¡®Get back¡¯
La pertenencia tat¨²a por siempre la querencia, aunque el alma abra alas allende el paisaje, en otros bosques que son en realidad manantial
Aunque la canci¨®n Get Back fue inicialmente tarareada como una eleg¨ªa del regreso ¡ªde todo o cualesquier forma de regreso¡ª, su sentido cambi¨® r¨¢pidamente en el sentido de una protesta contra una ola de supremacismo racial que salpic¨® el paisaje de Inglaterra en los d¨ªas en que Lennon y McCartney la cuajaban en el estudio de sus interminables improvisaciones. Get Back dicen los racistas en cuanto un mexicano les incomoda el ¨¢nimo en Texas y le espetaban al paquistan¨ª que se quiso ganar la vida en Picadilly, a falta de recursos en el Punjab¡ y ahora, eso otras cosas m¨¢s las sabemos gracias a la tit¨¢nica labor con la que Peter Jackson ha rescatado de la amnesia alrededor de 57 horas de filmaci¨®n in¨¦dita, guardadas en una caja fuerte durante medio siglo, para iluminar hoy mismo al mundo con el milagro de una epifan¨ªa ins¨®lita: John, Paul, George y Ringo se re¨²nen por fin un 2 de enero de 1969, al filo de un divorcio anunciado, con la sana intenci¨®n de ver si son capaces de cuajar 14 canciones en tres semanas y culminar toda una vida de m¨²sica con una ¨²ltima presentaci¨®n en vivo. El resultado fue un disco invaluable titulado Let it Be y un concert¨® de azotea que resonando sobre los tejados de Londres hasta el d¨ªa de hoy en que ya sabemos lo que sabemos: que con la presi¨®n encima, los genios son capaces de materializar un milagro, que con el tiempo encima se puede inventar de la nada una obra de arte irrebatible y de que si somos cuatro, o s¨®lo dos, y estamos juntos¡ no hay nadie que logre callarnos ni mucho menos, cortarnos las alas.
Coincide con el documental de Get Back, un regreso a M¨¦xico con el que quiero abrazar a tanta gente buena junta que viene a mi lado como madre May en cuanto me siento en tiempos de problemas y vuelvo a la FIL con el ¨¢nimo ilusionado de que muy pronto ha de volver a ser totalmente presencial, lo que por ahora se llama h¨ªbrido y que no obsta ni impide la celebraci¨®n m¨¢s grande y feliz de la lengua castellana o idioma espa?ol o clave de e?e de la mejor literatura posible. Se vuelven a reunir en una azotea milagrosa de Guadalajara todos los g¨¦neros ¡ªdesde el cuento y cuent¨ªnimo, al ensayo y novela, pasando por la cr¨®nica y la entrevista, el aforismo y la poes¨ªa¡ª y se re¨²nen los autores (ya en persona o en pantalla) para una eleg¨ªa que en el fondo clama Let it Be, d¨¦jalo ser al necio con su man¨ªas y al pusil¨¢nime con su silencio, al plagiario impune y al autor multiventas, a la poeta hasta hoy an¨®nima y a la ensayista deslumbrante; que con su pan se lo coman los advenedizos psic¨®patas y los funcionarios ef¨ªmeros, pero tambi¨¦n dejemos que sean como son los autores libres, las voces en prosa que no merecen censura y las poetas que defienden a las mujeres maltratadas por siglos y que dejemos en paz a los lectores que quieren leer por el solo placer de viajar con la imaginaci¨®n sin adoctrinamientos trasnochados y dejemos ser a los ni?os que ya vuelan en p¨¢ginas y a las ancianas que rememoran su pasado psicod¨¦lico con libros que atesoran en su memoria.
Vuelvo sabiendo que he de volver a Madrid en cuanto vuelva a pasarle p¨¢gina al M¨¦xico de siempre, al que vuelvo porque nunca me fui ni me he ido, porque al volver s¨®lo se va lo que s¨ª merece olvidarse, lo que no vale la pena evocar salvo en n¨¢useas ocasionales. Vuelvo a las calles que abrazo con p¨¦talos de bugambilia y a los perros amarillos flacos que deambulan por las calles sin due?o, los trompos de tacos y las charlas cantaditas, los lutos de quienes se adelantaron y la m¨²sica multifac¨¦tica de la comida mexicana y los rostros entra?ables entre miles de caras y los libros, todos los libros, tantos libros que se leen en las caras sonrientes e ilusionadas de tant¨ªsimos mexicanos que no se han doblegado por las constantes desgracias y mentiras, falsas utop¨ªas circulares y tantos sofisma descomunal. Vuelvo, es decir: Get Back to where you once belonged, porque la pertenencia tat¨²a por siempre la querencia, aunque el alma abra alas allende el paisaje, en otros bosques que son en realidad manantial.
Vuelve a donde perteneciste en un ayer, aunque hoy no seas tan de aqu¨ª ni de all¨¢, rodeados de nubes que murmuran ese sentimiento que llevas en la piel y la saliva, en las p¨¢ginas de los libros por venir y el paseo de madrugada sobre versos sin rima. All¨¢ lejos danza un perro tricolor que parece sonre¨ªrle a Maxwell del martillo o al quinto jinete de piel oscura que deambula sobre las teclas de un ¨®rgano como misa de fondo para que los cuatro profetas de la infancia se vuelvan a reunir, ya para siempre, en el pret¨¦rito presente que ha de marcar todo futuro.
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