Sangre, balas y silencio: periodismo bajo el terror en M¨¦xico
Un nuevo crimen suma el quinto contra los informadores en lo que va de a?o, casi el mismo n¨²mero que en todo 2021
Los asesinatos de periodistas est¨¢n sorprendiendo por su mort¨ªfera cadencia en M¨¦xico, un pa¨ªs acostumbrado a enterrar a un promedio de 100 personas al d¨ªa por violencias de toda clase sin apenas conmoci¨®n p¨²blica: ya van cinco reporteros ejecutados en lo que va de a?o, es decir, en menos de un mes y medio. De seguir as¨ª, 2022 reflejar¨¢ las estad¨ªsticas m¨¢s criminales en mucho tiempo. Desde inicio de siglo, las organizaciones especializadas recogen 14...
Los asesinatos de periodistas est¨¢n sorprendiendo por su mort¨ªfera cadencia en M¨¦xico, un pa¨ªs acostumbrado a enterrar a un promedio de 100 personas al d¨ªa por violencias de toda clase sin apenas conmoci¨®n p¨²blica: ya van cinco reporteros ejecutados en lo que va de a?o, es decir, en menos de un mes y medio. De seguir as¨ª, 2022 reflejar¨¢ las estad¨ªsticas m¨¢s criminales en mucho tiempo. Desde inicio de siglo, las organizaciones especializadas recogen 147 profesionales de la comunicaci¨®n muertos a manos de sicarios en el pa¨ªs norteamericano, lo que le ha granjeado la indeseable fama de ser el peor territorio para ejercer este oficio. Es, dicen, lo mismo que reportear en medio de una guerra. El periodista asesinado este jueves se llamaba Heber L¨®pez V¨¢squez, 39 a?os, y los tiros le sorprendieron en el estudio de grabaci¨®n de su casa: all¨ª mismo cay¨® muerto y su voz cr¨ªtica sobre la realidad de Oaxaca qued¨® silenciada para siempre.
El patr¨®n se repite: periodistas locales que arriesgan su vida contando la corrupci¨®n y los enormes desajustes del poder pol¨ªtico y econ¨®mico en sus regiones o municipios. L¨®pez V¨¢squez se hab¨ªa dedicado mucho tiempo a las noticias sobre seguridad, es decir, a contar cr¨ªmenes, y ¨²ltimamente tambi¨¦n a poner de manifiesto supuestas irregularidades en un megaproyecto de rompeolas en su pueblo, Salina Cruz. Perfiles parecidos mostraban Margarito Mart¨ªnez, acribillado a la puerta de su casa en Tijuana, el 17 de enero, apenas unos d¨ªas antes de que cayera otra compa?era en la misma ciudad fronteriza, Lourdes Maldonado, que manten¨ªa un pleito con el anterior gobernador del Estado de Baja California. La connivencia en M¨¦xico entre el crimen y el poder pol¨ªtico y econ¨®mico forma tal amalgama que es un nudo indisoluble y confiere caracter¨ªsticas propias al drama. ?C¨®mo pedir protecci¨®n si el que tiene que proteger est¨¢ coludido con las balas? Esa es la raz¨®n de que muchos reporteros opten por no denunciar su caso, ante el temor de incrementar el riesgo.
La organizaci¨®n Art¨ªculo 19, una de las que documentan la matanza de periodistas en M¨¦xico, se?ala que la responsabilidad del 40% de los asesinatos recae en funcionarios p¨²blicos, es decir, alcaldes, jefes de seguridad del municipio, polic¨ªas, militares y uniformados de cualquier cuerpo. Esa es la raz¨®n de que haya dos ventanillas para pedir apoyo, la de los Estados y la federal. Si uno se siente agredido por bur¨®cratas o cargos pol¨ªticos de su comunidad puede recurrir a la protecci¨®n federal. Pero una y otra muestran fallas. El an¨¢lisis del riesgo no suele ser certero ni profesional. En ocasiones, apenas consiguen un bot¨®n de p¨¢nico, en otras se les conceden chalecos antibalas o incluso escoltas. Pero estos tienen horario. El caso de Lourdes Maldonado fue especialmente aleccionador.
Maldonado llegaba a su casa el d¨ªa 23 de enero, el domingo que los colegas hab¨ªan organizado una velada de protesta por la muerte Margarito Mart¨ªnez en Tijuana. Los escoltas ya hab¨ªan concluido su jornada y una bala acab¨® con su vida cuando a¨²n no hab¨ªa salido del coche, a la puerta de su garaje. Su caso fue un aldabonazo que propici¨® manifestaciones de reporteros por todo el pa¨ªs. El presidente del Gobierno, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, envi¨® personal de investigaci¨®n especial para aclarar el crimen. Se sent¨ªa especialmente concernido, puesto que la reportera hab¨ªa participado meses antes en una de las conferencias matutinas que a diario ofrece el mandatario mexicano. All¨ª se levant¨® y expuso su caso ante todo el pa¨ªs: ¡°Temo por mi vida¡±, dijo. No le falt¨® raz¨®n. Su caso hizo mucho ruido y ya hay dos detenidos por su muerte. Y otros dos por la de L¨®pez V¨¢squez. Los expertos avisan de que detener a los sicarios es f¨¢cil, las c¨¢maras los delatan. Pero solo se encarcela con ellos la mitad de la verdad. Los que pagan para que se apriete el gatillo suelen tener perfiles m¨¢s poderosos y no acaban en la c¨¢rcel. En M¨¦xico, la impunidad para cualquier clase de asesinato supera el 90%. En el caso de los periodistas, Art¨ªculo 19 habla de un 99,13% de cr¨ªmenes no resueltos, algunos de los cuales se demoran intencionadamente en las fiscal¨ªas durante a?os.
¡°La situaci¨®n es insostenible, no sabemos las razones de este repunte, porque el a?o pasado fueron nueve reporteros muertos y en este a?o ya van cinco¡±, comienza Juan V¨¢zquez, oficial de comunicaci¨®n de Art¨ªculo 19. ¡°Son necesarias medidas integrales, es decir, que no se queden en pol¨ªticas de protecci¨®n, que acaban depositando la responsabilidad en la v¨ªctima. Se requiere prevenci¨®n, que se identifique al instigador y que se combata la impunidad¡±, a?ade V¨¢zquez.
Los a?os m¨¢s mort¨ªferos en ¨¦pocas recientes fueron el 2016 y el 2017, cuando se registraron, respectivamente, 11 y 12 asesinatos de reporteros. Pero este sexenio muestra malos augurios. En nada ayuda la cruzada contra la prensa del presidente, cuyos discursos diarios ponen a los profesionales en mal lugar de forma recurrente. Este viernes, con el cad¨¢ver de Heber L¨®pez a¨²n sin tierra, ha sido la ¨²ltima vez que L¨®pez Obrador ha dedicado buena parte de su conferencia matutina a criticar a ciertos periodistas que considera enemigos de su proyecto de Gobierno y a alabar a los afines. ¡°El clima es adverso para la prensa, porque se les sit¨²a en un lugar de privilegio del cual, definitivamente, no gozan los agredidos. Suelen trabajar en condiciones precarias y normalmente acuden a otro oficio para completar su pobre salario¡±, dice V¨¢zquez. Esa es la raz¨®n, se?ala Art¨ªculo 19, por la que, en demasiadas ocasiones, las autoridades pol¨ªticas y judiciales desv¨ªan la atenci¨®n de las muertes, se?alando causas distintas de las del quehacer period¨ªstico. El Estado se sit¨²a como v¨ªctima en lugar de responsable de la violencia¡±, a?ade V¨¢zquez.
Son momentos turbulentos para la prensa. Se les desprestigia y estigmatiza mientras se produce una agresi¨®n cada 12 horas. La Ciudad de M¨¦xico, sede de los poderes centrales, se manten¨ªa un tanto a salvaguarda de estos cr¨ªmenes, pero las balas est¨¢n ya llamando a sus puertas, como declaran los periodistas amenazados. L¨®pez V¨¢squez tambi¨¦n hab¨ªa recibido amenazas del anterior alcalde de su pueblo, Juan Carlos Atecas, e intimidaciones por parte de su personal de seguridad, seg¨²n investigaciones de Art¨ªculo 19. Uno de los dos detenidos por su muerte es un expolic¨ªa local. La polic¨ªa en M¨¦xico tiene una peligrosa puerta giratoria, a menudo cuando el agente no est¨¢ del lado del ciudadano salta a la trinchera de los criminales. Una p¨¦sima situaci¨®n laboral les hace tambi¨¦n v¨ªctimas de un sistema podrido.
10 mujeres asesinadas al d¨ªa de media, un polic¨ªa diario y decenas de j¨®venes, sobre todo, relacionados o no con el crimen organizado, esparcidos por las calles, colgados en la v¨ªa p¨²blica, o destripados a balazos. As¨ª los muestran en los quioscos cada ma?ana y se hace sorna de ello.
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