Latinoam¨¦rica se enfrenta a los l¨ªmites de su capacidad de testeo
La llegada de ¨®micron ha obligado a los pa¨ªses de la regi¨®n a recalibrar sus estrategias de toma de pruebas. EL PA?S hace un recorrido sobre el acceso y disponibilidad de test en diferentes puntos de la regi¨®n
Bien sea por ant¨ªgenos o PCR, los an¨¢lisis para detectar casos de coronavirus se han convertido en un term¨®metro ¨Caunque sea inexacto¨C para seguir la evoluci¨®n de las nuevas oleadas de contagios durante la pandemia. En paralelo a los malabares diplom¨¢ticos y presupuestarios para acceder a las vacunas, los gobiernos de Latinoam¨¦rica expandieron su capacidad de testeo, pero ahora, en el momento en el que el n¨²mero de casos alcanza un m¨¢ximo hist¨®rico en la regi¨®n ¡ªm¨¢s de ocho millones en una semana¡ª, se ven obligados a recalibrar sus estrategias de toma de pruebas ante la avalancha de positivos provocada por la llegada de la variante ¨®micron.
Las pruebas diagn¨®sticas fueron las primeras herramientas que tuvieron los pa¨ªses para dimensionar la pandemia. Las de reacci¨®n en cadena de la polimerasa, que el mundo entero ya conoce por sus siglas inglesas (PCR), sirvieron para medir la altura de los primeros picos, si bien de manera imperfecta: entonces se hicieron patentes los l¨ªmites de capacidad de unos sistemas de salud que necesitaban procesar miles de tests diarios. Cada uno de ellos requer¨ªa maquinaria costosa, ingredientes reactivos y varias horas de personal especializado. Estos cuellos de botella dejaron a la mayor parte de los casos en Am¨¦rica Latina sin diagnosticar en los primeros momentos de 2020. Pero poco a poco se ampliaron capacidades, y tambi¨¦n se extendi¨® el uso de un segundo tipo de prueba diagn¨®stica: la basada en ant¨ªgenos, mucho m¨¢s barata, f¨¢cil de usar y con resultados en quince o veinte minutos.
Mientras, los sucesivos picos de contagio hicieron evidente para la poblaci¨®n que la convivencia con el virus iba a ser larga. As¨ª, las pruebas diagn¨®sticas pasaron a ser tambi¨¦n, y sobre todo, una manera de manejar riesgos individuales a la hora de encontrarse con otras personas, o un tr¨¢mite necesario para conseguir una baja m¨¦dica. Su agregaci¨®n junto a las PCR permiti¨® tener im¨¢genes algo m¨¢s fieles de los tama?os de las siguientes olas, aunque muy distintas en su precisi¨®n pa¨ªs a pa¨ªs en funci¨®n del acceso a pruebas y los recursos invertidos en este frente.
Las de ant¨ªgenos han sido y siguen siendo las predilectas para usos no estrictamente cl¨ªnicos en la regi¨®n y en el mundo entero, dada su rapidez y bajo coste. Sin embargo, en comparaci¨®n con las PCR tambi¨¦n son menos sensibles: eso quiere decir que, por regla general, su ¨ªndice de falsos negativos es m¨¢s alto. Es adem¨¢s posible que con ¨®micron esta sensibilidad sea un poco menor: algunos estudios preliminares que comparan positividad con ant¨ªgenos y PCR han notado cierta erosi¨®n en su capacidad diagn¨®stica, que adem¨¢s var¨ªa entre marcas y proveedores.
Las pruebas diagn¨®sticas est¨¢n transitando hacia su segundo reacomodo durante la pandemia. Si primero pasaron de medidor p¨²blico a evaluador privado esencial, ahora se convierten poco a poco en un ingrediente m¨¢s en la cotidianeidad, una se?al que debe contrastarse con otras a la hora de que hogares, empresas o gobiernos manejen el riesgo en cada instante. Cada vez menos gente entiende como incuestionable un negativo en ant¨ªgenos en una persona con s¨ªntomas compatibles con covid que vive relacion¨¢ndose en zona de alto contagio, y el ¡°por si acaso¡± se va imponiendo poco a poco como modulador del autodiagn¨®stico. Lo que no ha cambiado tanto en estos dos a?os es la distribuci¨®n de la disponibilidad de este recurso. Las principales diferencias se dan entre pa¨ªses, pero tambi¨¦n dentro de ellos: en sociedades desiguales, especialmente aquellas con acceso a salud que no es universal de facto, las pruebas frecuentes se parecen m¨¢s a un bien de lujo que a uno garantizado por considerarse de primera necesidad.
Desde gobiernos que desincentivan el testeo masivo, como los de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador en M¨¦xico o Jair Bolsonaro en Brasil, a los que los promueven como Argentina o los que priorizan a personas mayores o con comorbilidades como Colombia , as¨ª es la situaci¨®n en diferentes pa¨ªses de la regi¨®n:
M¨¦xico, un cuello de botella
M¨¦xico atraviesa una cuarta ola disparada por ¨®micron, en un repunte que se ha caracterizado por r¨¦cords de casos diarios de covid y largas filas para realizarse pruebas en las principales ciudades. El Gobierno de Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha desalentado la aplicaci¨®n masiva de tests desde el inicio de la pandemia y los ha descartado como una herramienta ¨²til en la gesti¨®n sanitaria. Como resultado, M¨¦xico solo aplica un test por cada 3.000 habitantes, una proporci¨®n casi diez veces menor que en Argentina y seis veces menor que en Colombia, de acuerdo con el portal Our World in Data.
El pa¨ªs padece un cuello de botella de pruebas ante el pico de casos, el incremento de otras enfermedades respiratorias por el invierno y la necesidad de demostrar el contagio para solicitar bajas laborales y d¨ªas de descanso. En Ciudad de M¨¦xico, el motor de la epidemia a nivel nacional y donde el uso de tests est¨¢ m¨¢s extendido, las autoridades aplican seis veces m¨¢s pruebas gratuitas que en noviembre. Antes de la llegada de la nueva variante se repart¨ªan unas 5.000 pruebas diarias, ahora se distribuyen m¨¢s de 30.000.
Las personas que no pueden costearlas se forman durante varias horas en quioscos instalados por el Gobierno de la ciudad o afuera de instituciones p¨²blicas de salud, aunque en este ¨²ltimo caso se restringe la aplicaci¨®n a casos graves y avanzados. Afuera de laboratorios privados se observan largas filas de coches y algunas farmacias lucen abarrotadas, con estimaciones del sector que se?alan un alza del 50% en la demanda durante los primeros d¨ªas de 2022. ¡°A todos mis pacientes les he dicho que no se hagan pruebas, ?para qu¨¦? Es mejor que asuman que es covid en vez de que salgan a la calle por varias horas¡±, se?ala el infect¨®logo de la UNAM Samuel Ponce de Le¨®n.
¡°En M¨¦xico se han hecho pocas pruebas y ha sido una mala pol¨ªtica. No se ha visto la detecci¨®n como algo importante, cuando es una estrategia ¨²til¡±, apunta en cambio Carlos del R¨ªo, profesor de la Universidad de Emory. ¡°La escasez de pruebas es mundial¡±, justific¨® la semana pasada el subsecretario de Salud, Hugo L¨®pez-Gatell. En medio de esa tendencia mundial, los tests se han convertido en objeto de debate en M¨¦xico, donde las pruebas tambi¨¦n han alcanzado un pico de demanda y un protagonismo medi¨¢tico sin precedentes durante la pandemia.
Colombia cambia de estrategia y restringe las pruebas
Con la llegada de ¨®micron a Colombia, el Gobierno de Iv¨¢n Duque cambi¨® los lineamientos para establecer que la toma de pruebas, que solo pueden hacer profesionales de la salud, se limita para menores de 3 a?os, embarazadas y mayores de 60 o personas con alguna comorbilidad. Aunque existe una propuesta de la Federaci¨®n Nacional de Comerciantes para que les permitan vender pruebas caseras en farmacias, hasta ahora tanto las PCR como las de ant¨ªgenos o anticuerpos ¨²nicamente se consiguen en los laboratorios.
Con los nuevos lineamientos del Ministerio de Salud, adem¨¢s, las personas j¨®venes no necesitan hacerse ninguna prueba, pues los s¨ªntomas son considerados evidencia suficiente. ¡°A nivel global con ¨®micron la demanda de pruebas ha estado muy por encima de las necesidades de testeo, incluso en los pa¨ªses de altos ingresos¡±, se?ala Juli¨¢n Fern¨¢ndez, director de Epidemiolog¨ªa y Demograf¨ªa del Ministerio de Salud. El funcionario ha explicado que la decisi¨®n de restringir las pruebas se tom¨® para priorizar a los mayores. ¡°Como es tan abrupto el incremento con ¨®micron, lo que podr¨ªa pasar es que las personas j¨®venes sin factores de riesgo, que pueden hacer la fila, desplacen en el turno y afecten la oportunidad de tomarle la prueba a los mayores, cuyo resultado nos permite hacerles un monitoreo cl¨ªnico¡±.
Con esa restricci¨®n, la alternativa ¨Cexclusivamente para aquellos que tienen esa capacidad adquisitiva¨C es hacerse una prueba por fuera del sistema de salud acudiendo a laboratorios privados donde se paga entre 80.000 y 200.000 pesos seg¨²n el tipo de prueba (aproximadamente entre 20 y 50 d¨®lares).
La falta de pruebas para la poblaci¨®n general ha generado dudas a la hora de solicitar incapacidades laborales. Seg¨²n la norma del Ministerio de Trabajo, en casos sintom¨¢ticos como asintom¨¢ticos, los empleadores deber¨¢n permitir el aislamiento obligatorio y de forma inmediata del trabajador. Sin embargo, son los m¨¦dicos, teniendo en cuenta la actividad laboral de los pacientes, quienes determinan si entregan o no el certificado de incapacidad.
Brasil, sin una pol¨ªtica p¨²blica de test en masa y lotes caducados
Al inicio de la pandemia, las autoridades brasile?as atribuyeron la escasez de test de covid a las enormes dificultades para comprarlos en los mercados internacionales. Durante estos dos a?os, ha habido muchas promesas de compras a gran escala pero test, muy pocos. En ning¨²n momento ha habido una pol¨ªtica p¨²blica sistem¨¢tica para tener una imagen n¨ªtida de la magnitud de las olas y hacer seguimiento de los casos sospechosos. El Gobierno dice que ha distribuido 58 millones, una cantidad min¨²scula. No alcanza para dar uno por cabeza a los habitantes de los Estados de S?o Paulo y R¨ªo de Janeiro. Solo se han realizado a los enfermos m¨¢s graves, los hospitalizados y poco m¨¢s. Prueba de la desidia gubernamental con el negacionista Jair Bolsonaro a la cabeza, millones de ellos simplemente caducaron.
Ahora, poco ha variado la situaci¨®n aunque ¨®micron est¨¢ en plena expansi¨®n. Los 200.000 contagiados del pasado mi¨¦rcoles son el r¨¦cord diario desde que se descubri¨® el primer caso. Es el pa¨ªs de Sudam¨¦rica con menos test realizados por cada mil habitantes en los ¨²ltimos siete d¨ªas, seg¨²n Our World in Data (Venezuela al margen debido a que no tiene datos). Brasil siempre ha estado en la parte baja de la tabla mundial. Y ahora, ante la explosi¨®n de la demanda de an¨¢lisis, las autoridades sopesan c¨®mo racionarlos para evitar el desabastecimiento. Tambi¨¦n en esto se refleja la desigualdad. Los privilegiados que pod¨ªan viajar en avi¨®n al extranjero han tenido acceso a las PCR requeridas a precios prohibitivos para la mayor¨ªa.
Argentina, con una tasa de positivos disparada
La r¨¢pida propagaci¨®n de ¨®micron en Argentina ha puesto a prueba la capacidad de testeo. Seg¨²n los datos oficiales, desde que comenz¨® la pandemia hace casi dos a?os hasta ahora se han realizado 31,2 millones de pruebas y el dato aumenta con rapidez debido a la gran demanda. Este jueves se realizaron 183.622 pruebas en todo el pa¨ªs y se detectaron casi 130.000 nuevos contagios.
El pico de casos de las ¨²ltimas semanas ha provocado falta de turnos en algunos centros y demoras de hasta cinco d¨ªas para conocer los resultados. Al Gobierno de Alberto Fern¨¢ndez le preocupa tambi¨¦n la elevada tasa de positividad, que esta semana super¨® el 70%, lo que significa que la cifra real de infectados es muy superior a la registrada.
¡°Me dijeron que estaban colapsados y que era muy dif¨ªcil que tuviera el resultado en 48 horas¡±, cuenta Sebasti¨¢n Soto sobre su experiencia en uno de los centros de pruebas de Buenos Aires la semana pasada. Al tener dolor de cabeza y de garganta fue a hisoparse el jueves y preventivamente permaneci¨® aislado hasta el lunes por la noche, cuando despu¨¦s de numerosas consultas al n¨²mero facilitado por el Gobierno local, obtuvo como respuesta que hab¨ªa dado positivo. Su vecina, Ver¨®nica Jim¨¦nez, opt¨® por quedarse en casa sin una confirmaci¨®n formal de que los s¨ªntomas que tiene son covid-19.
Cualquier persona con s¨ªntomas en Argentina puede solicitar turno para realizarse un test gratuito en los centros habilitados o concurrir de urgencia a las unidades febriles instaladas en los hospitales. En caso de querer hacerse la prueba de forma privada, debe dirigirse a un laboratorio, donde los precios rondan los 4.000 pesos (36 d¨®lares) para un test r¨¢pido de ant¨ªgenos y 6.500 pesos (60 d¨®lares) para una PCR. Est¨¢ previsto que en las pr¨®ximas semanas comiencen a venderse en las farmacias los autotests caseros autorizados, lo que abaratar¨¢ el precio de los diagn¨®sticos privados y acelerar¨¢ los tiempos para conocer el resultado.
Chile incrementa su capacidad
El vecino Chile, a la vanguardia en vacunaci¨®n, ha aumentado tambi¨¦n su capacidad de testeo en los ¨²ltimos d¨ªas debido al r¨¢pido aumento de casos, con cifras r¨¦cord esta semana. El jueves pasado se realizaron 83.651 ex¨¢menes PCR y se detectaron 12.500 contagios, el n¨²mero m¨¢s alto desde el inicio de la pandemia. A diferencia de otros pa¨ªses vecinos, su tasa de positividad fue del 11,69%, lo que supone que por ahora no hay muchos casos que queden fuera del radar de las autoridades sanitarias. En Chile hay m¨¢s de un centenar de tests r¨¢pidos autorizados para su venta libre en farmacias, cuyo valor ronda los 25 d¨®lares. Sin embargo, debido a la falta de trazabilidad de esas pruebas y a su menor fiabilidad, el registro oficial de nuevos contagios s¨®lo contempla las pruebas PCR.
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