La visita del Gobierno al pr¨®fugo Tom¨¢s Zer¨®n abre una v¨ªa para incorporarlo al programa de testigos protegidos de la Fiscal¨ªa
El viaje de Alejandro Encinas a Israel para ver al antiguo encargado de la investigaci¨®n busca avances en el ¡®caso Ayotzinapa¡¯
Ajena a la burocracia diplom¨¢tica entre M¨¦xico e Israel, la visita de Alejandro Encinas a Tom¨¢s Zer¨®n en aquel pa¨ªs abre una v¨ªa para el avance de las investigaciones del caso Ayotzinapa, que en junio cumplen tres a?os desde que la nueva administraci¨®n de la Fiscal¨ªa tom¨® posesi¨®n. Encargado de las pesquisas durante el sexenio de Enrique Pe?a Nieto (2012-2018), Zer¨®n es fugitivo de la justicia mexicana por tortura y desaparici¨®n forzada, adem¨¢s de otras corruptelas distintas del caso Ayotzinapa.
Realizado con sigilo, el viaje del subsecretario de Derechos Humanos trascendi¨® por una columna del periodista Carlos Loret, publicada el 4 de abril. En los d¨ªas siguientes, reporteros preguntaron a Encinas por la visita, que reconoci¨®. El funcionario, al mando de la comisi¨®n presidencial que ayuda a la Fiscal¨ªa en las pesquisas, no dio m¨¢s detalles. Sin embargo, el viaje abre la puerta a un ingreso de Zer¨®n al criterio de oportunidad, el programa de testigos protegidos de la Fiscal¨ªa, como ha sucedido con otros protagonistas de la corrupci¨®n del Gobierno pasado, por ejemplo Emilio Lozoya, exdirector de Pemex, pieza central de las investigaciones por el caso Odebrecht.
EL PA?S ha contactado al subsecretario Encinas para conocer los pormenores del encuentro, entender el alcance de la conversaci¨®n y saber qui¨¦n puso sobre la mesa la posibilidad de que Zer¨®n se acoja al criterio de oportunidad, si ¨¦l o el propio Gobierno. Encinas ha pedido no hablar del tema.
De ocurrir, el logro ser¨ªa may¨²sculo. Por un lado, una vuelta voluntaria de Zer¨®n ahorrar¨ªa al Estado el engorroso tr¨¢mite de la extradici¨®n, siempre dif¨ªcil con Israel, pa¨ªs que Zer¨®n eligi¨® en su huida de M¨¦xico, previo paso por Canad¨¢. Su disposici¨®n a colaborar abrir¨ªa un escenario bien distinto del que implicar¨ªa un retorno forzoso. La llegada de Zer¨®n oxigenar¨ªa adem¨¢s a la maltrecha Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica (FGR), protagonista estos a?os por los pleitos personales de su titular, Alejandro Gertz Manero.
En un caso tan enrevesado y complejo como este, pensar que Zer¨®n es algo as¨ª como la piedra roseta de las pesquisas resulta quiz¨¢ algo exagerado. Entender los motivos del ataque contra los normalistas, fijar las rutas que criminales y polic¨ªas emplearon en su desaparici¨®n y encontrar sus restos se antoja muy complicado, pese al hallazgo estos dos ¨²ltimos a?os de restos de dos de los 43 desaparecidos, Christian Rodr¨ªguez y Jhosivani Guerrero.
La colaboraci¨®n del viejo director de la Agencia de Investigaci¨®n Criminal supondr¨ªa, sin embargo, un salto de calidad en la cantidad y la profundidad de la informaci¨®n que manejan los investigadores. La unidad de la Fiscal¨ªa que sigue el caso, dirigida por Omar G¨®mez, asume que parte de la narrativa que Zer¨®n y su equipo plantearon a la sociedad no fue m¨¢s que un montaje. La pregunta es por qu¨¦, qu¨¦ actores participaron y qu¨¦ papel tuvieron.
Dentro de los pilares del montaje, uno de los intereses de los investigadores es entender c¨®mo se construy¨® el hallazgo de los huesos del primer normalista identificado de los 43, Alexander Mora. En octubre de 2014, Zer¨®n y su equipo anunciaron el rescate de una bolsa con huesos en un r¨ªo cercano a Iguala, municipio donde se registraron los principales ataques, y a Cocula, sede del basurero donde los antiguos investigadores dijeron que los criminales hab¨ªan asesinado y quemado a los 43. Analizados, los huesos resultaron ser del estudiante Mora.
Gracias al trabajo del grupo de expertos que la CIDH comision¨® a M¨¦xico para investigar el caso, la sociedad mexicana ha sospechado casi desde el principio que el hallazgo de los restos de Mora en el r¨ªo fue cuanto menos extra?o. En 2016, los expertos divulgaron un v¨ªdeo del propio Zer¨®n en el r¨ªo mencionado arriba con un detenido, diligencia que no aparec¨ªa en el expediente. Oficialmente, Zer¨®n nunca estuvo all¨ª. La visita fue el 28 de octubre de 2014, un mes y un par de d¨ªas despu¨¦s del ataque. El hallazgo de los huesos de Mora ocurri¨® al d¨ªa siguiente. Ninguna persona ajena al equipo de investigadores del Gobierno federal, comandado por Zer¨®n, vio c¨®mo se produjo el rescate de los huesos.
En estos a?os, el fiscal G¨®mez y sus colaboradores han profundizado en las sospechas, hasta convertirlas en certezas. Ahora saben, por ejemplo, que el acta de la vieja Fiscal¨ªa donde figura el hallazgo de los huesos de Mora es falsa. La firm¨® una funcionaria que ni siquiera estuvo ese d¨ªa en Guerrero. Y saben, adem¨¢s, que al menos dos peritos que trabajaron en el supuesto rescate de los huesos mintieron. Hace unos meses, el juez les proces¨® por ¡°realizar actividades en el r¨ªo San Juan el 28 de octubre de 2014, lo cual deriv¨® en la obstaculizaci¨®n de la investigaci¨®n acerca del paradero de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa¡±, seg¨²n explic¨® entonces la FGR.
Ahora los investigadores van m¨¢s all¨¢ y pretenden entender, Zer¨®n mediante, de d¨®nde sacaron los huesos de Mora, qui¨¦n los consigui¨® para que el equipo de Zer¨®n los colocara en el r¨ªo San Juan, para celebrar m¨¢s tarde el hallazgo. As¨ª, polic¨ªa y fiscal¨ªa del Estado de Guerrero, corporaciones que asumieron el caso los primeros d¨ªas, quedan bajo el foco. Pero no solo ellos, tambi¨¦n militares y marinos, sobre cuyo papel antes, durante y despu¨¦s del ataque, el viejo director de las pesquisas podr¨ªa arrojar algo m¨¢s de luz.
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