La inflaci¨®n le pega al bolsillo de los Reyes Magos en M¨¦xico

Reina se pasea cansada y sudorosa por la Calle Rep¨²blica de Colombia, en el Centro Hist¨®rico de Ciudad de M¨¦xico, cargada con bolsas negras llenas de juguetes. Esta mujer menuda, de 38 a?os, las lleva con esfuerzo, pero camina a prisa, a la caza de m¨¢s productos que debe comprar a un precio m¨¢s barato aqu¨ª en la capital que en Ecatepec, donde vive. All¨¢ los expondr¨¢ en su puesto de tianguis, a la espera de que la gente se anime a adquirir los juguetes como regalo de D¨ªa de Reyes. Este a?o, sin embargo, se ha topado con un incremento de precios que tiene su explicaci¨®n ¡ªseg¨²n los comerciantes consultados¡ª por la inflaci¨®n que afecta a M¨¦xico, pero tambi¨¦n por las dificultades en las importaciones de los productos debido a la pandemia, principalmente desde China, un enorme productor de estos objetos que son el deleite de los ni?os. ¡°Este a?o los precios se elevaron demasiado¡±, afirma la comerciante. ¡°Todo ha aumentado y por eso vengo hoy [por el martes] porque ma?ana [v¨ªspera de Reyes] aumentar¨¢n m¨¢s los precios¡±, dice Reina.

M¨¦xico ha sufrido una constante escalada de precios, registr¨¢ndose en noviembre el ¨ªndice de inflaci¨®n m¨¢s alto en 20 a?os, al alcanzar este el 7,37%, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica y Geograf¨ªa (Inegi). Las alzas han golpeado con mayor fuerza las tarifas el¨¦ctricas, con un aumento mensual de 24,16%, pero tambi¨¦n a alimentos como el tomate verde (71,8%), chiles frescos (30,6%) y el jitomate (25,3%). La misma instituci¨®n registra tambi¨¦n un incremento en los precios de los juguetes de hasta un 6%, una de las m¨¢s altas registradas en a?os recientes. Estas alzas han sorprendido a economistas y superan los pron¨®sticos del Banco de M¨¦xico, que situaba el ¨ªndice de precios en un 3%. ¡°Hoy he invertido en estos juguetes 2.500 pesos, pero he comprado menos que el a?o pasado¡±, explica Reina. ¡°Esta temporada tambi¨¦n se nos bajaron las ventas, pero la gente sigue comprando en los tianguis y bazares, aunque tengo que trabajar el doble para poder sacar un poquito m¨¢s de dinero, o al menos lo que se invierte¡±, agrega.

La Rep¨²blica de Colombia es esta ma?ana c¨¢lida de enero un hormiguero sofocante. Los comerciantes gritan atrayendo clientes: ¡°?P¨¢sele, todo a mitad de precio!¡±, ¡°?Venga, g¨¹erito, a cien pesos los juguetes!¡±, ¡°?Rebajas, rebajas, pregunte!¡±. Los vendedores ambulantes ofrecen la mercanc¨ªa con insistencia y miles de personas se mueven con lentitud de romer¨ªa en esta avenida disminuida por los enormes puestos de productos, en los que personajes de Toy Story disputan la atenci¨®n de los andantes con robots, figuras de Pok¨¦mon, mu?ecas desangeladas, imitaciones de Barbie y centenares de peluches rechonchos y otros hasta grotescos. En una esquina privilegiada de esta avenida rodeada de casas coloniales venidas a menos est¨¢ Francisco Ram¨ªrez, de 53 a?os, un robusto comerciante que cuenta con tres puestos de juguetes, en los que emplea a integrantes de cuatro familias. Mientras ellos gritan las mercanc¨ªas y las ofertas, Ram¨ªrez empaca en cajas de cart¨®n lo que la gente va pidiendo, algunos incluso arrebatan los objetos de las manos de otros, en busca de la chucher¨ªa que seguro ha pedido el nieto, hijo o sobrino. ¡°Para m¨ª las ventas est¨¢n bien, porque tenemos una l¨ªnea de ofrecer productos de buena calidad al mejor precio¡±, dice Ram¨ªrez. Las ventas van tan bien que ¨¦l afirma que ha vendido entre 30.000 y 40.000 pesos al d¨ªa.

Este comerciante, sin embargo, tiene quejas. Acepta que ha tenido que elevar los precios de los productos debido a las dificultades en las importaciones debido a la pandemia, principalmente porque se les ha hecho m¨¢s dif¨ªcil traerlos desde China. ¡°La mercanc¨ªa est¨¢ detenida en los grandes pa¨ªses, que no permiten que llegue hacia ac¨¢ y acu¨¦rdate que mientras m¨¢s detenido est¨¦ el producto, pues obviamente m¨¢s caro. Y el tema de la inflaci¨®n afectado tambi¨¦n¡±, comenta Ram¨ªrez.

Si los comerciantes se quejan, los asalariados que recorren la Rep¨²blica de Colombia se llevan la peor parte: tienen que hacer piruetas con la econom¨ªa familiar para no decepcionar a los ni?os que esperan que los Reyes Magos le lleven el juguete que con ansiedad pidieron por haber sido tan buenos. Luis Fern¨¢ndez, de 32 a?os, es de Tabasco, la misma tierra que el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. Es electricista y dice que con la pandemia su trabajo se ha reducido mucho, mientras que los precios de la comida y los servicios s¨ª han aumentado. Fern¨¢ndez critica a L¨®pez Obrador, que en sus conferencias matutinas ha minimizado el aumento en la inflaci¨®n y ha afirmado que la econom¨ªa se recupera a grandes pasos. ¡°El aumento es muy notorio. En mi Estado la canasta b¨¢sica est¨¢ s¨²per alta, te gastas 1.000 pesos en cinco cosas, no s¨¦ por qu¨¦ el presidente no lo ve¡±, afirma el hombre. Fern¨¢ndez tiene un hijo de ocho meses y otro de dos a?os. Para este ¨²ltimo ha comprado un triciclo de pl¨¢stico, que le ha costado 1.000 pesos, a los que debe sumar el costo del traslado hasta la capital. ?Ha valido la pena? ¡°S¨ª¡±, responde enf¨¢tico. ¡°En Tabasco es m¨¢s caro¡±, afirma.

Mientras Fern¨¢ndez se pierde en las calles repletas de andantes del centro hist¨®rico cargando el juguete a la espalda, Daniel P¨¦rez, un joven muy delgado de 24 a?os, se pasea por los puestos para hallar el regalo que espera en casa su hijo de un a?o y siete meses. Este contador p¨²blico de profesi¨®n ha venido a esta calle a buscar el juguete porque lo puede encontrar m¨¢s barato, dice, si compara los precios con los centros comerciales o puestos especializados de otros puntos de la ciudad. ¡°Trato de planificar los gastos con mi esposa para estas fechas poder comprar el regalito¡±, dice el joven, quien afirma que cada vez m¨¢s se aprieta el cintur¨®n debido al aumento en los precios de todos los productos. ¡°Este a?o el precio de los juguetes ha aumentado bastante¡±, dice P¨¦rez. ¡°Creo que el pr¨®ximo a?o aumentar¨¢n m¨¢s¡±, afirma el joven, quien ha gastado 600 pesos en el regalo de su hijo, justo el presupuesto programado. A pesar del aumento, ¨¦l sigue una tradici¨®n que desde ni?o le ilusionaba. ¡°Es muy bonita y quiero inculcarle ese esp¨ªritu a mi hijo; que reciba sus regalos en estas fechas es muy lindo¡±, dice.

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