M¨¦xico persigue la verdad del ¡®caso Ayotzinapa¡¯ en la barranca de la Carnicer¨ªa
La Fiscal¨ªa muestra por primera vez el escenario donde se hallaron restos de dos de los estudiantes normalistas desaparecidos en 2014 y sobre el que construye la nueva narrativa de lo ocurrido en Iguala
Vigilada por enjambres de moscos y por la Guardia Nacional, la barranca de la Carnicer¨ªa es un lugar hostil. Este predio de la sierra de Guerrero es el escenario central de la Fiscal¨ªa mexicana en la b¨²squeda de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en 2014. En esta tierra, entre arbustos espinosos, se recuperaron dos restos que pertenecieron a Christian Rodr¨ªguez y Jhosivani Guerrero. Del primero fue un fragmento del pie ¡ªpesaba apenas un gramo¡ª, de Guerrero una v¨¦rtebra lumbar. En la hip¨®tesis que maneja el Gobierno, los j¨®venes no murieron aqu¨ª. Sus restos fueron arrojados en la barranca despu¨¦s de la noche del 26 de septiembre, cuando sufrieron junto a sus compa?eros un ataque coordinado de las fuerzas de seguridad y del crimen organizado en la ciudad de Iguala. ?Qu¨¦ pas¨® con los estudiantes esa madrugada de hace siete a?os? ?Por qu¨¦ fueron cazados y desaparecidos? Y, sobre todo, ?d¨®nde est¨¢n? En este paraje de matorrales y hojarasca, mostrado por primera vez a la prensa, la Fiscal¨ªa ha estado buscando las respuestas.
El acceso es terco y la comitiva avanza despacio por el camino de terracer¨ªa. Omar G¨®mez, el fiscal encargado del caso Ayotzinapa, y su equipo han estado un a?o y medio trabajando sin cesar en la barranca. Hasta este martes no lo hab¨ªan abierto nunca a personas de fuera de la investigaci¨®n. Lo hacen porque han terminado sus labores aqu¨ª y ahora centran la b¨²squeda en dos nuevos escenarios ¡ªEL PA?S revel¨® que uno de ellos es el camino que va del municipio de Mezcala, tambi¨¦n en Guerrero, a las minas de Carrizalillo y alrededores¡ª.
La unidad especial de la Fiscal¨ªa para el caso, constituida con la entrada a Palacio Nacional de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, se ha desmarcado por completo de la investigaci¨®n que llev¨® a cabo el Gobierno de Enrique Pe?a Nieto (2012-2018). G¨®mez califica la versi¨®n del anterior Ejecutivo como un montaje creado para dar carpetazo al asunto. Al ponerse ellos al frente del caso, cuenta, se reactiv¨® la b¨²squeda de los estudiantes y se abrieron nuevas l¨ªneas de investigaci¨®n para saber qu¨¦ pas¨® con ellos. En el centro de ambas pesquisas, colocaron a la barranca de la Carnicer¨ªa.
Los investigadores llegaron por primera vez el 19 de noviembre de 2019. Una serie de fuentes apunt¨® a que en esta ¨¢rea, situada a unos 28 kil¨®metros de Iguala, ¡°hubo una actividad intensa esa noche de 2014¡±. El fiscal explica que varios testigos ¡ªahora protegidos y en su momento participantes en la desaparici¨®n de los muchachos¡ª les dijeron: ¡°Busquen en esta zona¡±. Desde lo alto del camino que se dirige al basurero de Cocula y en varios puntos, seg¨²n contaron a la Fiscal¨ªa, hab¨ªan arrojado a la barranca restos de algunos normalistas en un costal.
Esa bolsa, de color blanco y material sint¨¦tico, era toda la se?alizaci¨®n que recibieron los investigadores, por ah¨ª deb¨ªan empezar a buscar. No encontraron nada ni el primer ni el segundo d¨ªa. El 26 de noviembre, junto a un ¨¢rbol, localizaron un peque?o rastro de esa costalilla blanca, que ya no estaba completa despu¨¦s del paso de los a?os. Ah¨ª estaban los primeros fragmentos ¨®seos, eran unos 70, pero ninguno de ellos conten¨ªa material gen¨¦tico suficiente para ser identificado. A partir de ese punto central trazaron el ¨¢rea a examinar.
¡°La barranca de la Carnicer¨ªa para nosotros represent¨® una esperanza de seguir trabajando en la b¨²squeda de los estudiantes¡±, cuenta el fiscal. Desde su desaparici¨®n en 2014 y hasta la llegada a la barranca, en 2019, solo se hab¨ªa encontrado el rastro de uno de los 43: una bolsa con restos de Alexander Mora, presentado a principios de la investigaci¨®n con Pe?a Nieto y presuntamente hallado en el r¨ªo San Juan. ¡°Ha sido superimportante poder llegar a la barranca¡±, dice Omar G¨®mez que atribuye el hallazgo a haber conseguido ¡°romper el silencio¡± que hab¨ªa alrededor del caso.
Peritos y arque¨®logos peinaron ocho kil¨®metros cuadrados. Arrancaron maleza a machetazos, desplazaron una a una cada piedra que entorpec¨ªa el terreno, marcaron unidades de 20 metros, que despu¨¦s dividieron en cuadr¨ªculas, y escarbaron, cribaron kilos de tierra, y encontraron. En total, 187 fragmentos ¨®seos, de los cuales 22 mandaron al laboratorio de Innsbruck, en Austria, para analizar su material gen¨¦tico, dos dieron positivo: pertenec¨ªan a los estudiantes. ¡°Cuando aparecieron, te das cuentas de que todo el trabajo de meses y meses mereci¨® la pena¡±, cuenta a EL PA?S una de las arque¨®logas del equipo, mientras avanza r¨¢pido familiarizada con el terreno.
Christian ten¨ªa 19 a?os cuando desapareci¨® en Iguala. Un fragmento de un cent¨ªmetro de su tal¨®n de Aquiles fue localizado en la barranca a finales de 2019. Era tan peque?o que los arque¨®logos solo lo descubrieron cuando cribaron un mont¨®n de tierra. ¡°Es una aguja en un pajar¡±, apunta el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, se?alando con los brazos un monte complejo y poblado en el que se encontr¨® un hueso min¨²sculo. Estaba a mitad de la loma del barranco, a unos 60 metros del punto de b¨²squeda inicial, no hab¨ªa sido quemado pero s¨ª estaba craquelado por la exposici¨®n al sol y a la intemperie; fue denominado indicio n¨²mero 15.
El 22 de octubre de 2020, y tras unas trombas de agua que hab¨ªan revuelto una parte del terreno, se localiz¨® el ¨²nico hueso completo de toda la barranca: una v¨¦rtebra lumbar. Tampoco hab¨ªa sido quemada. El fiscal Omar G¨®mez la llev¨® personalmente a Innsbruck. Con el 99% de probabilidades, ese hueso hab¨ªa pertenecido a Joshivani Guerrero. El hallazgo orill¨® a los familiares a asumir lo que apuntaban las pistas. ¡°Sin un pie se puede vivir, pero encontrar una v¨¦rtebra implica que esa persona, necesariamente, ya no est¨¢ viva¡±, dicen firmes los investigadores.
Al cobijo de una precaria sombra, el subsecretario se sienta esta ma?ana bochornosa de septiembre en una piedra negruzca, dice que es ya la suya. En este mismo punto ¡ªa un par de metros de donde se localiz¨® el fragmento de Christian Rodr¨ªguez¡ª, el 13 de mayo de este a?o, el equipo del fiscal reuni¨® a las familias y juntos recorrieron la barranca para compartirles los resultados. ¡°Vinieron los padres de Christian; los de Joshivani no, porque ya est¨¢n grandes. Fue muy emotivo¡±, coinciden Encinas y G¨®mez.
Los restos de los dos muchachos aparecieron en la superficie, no enterrados, lo que para la Fiscal¨ªa confirma los testimonios de que hab¨ªan sido aventados desde lo alto de la barranca. Son las dos ¨²nicas pruebas de los estudiantes en las que se ha respetado la cadena de custodia. Sobre el hallazgo del hueso de Alexander Mora, en 2014, todav¨ªa pesan las dudas de d¨®nde proced¨ªa realmente.
Una nueva investigaci¨®n sin ¡°verdad hist¨®rica¡±
Subiendo el camino que lleva a la barranca de la Carnicer¨ªa est¨¢ el basurero de Cocula. A 800 metros. Aquel fue el escenario clave en el que la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica (PGR) ¡ªla antigua fiscal¨ªa¡ª bas¨® lo que llam¨® la ¡°verdad hist¨®rica¡±. Esta afirmaba que el grupo criminal Guerreros Unidos coludido con fuerzas de seguridad municipales, estatales y ministeriales quem¨® a los 43 muchachos en el basurero y despu¨¦s tir¨® los restos al r¨ªo San Juan. Para sostener esta versi¨®n, el director de la PGR, Jes¨²s Murillo Karam, y el exdirector de la Agencia de Investigaci¨®n Criminal, Tom¨¢s Zer¨®n, ¡ªhoy pr¨®fugo de la justicia¡ª, mostraron confesiones en v¨ªdeo de miembros de cartel y el hallazgo del hueso de Alexander Mora.
Esta versi¨®n ha sido calificada de invenci¨®n por el fiscal G¨®mez, que considera que las declaraciones de los sicarios fueron obtenidas por medios il¨ªcitos, como la tortura, y que las pruebas fueron ¡°sembradas¡±. Al Equipo Argentino de Antropolog¨ªa Forense (EAAF), que estaba esos d¨ªas de 2014 trabajando en el caso con la PGR, no se le permiti¨® estar presente cuando supuestamente sacaron el hueso de Alexander del r¨ªo; tampoco estaba all¨ª el funcionario del Ministerio P¨²blico que supuestamente firm¨® el acta de extracci¨®n del fragmento.
El r¨ªo San Juan queda lejos de la barranca de la Carnicer¨ªa. Y tampoco est¨¢ cerca el basurero. El ascenso por la senda que une estos dos puntos es lento y costoso. Las ramas y las piedras que han invadido el espacio golpean las camionetas. Y eso que la zona est¨¢ ahora m¨¢s limpia y aclarada despu¨¦s de a?o y medio de trabajos de b¨²squeda, apostillan los investigadores. La Fiscal¨ªa dirigida por G¨®mez lo tiene claro: los perpetradores nunca llegaron hasta el basurero a tirar los restos de los estudiantes. Se quedaron antes, m¨¢s abajo.
El nuevo equipo investigador tiene una hip¨®tesis de lo que ocurri¨® en la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014, pero todav¨ªa trabaja en verificarla. Se han desplegado en 53 escenarios y ahora est¨¢n profundizando en una l¨ªnea de investigaci¨®n centrada en incineradoras, unos ¡°lugares de quema controlada¡±, como los define el fiscal, donde se pudo haber incinerado los cuerpos de los estudiantes. ¡°Han pasado casi siete a?os de que se utilizaron estos espacios, ?qu¨¦ hallazgos podemos encontrar? Posiblemente ninguno, pero es una l¨ªnea que mantenemos abierta¡±, ha apuntado G¨®mez. No especifica d¨®nde est¨¢n estos sitios, pero en su momento en 2014 se habl¨® de las funerarias de Iguala.
El fiscal es consciente de que es posible que nunca logren reconstruir exactamente qu¨¦ pas¨® desde que los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos fueron obligados a bajar de dos de los autobuses en los que estaban, fueron montados en las patrullas de la polic¨ªa y se esfumaron. Pero mientras tratan, dice, de que ¡°se avance en el acceso a la justicia y la verdad del caso Ayotzinapa¡±.
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