El jefe de jefes, F¨¦lix Gallardo, pierde la batalla con la Justicia

Un juez ha rechazado la petici¨®n del que fuera el jefe de jefes del narco mexicano, Miguel ?ngel F¨¦lix Gallardo, de reducir su condena. El primer gran capo de la historia del narcotr¨¢fico, encarcelado desde 1989, cumple dos penas en prisi¨®n que suman casi la misma edad que tiene: 76 a?os. Sentenciado por el brutal asesinato en 1985 del agente infiltrado de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), Enrique Kiki Camarena, y por delincuencia organizada, el padre de todos los narcos actuales buscaba lograr la indulgencia de las autoridades para salir libre en siete a?os ¡ªle faltan todav¨ªa 44¡ª, alegando un fr¨¢gil estado de salud. Pero el gran estratega del imperio criminal de la droga ha perdido su ¨²ltima batalla.

Los abogados de F¨¦lix Gallardo persiguen desde hace a?os un privilegio similar al que obtuvo otro de los l¨ªderes del cartel, tambi¨¦n acusado del asesinato de Camarena, Ernesto Fonseca Carrillo, m¨¢s conocido como Don Neto, quien obtuvo la prisi¨®n domiciliaria en 2017. F¨¦lix Gallardo, Don Neto y Rafael Caro Quintero fueron los tres cabecillas de la organizaci¨®n criminal m¨¢s poderosa de los ochenta y noventa, el cartel de Guadalajara, que fueron condenados por el asesinato del agente. De los tres, el ¨²nico que permanece tras las rejas es F¨¦lix Gallardo. Caro Quintero fue liberado en 2013 por un defecto de forma en una sentencia y mientras los jueces resolv¨ªan, se fug¨®.

El capo, que dio una entrevista a Telemundo mostrando sus achaques ¡ªciego de un ojo, sordo y en silla de ruedas¡ª, buscaba que los a?os que ha pasado en prisi¨®n (33) le sirvieran para purgar dos sentencias en una y de esta manera salir libre en 2029, por los siete a?os que le quedaban de la primera. El juez ha rechazado esta opci¨®n y ha se?alado, seg¨²n menciona la prensa local, que despu¨¦s de la condena de 40 a?os que sigue su curso por los delitos de narcotr¨¢fico y armas de fuego, debe concluir la siguiente, de 37 m¨¢s, por el caso Camarena.

F¨¦lix Gallardo fue detenido en abril de 1989 en una lujosa casa en Cosmos (Guadalajara). La persecuci¨®n y captura de sus principales socios, Caro Quintero y Don Neto, tras la furia de la DEA por el secuestro, tortura y asesinato de Kiki Camarena arrincon¨® a su l¨ªder y revent¨® el viejo tablero criminal. ¡°Con ello conclu¨ªa el modelo de cartel ¨²nico con el que se inici¨® la industria del narcotr¨¢fico en el pa¨ªs¡±, escribi¨® el periodista Diego Enrique Osorno en un reportaje en este diario.

En la entrevista televisiva neg¨® cualquier vinculaci¨®n al crimen organizado y su testimonio parec¨ªa aferrarse al de un hombre viejo, cansado y enfermo, que no comprende por qu¨¦ lleva 32 a?os en prisi¨®n. Lo ocurrido en 1985 ya ha ocupado las portadas y ha inspirado libros y guiones de Netflix, pero sigue siendo el origen de decisiones actuales, como la recompensa que ofreci¨® la DEA el a?o pasado de 20 millones de d¨®lares por el paradero de Caro Quintero, la m¨¢s alta para un criminal.

Camarena era un agente estadounidense que, infiltrado en el Cartel de Guadalajara, desmantel¨® una gigantesca plantaci¨®n de marihuana, ubicada en el llamado rancho del B¨²falo. La versi¨®n oficial indica que, en represalia, los narcotraficantes lo asesinaron a ¨¦l y al piloto con el que inspeccionaba los sembrad¨ªos de droga, Alfredo Zavala. Sus cuerpos aparecieron, un mes despu¨¦s de ser secuestrados, en una zanja a 150 kil¨®metros de Guadalajara. Los informes revelaron que hab¨ªan sido salvajemente torturados.

No es la primera vez que un juez le rechaza la revisi¨®n de la condena. En marzo de este a?o, la Suprema Corte, desech¨® otro recurso en ese sentido. Y antes, un tribunal federal se neg¨® a otorgarle otro amparo al narco porque hab¨ªa requerido la devoluci¨®n de bienes incautados despu¨¦s de su captura. F¨¦lix Gallardo debe pagar una indemnizaci¨®n de casi 21 millones de pesos mexicanos (poco m¨¢s de un mill¨®n de d¨®lares) a la familia de Camarena y Zavala, asesinados juntos en 1985.

A¨²n existe una opci¨®n para F¨¦lix Gallardo. La posibilidad de que su caso sea acogido en la amnist¨ªa decretada por el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador para presos de edad avanzada y por cuestiones de salud. Un juez debe valorar si, pese a los delitos de alto impacto que se le achacan, amerita concluir el resto de condena en su casa.

En diciembre pasado, el director de las c¨¢rceles de Jalisco ¡ªel Estado donde se encuentra la prisi¨®n Puente Grande, donde cumple su condena¡ª se?al¨® que el capo deb¨ªa continuar su pena en prisi¨®n domiciliaria. ¡°Por las enfermedades irreversibles, como la p¨¦rdida de un ojo, la p¨¦rdida de un o¨ªdo, aspectos gastrointestinales¡­ En estricto apego a derecho, ¨¦l deber¨ªa de estar en un resguardo domiciliario¡±, asegur¨® Jos¨¦ Antonio P¨¦rez Ju¨¢rez durante la presentaci¨®n de un informe anual de actividades. Y lleg¨® a hablar bien de su conducta: ¡°Jam¨¢s en su internamiento tuvo una ri?a¡±.

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