La Justicia frena la construcci¨®n del mayor puerto de M¨¦xico para proteger los arrecifes
La pol¨¦mica ampliaci¨®n del puerto de Veracruz se estaba realizando en una zona que hab¨ªa sido declarada ?rea Natural Protegida
?C¨®mo es posible construir un puerto comercial en un ?rea Natural Protegida? En el caso de Veracruz, sencillamente se elimina una parte de la zona de protecci¨®n para que se pueda hacer all¨ª. Un decreto de las autoridades alegando que los corales est¨¢n muertos y la obra tiene luz verde. Despu¨¦s, las mismas autoridades que dijeron que el arrecife estaba muerto anunciar¨¢n un gran plan de traslado de 40.000 familias coralinas para que sobrevivan en otra parte. ¡®Que no estaba muerto, que no¡¯, cantar¨ªa alguno. La reducci¨®n del pol¨ªgono del Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano ocurri¨® en 2012. Un a?o despu¨¦s, la Secretar¨ªa de Medio Ambiente (Semarnat) daba los primeros permisos para echar a andar el ambicioso proyecto: la ampliaci¨®n del puerto de Veracruz para convertirlo en el m¨¢s grande de M¨¦xico y uno de los principales de Latinoam¨¦rica.
Las obras iniciaron en 2016 y ya han destruido buena parte del arrecife Punta Gorda. Encima de los corales levantaron un rompeolas de cuatro kil¨®metros de largo, un muro hecho con bloques de hormig¨®n de hasta 20 toneladas. El proyecto ten¨ªa previsto levantar un segundo rompeolas sobre el arrecife La Gallega, pero, al menos por el momento, esa construcci¨®n se va a quedar en los planos. La Suprema Corte de Justicia decidi¨® esta semana por unanimidad cancelar los permisos que otorg¨® la Semarnat a la obra porque ¡°vulnera el derecho a un medio ambiente sano¡±, protegido por el art¨ªculo cuarto de la Constituci¨®n mexicana y por otros tantos tratados internacionales firmados por el pa¨ªs, como el Acuerdo de Escaz¨².
Una importante victoria para los ambientalistas tras una larga lucha que ha sido, como tantas otras veces, la de David contra Goliat. Dos mujeres de Veracruz interpusieron en diciembre de 2016 un amparo ¨Capoyadas por el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA)¨C contra una obra tit¨¢nica que contaba con la venia presidencial desde tiempos de Felipe Calder¨®n y un presupuesto total de 70.000 millones de pesos (unos 3.400 millones de d¨®lares). El primer rev¨¦s se lo llevaron cuando el juez de distrito dijo que las demandantes no ten¨ªan un ¡°inter¨¦s leg¨ªtimo¡± en el caso. Recurrieron a un tribunal superior y, tras a?os de litigios, la Suprema Corte atrajo el caso en enero y ahora les ha dado la raz¨®n.
¡°Esto es important¨ªsimo porque reafirma que cualquier persona puede luchar por los ecosistemas de los cuales depende¡±, dice Xavier Mart¨ªnez, director operativo de CEMDA. La demanda hace hincapi¨¦ en los beneficios ambientales del Sistema Arrecifal Veracruzano, el m¨¢s grande del Golfo de M¨¦xico y en el que se encuentran m¨¢s de 35 especies de coral, como las de cuerno de alce y cuerno de ciervo, en peligro cr¨ªtico de extinci¨®n. Es h¨¢bitat de erizos, estrellas de mar, varias especies de tortugas y m¨¢s de doscientos tipos de peces de los que depende la alimentaci¨®n local, como el huachinango o el robalo. Ese conjunto de arrecifes, cayos e islas fue designado como un ?rea Natural Protegida en 1992, humedal de importancia internacional por la convenci¨®n Ramsar en 2004 y Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2006.
Pero hasta ahora, entre la protecci¨®n del ecosistema y la expansi¨®n del puerto hab¨ªa ganado esta ¨²ltima. ¡°La puerta de M¨¦xico al mundo¡±, desde la que sal¨ªan las mercanc¨ªas a Europa en la ¨¦poca virreinal o la que diera la bienvenida a los exiliados espa?oles, quer¨ªa m¨¢s. Si en 2017 el puerto de Veracruz recibi¨® 28 millones de toneladas de carga, la ambici¨®n era ampliarlo hasta 95 millones en 2030. Tambi¨¦n quer¨ªa ser capaz de recibir buques m¨¢s grandes, los llamados Panamax, de 325 metros de longitud y que necesitan una profundidad de 20 metros para acceder al puerto. Para ello hab¨ªa que excavar el fondo marino, a pesar de encontrarse all¨ª arrecifes sumergidos como el de La Loma.
¡°Movilizaron todo el aparato sist¨¦mico del Gobierno para que este proyecto ocurriera, incluso hasta reducir el ?rea Natural Protegida¡±, lamenta Sandra Moguel, abogada de la Asociaci¨®n Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA), que ha acompa?ado el proceso. Ahora la Suprema Corte critica duramente la autorizaci¨®n otorgada por las autoridades ambientales, diciendo que las obras ¡°fueron analizadas de manera fragmentada (¡), lo que implic¨® que no se evaluara de forma correcta la viabilidad de toda la ampliaci¨®n¡±. Hasta el momento, la Semarnat no ha respondido a las solicitudes de entrevista de EL PA?S.
Moguel explica que, en M¨¦xico, la propia empresa interesada en realizar una obra es la que paga a una consultora para que eval¨²e sus posibles impactos ambientales. Despu¨¦s ese documento se presenta ante la autoridad ambiental para su autorizaci¨®n. Sobra decir que, en buena parte de los casos, las llamadas Manifestaciones de Impacto Ambiental est¨¢n orientadas a conseguir que se apruebe el proyecto, por lo que no es raro que, por ejemplo, omitan mencionar algunas de las especies o ecosistemas que podr¨ªan verse afectados. En el caso del puerto de Veracruz, los documentos pasan por alto la existencia del arrecife La Loma.
Otro de los ¡°trucos¡± recurrentes es dividir el proyecto en decenas de peque?as partes, para que se eval¨²en los impactos por separado y no en su totalidad. Para la ampliaci¨®n del puerto se presentaron una veintena de manifestaciones diferentes: la construcci¨®n del rompeolas, las calles de acceso, la excavaci¨®n del fondo del mar¡ Por ello, la Suprema Corte le exige a la Semarnat que vuelva a evaluar el proyecto, ahora ¡°de forma integral¡± y ¡°con la mejor informaci¨®n existente¡±. Seg¨²n Xavier Mart¨ªnez, esto sienta un precedente para que, en el futuro, los jueces exijan siempre que los proyectos sean analizados en su conjunto y no de forma fragmentada.
Pero a Leonardo Ortiz el fallo del Tribunal le deja un sabor ¡°agridulce¡±. El bi¨®logo marino de la Universidad de Veracruz, que lleva luchando contra la ampliaci¨®n del puerto desde sus inicios, piensa que esta sentencia ten¨ªa que haber llegado hace cinco a?os. ¡°Ahora es muy dif¨ªcil revertir los impactos¡± porque el gigantesco rompeolas que ya ha sido construido ¡°est¨¢ cambiando todo el patr¨®n de corrientes del Parque Nacional¡±. En cualquier caso, reconoce que el Sistema Arrecifal Veracruzano ha demostrado ser ¡°sumamente resiliente¡± despu¨¦s de d¨¦cadas de impactos por las actividades del puerto, la contaminaci¨®n del agua o la sobrepesca.
Desde el punto de vista legal, el optimismo gana estos d¨ªas. Xavier Mart¨ªnez cree que la sentencia tendr¨¢ un impacto a nivel nacional en otros litigios contra megaproyectos, como el del Tren Maya. Mientras tanto, Sandra Moguel califica de ¡°hist¨®rico¡± el fallo porque sienta un precedente obligatorio en materia ambiental. ¡°Es muy positivo ver c¨®mo los tribunales se han abierto hacia la protecci¨®n del medio ambiente, algo que antes no pasaba tan seguido. Es un avance del derecho ambiental¡±.
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