La CNDH pide a la Fiscal¨ªa que reabra el ¡®caso Colosio¡¯ por las torturas a Mario Aburto
En uno de los grandes misterios del M¨¦xico moderno, la ombudsman insiste en que el presunto culpable fue torturado por agentes de la Fiscal¨ªa y funcionarios de prisiones
La Comisi¨®n Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha pedido a la Fiscal¨ªa que reabra el caso Colosio, el magnicidio del candidato presidencial del PRI asesinado en Tijuana en 1994. En un informe publicado este martes, la oficina del ombudsman ha se?alado que el presunto asesino, Mario Aburto, detenido poco despu¨¦s del ataque, fue objeto de tortura por parte de agentes de la propia Fiscal¨ªa y de funcionarios de prisiones. Pese a las dudas sobre el caso y las quejas constantes del condenado, Aburto nunca ha salido de prisi¨®n. La CNDH insiste ahora en que el proceso que concluy¨® en su sentencia fue del todo irregular.
Luis Donaldo Colosio era la estrella emergente del PRI en un momento en que M¨¦xico viv¨ªa momentos convulsos. El Gobierno de Carlos Salinas (1988-1994) hab¨ªa aprobado el tratado de libre comercio de Norteam¨¦rica con Estados Unidos y Canad¨¢. En enero, el Ej¨¦rcito Zapatista de Liberaci¨®n Nacional (EZLN) se hab¨ªa alzado en Chiapas, un desaf¨ªo al Estado desde los movimientos de base del sur del pa¨ªs, un llamado de auxilio del campesinado, olvidado por d¨¦cadas.
En ese contexto, Colosio era un s¨ªmbolo de esperanza, la ¨²ltima gran operaci¨®n publicitaria del PRI, que se eternizaba en el poder desde su formaci¨®n, a finales de la d¨¦cada de 1920 bajo la presidencia de Plutarco El¨ªas Calles. ?dolo de masas, Colosio llenaba sus m¨ªtines all¨¢ por donde iba. Aquel 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, Tijuana, no fue ninguna excepci¨®n. Riadas de gente llegaron a ver al candidato. En un traslado, alguien sac¨® una pistola y dispar¨® a Colosio. El pol¨ªtico muri¨® poco despu¨¦s en el hospital. Aburto fue detenido en las primeras horas despu¨¦s del asesinato.
Mucho se ha escrito sobre el magnicidio en todos estos a?os, tambi¨¦n de Aburto y su presunta responsabilidad. Las teor¨ªas conspirativas sobre el papel del PRI en el asesinato, las presiones que habr¨ªan sufrido los investigadores y los v¨ªnculos de unos y otros con el crimen organizado han permeado en la opini¨®n p¨²blica, hasta el punto de que esas teor¨ªas resultan a veces tan cre¨ªbles como la versi¨®n de que Aburto es el culpable.
Adem¨¢s de reabrir la investigaci¨®n, la CNDH pide a la Fiscal¨ªa que investigue su propia investigaci¨®n debido a las irregularidades detectadas en las pesquisas. Los investigadores piden que ¡°se consideren las m¨²ltiples omisiones, ocultamientos y acciones generados en el pasado, para que en esta nueva investigaci¨®n que se realice o en la reapertura de la anterior, se subsanen tales deficiencias y se llegue al pleno esclarecimiento de los hechos¡±.
La oficina del ombudsman pide igualmente que se reactive la investigaci¨®n por tortura contra Aburto, iniciada en 1994 y abandonada otros tantos. ¡°A¨²n transcurridos 27 a?os desde que ocurrieron los hechos alegados, conforme al Protocolo de Estambul que se le practic¨®, existe un cuadro de lesiones t¨ªpicas, as¨ª como diversas cicatrices de distintos tama?os que pueden ser importantes en un diagn¨®stico de torturas¡±, se?ala el documento.
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