de fosas clandestinas de Colinas de Santa Fe, en Veracruz, donde las autoridades rescataron restos de al menos 300 personas hasta 2019, gracias al empuje de colectivos de familiares de desaparecidos del Estado. Otros casos en Guanajuato, Guerrero, Nuevo Le¨®n o Coahuila completan la sala, siempre cambiante por el descubrimiento constante de nuevos panteones improvisados por el crimen.
Tragedia de Estado, miles de personas han desaparecido en el pa¨ªs durante los ¨²ltimos tres gobiernos, cada uno encabezado por un partido distinto. Durante los primeros tres a?os de la actual administraci¨®n, presidida por Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, el n¨²mero de personas desaparecidas supera las 21.000. No es ning¨²n secreto que sus familias los buscan, vivos o muertos, muchas veces en predios como La Bartolina, ubicado cerca de Matamoros, en Tamaulipas.
Descubierto hace cuatro a?os, la cifra que dio Quintana, 500 kilos de huesos, puso el predio en el mapa, se?alando dolores inasibles: ?Cu¨¢nta gente fue asesinada all¨ª, torturada, quemada, descuartizada? En entrevista con EL PA?S, la propia Quintana a?ade algunas preguntas, por ejemplo, ¡°?c¨®mo pudo ocurrir esto sin que nadie se diera cuenta?¡±. Una pregunta m¨¢s: ?Estar¨¢ ocurriendo ahora lo mismo, en alg¨²n otro lugar, sin que nadie sepa? Quintana responde: ¡°Es una posibilidad¡±.
Los cuatro a?os de hallazgos de restos ¨®seos en La Bartolina y el redescubrimiento del mes pasado revelan la peculiar manera de funcionar de las autoridades, en concreto de la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica, FGR. Desde 2017, la dependencia dedica unas pocas semanas al a?o a recuperar fragmentos ¨®seos del predio, restos que luego supuestamente embodega, para luego extraer muestras de ADN y cruzarlas con sus bases de datos gen¨¦ticos de familiares de desaparecidos.
Cuerpos completos
Una cosa es la l¨®gica y otra la realidad. M¨¦xico vive una crisis forense desde hace a?os, reconocida por la Secretar¨ªa de Gobernaci¨®n, que se traduce en la incapacidad de las agencias investigativas de procesar toda la muerte que encuentran. A veces por falta de recursos, otras por negligencia o exceso de burocracia, la fiscal¨ªa federal y las estatales han batallado con una monta?a de restos humanos maltratados y abandonados en todos los rincones de M¨¦xico. Hasta el punto de que a veces las dependencias no saben muy qu¨¦ tienen.
Es el caso de La Bartolina. Ante el anuncio de Quintana de los 500 kilos rescatados, la FGR ha explicado a familiares de desaparecidos de Tamaulipas que en realidad son 67. La diferencia, suger¨ªan, es que dentro de los 500 kilos figuraban tambi¨¦n piedras y tierra, elevando as¨ª el c¨¢lculo. La FGR no ha informado sobre el asunto de manera oficial. ¡°Le toca a la fiscal¨ªa informar¡±, dice Quintana, ¡°nuestro c¨¢lculo se basa en informaci¨®n de personas que han estado estos a?os en el terreno. Lo que consideramos fundamental es centrarnos en el horror que tenemos delante y ver c¨®mo contestamos¡±, a?ade.
Una de las personas sobre el terreno de la que habla Quintana es Rosa Garc¨ªa, vecina de San Fernando, pueblo recordado por las matanzas de migrantes a manos de Los Zetas en 2010 y 2011 en el Estado. La hija, la sobrina y el hermano de Garc¨ªa desaparecieron entre 2010 y 2012, en circunstancias tan extra?as como terribles. ¡°A mi hermano se lo llevaron porque no les quiso prestar una m¨¢quina de cavar hoyos¡±, explica Garc¨ªa, de 59 a?os, en referencia a los criminales. ¡°A mi sobrina qui¨¦n sabe, ella trabajaba para Relaciones Exteriores ah¨ª en San Fernando. A mi hija se la llevaron de mi negocio en 2012¡±.
Fue ella quien dio con el predio de La Bartolina en 2017. ¡°No me acuerdo muy bien c¨®mo fue. Pero supongo que me dieron un punto¡±, dice, aludiendo a un lugar donde el crimen podr¨ªa haber asesinado y deshecho a personas. ¡°Buscamos por all¨ª y encontramos algo, restos, part¨ªculas, piezas dentales. Yo dije, ¡®esto no es animal, es humano¡¯. Y me puse a caminar, vi un laguito y me llam¨® la atenci¨®n. Vi cosas raras en la superficie, como partes humanas, puro triturado, fragmentos, a simple vista¡±, cuenta.
El caso cay¨® en la fiscal¨ªa del Estado, pero vista la magnitud, la cantidad de restos que rescataban, Garc¨ªa lo llev¨® con la FGR. A cuatro a?os del hallazgo, a Garc¨ªa le parece un poco extra?a la cifra de 67 kilos. ¡°Debe haber una confusi¨®n: yo he visto cuerpos casi completos sacados de ah¨ª. Claro, son osamentas y algunas ya est¨¢n livianas, pero como quiera pesan¡±, zanja.
Carpetas de investigaci¨®n
Existe malestar entre los colectivos de familiares de desaparecidos de Tamaulipas por el predio de La Bartolina. El de Garc¨ªa lleva a?os all¨ª, observando a los peritos y antrop¨®logos forenses, anotando cada hallazgo en sus libretas. Con las declaraciones de Quintana, otros colectivos voltearon al paraje y pidieron entrar, hacer lo mismo que Garc¨ªa y las dem¨¢s, petici¨®n que en principio neg¨® la fiscal¨ªa.
Ante la negativa, familiares de un colectivo de desaparecidos de Reynosa, al oeste de Matamoros, se acercaron al predio, accesible para cualquiera por la falta de vigilancia de las autoridades. Eso enfad¨® a Garc¨ªa y su grupo, que tem¨ªan que el trabajo realizado anteriormente por los especialistas se viera afectado. El colectivo nuevo, encabezado por Delia Quiroa y su madre, Maria Icela Valdez, hicieron caso omiso e insistieron a las autoridades en que les diera entrada con los peritos. Incluso organizaron un plant¨®n ante la fiscal¨ªa y pidieron a los grupos de criminales de la zona una tregua para poder ir a buscar en La Bartolina.
En un principio, la FGR dijo que no. La negativa nac¨ªa de su l¨®gica de trabajo: solo permite la entrada a este tipo de lugares a familiares de desaparecidos que han incluido en su expediente el sitio en cuesti¨®n. Lejos de facilitar la b¨²squeda de las familias, el embrollo burocr¨¢tico dificulta su tarea. En entrevista, Quiroa dice: ¡°El problema es de la propia FGR, que no quiere que empiecen a cuestionarlos. Porque mire, ayer mismo llegaron personas de Matamoros, familiares de desaparecidos, y no les dejaron entrar¡±, explica.
Ante la insistencia, la agencia investigadora finalmente cedi¨®. Los trabajos en La Bartolina reiniciaron este lunes, ya con Quiroa y su grupo. No se trata de una b¨²squeda per se, pues no hay nada que buscar: los huesos est¨¢n sobre la tierra, a simple vista. Es, en lenguaje t¨¦cnico, un ¡°seguimiento de exhumaci¨®n de restos ¨®seos¡±.
Los peritos avanzan en La Bartolina y las familias esperan noticias. Normalmente, estos rescates en el predio duran entre dos y tres semanas. El calor en la zona estos d¨ªas es terrible. Pero no hay opci¨®n. Dice Rosa Garc¨ªa: ¡°Si no buscamos nosotras, nadie lo va a hacer. Para m¨ª no hay climas, para m¨ª no hay tiempos, para m¨ª no hay nada. Yo estoy muerta en vida¡±.
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