¡°No hab¨ªa inter¨¦s en que nosotros fu¨¦ramos a La Carnicer¨ªa¡±
Mercedes Doretti, del equipo forense argentino y Francisco Cox, del grupo de expertos de la CIDH que investig¨® el ¡®caso Ayotzinapa¡¯, recuerdan los roces con la fiscal¨ªa por las b¨²squedas en la barranca
La historia procesal del caso Ayotzinapa ofrece pistas de los vicios de la investigaci¨®n. La fiscal¨ªa de Guerrero se encarg¨® inicialmente del ataque contra los estudiantes normalistas el 26 de septiembre de 2014 en Iguala. A principios de octubre, la unidad de secuestros de la SEIDO, la fiscal¨ªa federal de delincuencia organizada, asumi¨® las pesquisas. Los fiscales de la SEIDO unieron fuerzas con la Agencia de Investigaci¨®n Criminal. El director de la agencia, Tom¨¢s Zer¨®n, coordinaba los trabajos. Zer¨®n ven¨ªa del Estado de M¨¦xico, igual que el entonces presidente, Enrique Pe?a Nieto, que hab¨ªa gobernado la entidad entre 2006 y 2012.
En poco m¨¢s de un mes ¡ª33 d¨ªas¡ª Zer¨®n y su equipo ya ten¨ªan una teor¨ªa. En noviembre de 2014, el fiscal federal, Jes¨²s Murillo Karam, inform¨® de que los 43 estudiantes desaparecidos hab¨ªan sido asesinados, quemados en un basurero en el municipio de Cocula y sus restos arrojados a un r¨ªo. En enero del a?o siguiente, la fiscal¨ªa abund¨® en esta teor¨ªa, dando el caso pr¨¢cticamente por cerrado. Testimonios obtenidos por los investigadores coincid¨ªan en el relato del basurero. Restos ¨®seos rescatados en el r¨ªo apuntaban en la misma direcci¨®n.
Atentos al desarrollo de la investigaci¨®n, los familiares de los 43 pidieron ayuda independiente. Cuando la teor¨ªa del basurero empezaba a cobrar forma, a finales de octubre de 2014, el Equipo Argentino de Antropolog¨ªa Forense, EAAF, lleg¨® en ayuda de las familias. Meses despu¨¦s, en marzo de 2015, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, GIEI, amparado por la Comisi¨®n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aterriz¨® en M¨¦xico. El GIEI y el EAAF acabaron por desbaratar la teor¨ªa oficial.
Vistas las ¨²ltimas novedades del caso Ayotzinapa, Mercedes Doretti, cabeza del EAAF, recuerda con extra?eza aquellas semanas finales de 2014. La actual administraci¨®n de la fiscal¨ªa ha ubicado restos de uno de los 43 en la barranca de La Carnicer¨ªa, un ¨¢rea donde la vieja fiscal¨ªa encontr¨® cientos de fragmentos ¨®seos que ocult¨® durante a?os y nunca mand¨® a analizar, como ha informado EL PA?S. Zer¨®n ya no es el superpolic¨ªa de M¨¦xico, sino pr¨®fugo de la justicia. La fiscal¨ªa lo acusa ahora de una serie de delitos e irregularidades supuestamente cometidos durante la investigaci¨®n del caso Ayotzinapa. El ejemplo m¨¢s claro es el hallazgo de los huesos del primer estudiante identificado, Alexander Mora, punto de quiebre de la relaci¨®n entre el equipo de Zer¨®n y el EAAF.
El 7 de diciembre de 2014, la fiscal¨ªa anunci¨® que los huesos que hab¨ªa encontrado a finales de octubre en el r¨ªo San Juan, cerca del basurero de Cocula, eran de Alexander Mora, uno de los 43. El EAAF, que hab¨ªa trabajado con la PGR esos d¨ªas en el basurero y en el r¨ªo, denunci¨® que no hab¨ªa estado presente en el momento del hallazgo de los huesos en el r¨ªo. ¡°Gente de la fiscal¨ªa me dijo que nosotros, por un purismo exagerado, est¨¢bamos poniendo en duda toda la investigaci¨®n¡±, explica Doretti. ¡°Empez¨® toda una campa?a para desprestigiar al equipo. Quer¨ªan trasladar la idea de que nosotros hab¨ªamos tenido un berrinche por puristas¡±.
Doretti cuenta que los fiscales dejaron de avisarles para diligencias. A diferencia de como hab¨ªan trabajado hasta entonces, en los meses siguientes apenas trabajaron en conjunto. ¡°Pero nos llamaron para ir a La Carnicer¨ªa¡±, cuenta Doretti. Esto ocurri¨® en la segunda quincena de diciembre de 2014, despu¨¦s de que peritos oficiales fueron a levantar los restos ubicados all¨ª por autodefensas del estado de Guerrero.
El relato que hace Doretti de este conato de viaje a La Carnicer¨ªa, en el municipio de Cocula, ilustra las maneras de los investigadores entonces. ¡°Llegamos al aeropuerto, al hangar de la PGR [el viejo nombre de la fiscal¨ªa]. ?ramos dos o tres del EAAF. Y encontramos una escena extra?a. Hab¨ªa un grupo de personas que dec¨ªan que eran de una universidad, con gente de SEIDO. Dec¨ªan que iban a colocar jaulas en La Carnicer¨ªa. En las jaulas iban a poner comida, para atraer fauna cadav¨¦rica a la zona de la barranca¡±, explica la experta. ¡°?Con qu¨¦ tiene que ver esto? SEIDO trataba de demostrar que la barranca y el basurero estaban vinculados. Y nosotros dec¨ªamos que no ten¨ªa que ver un lugar con el otro. Adem¨¢s, varios de los que se presentaron como bi¨®logos de la universidad y peritos llevaban ametralladoras colgadas¡±.
El EAAF decidi¨® no viajar, Doretti y los dem¨¢s no se sintieron c¨®modos. ¡°Despu¨¦s de esa vez, no nos avisaron de m¨¢s diligencias. Nos quedamos en el laboratorio analizando restos. Yo creo que no hab¨ªa inter¨¦s en que nosotros fu¨¦ramos all¨¢¡±.
La barranca de La Carnicer¨ªa era entonces uno de tantos nombres que aparec¨ªan d¨ªa s¨ª y d¨ªa tambi¨¦n en la prensa. Francisco Cox, abogado chileno y uno de los integrantes del GIEI, dice que el baile de nombres era una constante. Y tambi¨¦n lo era, cuenta, la reacci¨®n de la fiscal¨ªa. ¡°Era habitual que hubiera l¨ªneas de investigaci¨®n sin agotar. La Parota, Pueblo Viejo, el autolavado de Los Tilos¡¡±, menciona Cox, en referencia a puntos que surgieron como posible destino de los 43, en interrogatorios a detenidos.
En julio de 2015, Cox y el perito que contrat¨® el GIEI en materia de din¨¢mica de fuego, Jos¨¦ Luis Torero, visitaron la coordinaci¨®n de servicios periciales de la fiscal¨ªa. Iban a revisar evidencias recogidas en el r¨ªo y el basurero. ¡°Contra la pared estaban las bolsas y unas vasijas. Y en unas bolsas dec¨ªa La Carnicer¨ªa¡±, recuerda el abogado. Cox no sabe por qu¨¦ estaban esas bolsas ah¨ª, ya que el acuerdo con la fiscal¨ªa era ver evidencia del r¨ªo y el basurero. As¨ª que tom¨® unas fotos de esas bolsas. ¡°Recientemente me di cuenta de que nos hicieron firmar que nos exhibieron lo de La Carnicer¨ªa, pero estoy casi seguro de que no lo abrimos¡±, dice.
En efecto, en el expediente de la fiscal¨ªa sobre los restos recogidos en la barranca en 2014, del que EL PA?S tiene una copia, figura un acta en la que la fiscal que acompa?¨® a Cox y Torero dice que los expertos revisaron las bolsas de La Carnicer¨ªa. Pero Cox insiste en que no recuerda haberlas abierto.
La presencia de las bolsas frente a los expertos aquel d¨ªa integraba la evidencia de La Carnicer¨ªa en el universo del basurero y el r¨ªo, parte central de la narrativa de la fiscal¨ªa. Con el acta que firm¨® la fiscal, la dependencia dejaba registro de que el grupo de investigadores independientes hab¨ªan revisado la evidencia de la barranca, certificando dos cosas, la unidad de los tres lugares y la transparencia de la fiscal¨ªa, tantas veces criticada por el GIEI.
El grupo de expertos pidi¨® repetidas veces copia de la investigaci¨®n oficial sobre la barranca, pero la SEIDO nunca la mand¨®. En noviembre de 2015, parte del grupo fue finalmente al lugar. En su ¨²ltimo informe antes de salir de M¨¦xico, los investigadores independientes escribieron que en el lugar ¡°no se observaban variaciones en la tierra o que existieran indicios de que ah¨ª se hab¨ªa realizado una quema o remociones para extraer cuerpos¡±. O sea, el GIEI nunca pudo confirmar que el lugar que revis¨® en la barranca, fue el mismo de donde los peritos hab¨ªan levantado los restos.
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