Gertz Manero, el grillete de la 4T
El Fiscal General de la Rep¨²blica se ha convertido en el personaje que lastra la promesa de justicia del presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador
Alejandro Gertz Manero, Fiscal General de la Rep¨²blica, se ha convertido en el grillete que lastra la promesa de justicia del presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. Con poco menos de tres a?os y medio en el puesto, Gertz Manero ha acreditado que empe?a energ¨ªa y recursos p¨²blicos en causas en donde ¨¦l tiene inter¨¦s particular, como presunta parte afectada a nivel personal, no como representante de la ciudadan¨ªa.
Y si tener un sentido parcial de la justicia no fuera de suyo grave, el problema crece pues tambi¨¦n en casos en que litiga a favor de s¨ª mismo falla estruendosamente. Como ha ocurrido esta semana, cuando la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica ha sido exhibida y hasta rega?ada. Un juez federal ha desechado una acusaci¨®n mediante la cual el titular de la FGR intent¨® una venganza en contra del exconsejero jur¨ªdico de la presidencia Julio Scherer Ibarra, en una guerra intestina que merma al lopezobradorismo.
La humillaci¨®n de la fiscal¨ªa en el juzgado, en una comparecencia que inici¨® el mi¨¦rcoles y terminar¨ªa 23 horas despu¨¦s, ha sido mal encajada por Gertz Manero, cuyo despacho ha publicado un bolet¨ªn con acusaciones en contra del juzgador ¡ªpor cierto, alguien utilitario en una revancha del presidente L¨®pez Obrador¡ª y de Scherer Ibarra, a quien menciona en el formato abreviado que se suele utilizar para salvaguardar la presunci¨®n de inocencia de los imputados, calidad que no tiene el exconsejero jur¨ªdico y amigo del presidente mexicano.
Ese enfrentamiento judicial podr¨ªa tener nuevos cap¨ªtulos pues ambas partes, la fiscal¨ªa y los abogados acusados de extorsionar desde la sombra de Scherer, han anunciado que las cosas no acabaron con la determinaci¨®n del juez Jes¨²s Delgadillo Padierna de desechar el caso con un severa descalificaci¨®n de la teor¨ªa del complot que le fue presentada.
Independientemente de cu¨¢ndo y c¨®mo se vean las caras de nuevo ambas partes, en el plano pol¨ªtico la resoluci¨®n del juez es atronadora en contra de Gertz Manero, que en cosa de ocho semanas ha sido humillado dos veces por el Poder Judicial, derrotas que socavan al gobierno de L¨®pez Obrador.
Apenas el 28 de marzo, el titular de la Fiscal¨ªa recibi¨® el varapalo de la Suprema Corte, que por unanimidad vot¨® en contra de mantener en la c¨¢rcel a la hija de la excu?ada del fiscal. Y ahora, al no proceder en contra de un grupo de abogados ligados a Scherer acusados de traficar con la influencia del exconsejero, Delgadillo Padierna desmont¨® una acusaci¨®n que, encima, enreda el expediente de Juan Collado, cuya detenci¨®n a principios de sexenio mand¨® el mensaje de que Andr¨¦s Manuel y su fiscal¨ªa tendr¨ªan temple y eficacia.
Esa justiciera imagen ¡ªque empoder¨® tanto a L¨®pez Obrador como al fiscal¡ª est¨¢ hoy en entredicho. Gertz Manero tiene en la c¨¢rcel a un pu?ado de figuras del ancien r¨¦gime pero no necesariamente tiene casos s¨®lidos, ni mucho menos uno o varios maxiprocesos que amenacen con desarticular y menos castigar la gran corrupci¨®n del pasado.
No tiene, en pocas palabras, ejemplos o pruebas del fin de la impunidad. Ni en los casos emblem¨¢ticos, ni de manera sistem¨¢tica. Y eso es un problema ya no solo del fiscal sino sobre todo de quien lo nombr¨®.
Entre las promesas de campa?a de Andr¨¦s Manuel en 2018 estuvo el combatir la corrupci¨®n y abatir la impunidad. Algunas detenciones como la de Juan Collado, abogado de presidentes de la Rep¨²blica apresado a los ocho meses del gobierno de L¨®pez Obrador, alimentaron la esperanza de que en esta administraci¨®n se ajustar¨ªan cuentas con abusos del pasado. Tres a?os despu¨¦s esas ilusiones son m¨¢s bien una hidra marchita.
Detener al ¡°intocable¡± Collado, d¨ªas despu¨¦s de que diera una boda principesca con Julio Iglesias y ministros de la Corte en su banquete, fue el golpe pol¨ªtico de Andr¨¦s Manuel para quienes no quisieron entender con la cancelaci¨®n del aeropuerto pe?ista en 2018 que el r¨¦gimen ten¨ªa nueva piel, nuevos modos, nuevo jefe.
Las posteriores extradiciones de Emilio Lozoya, el exdirector de Petr¨®leos Mexicanos ligado al esc¨¢ndalo internacional de Odebrecht, y del empresario Alonso Ancira, acusado de vender al gobierno de Pe?a Nieto una planta de fertilizantes con un sobreprecio de 200 millones de d¨®lares, parecieron apuntalar la determinaci¨®n de Andr¨¦s Manuel por llamar a cuentas a abusivos y criminales.
En ese sentido se puede decir que en sus primeros dos a?os L¨®pez Obrador pudo acreditar que la justicia ser¨ªa distinta. Y eso se tradujo en poder para el presidente y su fiscal, y temor para sus adversarios.
Sin embargo, Ancira sali¨® de la c¨¢rcel con apenas pagar lo que se le reclamaba, mientras que Lozoya se ha convertido en el fallido instrumento de una cruzada en contra de panistas, priistas e incluso morenistas en la que es tan clara la motivaci¨®n pol¨ªtica como endebles las periciales que se aportan.
Las declaraciones de Lozoya ante la propia FGR, mismas que ha cambiado en varias ocasiones, constituyen chispeantes narraciones que corr¨ªan en paralelo del objetivo gubernamental de manchar la legitimidad de reformas legislativas como la que dio m¨¢s apertura al sector energ¨¦tico en 2013.
El testigo a modo, como es visto Lozoya, recibi¨® de la fiscal¨ªa mimos varios. A su llegada procedente de Espa?a, desde donde fue extraditado en julio de 2020, le fue permitido refugiarse en un hospital, nunca pisar un juzgado, ya no digamos la c¨¢rcel, y hasta ser apartado de la vista de la prensa.
Si tan solo el caso denunciado en los t¨¦rminos de Lozoya hubiera fraguado, con la ca¨ªda de varios exlegisladores y el descr¨¦dito al Partido Acci¨®n Nacional, principal beneficiario de la supuesta corrupci¨®n que instrument¨® el exdirector de Pemex, Gertz hoy podr¨ªa declarar que el paso corruptor de Odebrecht en M¨¦xico no qued¨® impune y que ah¨ª se hizo justicia.
No ha sido as¨ª. Y si finalmente Lozoya lleva seis meses preso no necesariamente es porque una periodista agraviada por sus declaraciones le exhibiera comiendo op¨ªparamente en un caro restaurante capitalino, sino porque los resultados de la pesquisa en la que ¨¦l probar¨ªa sus acusaciones distan mucho de merecer una sentencia, ya no digamos una comilona. Ni ese caso est¨¢ firme.
As¨ª que el p¨¦ndulo ha viajado en sentido contrario. En apenas tres a?os pasamos de importantes detenciones y procesos de alto perfil ¡ªpodr¨ªamos sumar la causa en contra de pol¨¦micos exdirectivos de la cooperativa Cruz Azul¡ª a juicios que mes a mes se enfangan en los vericuetos del sistema judicial mexicano.
Si en el pasado, al arranque de sus respectivos sexenios, los presidentes de la Rep¨²blica instalaban el ritual del chivo expiatorio para meter a alguien a la c¨¢rcel y hacer como que todo iba a cambiar a fin de acallar el clamor de justicia, ahora tenemos el enorme contraste entre la promesa de fin de la impunidad hecha por L¨®pez Obrador y los extenuantes enredos de procesos judiciales pr¨¢cticamente est¨¦riles.
A todo gobierno mexicano le llega este golpe de realidad en donde la falta de resultados en t¨¦rminos de justicia comienza a inclinar la balanza hacia la inercial mediocridad. Pero una cosa hoy novedosa, sino que in¨¦dita, es que encima este presidente ha de cargar con el desprestigio social de un fiscal a todas luces abusivo por su agenda personal, adem¨¢s de err¨¢tico.
Otros mandatarios sab¨ªan que en situaciones as¨ª hab¨ªa que remover al procurador, como se conoc¨ªa antes a quien ocupaba el puesto del actual fiscal.
Andr¨¦s Manuel tiene un impedimento formal para tal cambio. Gertz Manero goza de una autonom¨ªa legal. Y si bien con su poder pol¨ªtico el presidente puede sobrepasar sin mayor problema ese escollo, m¨¢xime cuando nadie reclamar¨¢ que est¨¢ siendo vulnerada una independencia que Gertz Manero convirti¨® en cercan¨ªa o asimilamiento al gobierno, s¨ª es cierto que el guion presidencial no preve¨ªa este giro de los acontecimientos: el fiscal ten¨ªa que trascender en el tiempo a L¨®pez Obrador.
Adem¨¢s de no aceptar nunca sus errores, el tabasque?o se resiste a reaccionar a jugadas como la echada andar por quien quiera que a principios de marzo pasado haya filtrado las conversaciones telef¨®nicas del fiscal con su brazo derecho en maniobras para hacer que la Corte le diera la raz¨®n en el caso en contra de su excu?ada, ese que terminar¨ªa perdiendo por once votos a cero.
Mas lo evidente es que L¨®pez Obrador no tiene un fiscal funcional. Un empresario regresar¨¢ 200 millones de d¨®lares por un negocio abusivo, es cierto, como tambi¨¦n lo es que ese caso constituye la excepci¨®n que confirma la falta de resultados del modo de operar de este fiscal, que no ha ejercido nunca la autonom¨ªa sino para cobrarse afrentas de su pasado en tanto exdirectivo de una universidad privada, heredero de su hermano o amigo de sus amigos con litigios familiares, como ha sido denunciado period¨ªsticamente en el caso Alarc¨®n.
Que Andr¨¦s Manuel no tenga un buen fiscal se traduce en que M¨¦xico carece en la titularidad de la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica de un funcionario eficiente e institucional. No hay que aventurar hip¨®tesis de los problemas de gobernabilidad que ello podr¨ªa acarrear en un pa¨ªs en donde la oficina del fiscal parece m¨¢s preocupada por perseguir a un periodista que dio a conocer que en Youtube estaban las grabaciones de Gertz Manero antes que por el poder¨ªo de los grandes c¨¢rteles del crimen organizado.
M¨¦xico tiene un fiscal que persigue con m¨¢s ah¨ªnco a los acad¨¦micos que alguna vez le negaron el acceso al mundo del sistema nacional de investigadores que a los grupos criminales que desaparecen cada d¨ªa a 25 personas, como es el r¨¦cord que ha alcanzado la administraci¨®n L¨®pez Obrador en el delito de desaparici¨®n.
Quiz¨¢ lo m¨¢s parad¨®jico de todo es que a Gertz Manero parece hacerle hace falta su examigo Julio. Sin ¨¦ste en el gobierno, del que sali¨® en agosto pasado, el fiscal luce incapaz de operar adecuadamente los problem¨¢ticos casos donde confluyen los poderosos mundos de la pol¨ªtica, el dinero y la justicia en M¨¦xico.
Pues si algo de sustento ten¨ªan los se?alamientos de Gertz Manero en contra de los abogados que comparecieron el mi¨¦rcoles, si estos en realidad traficaban influencias, si el fiscal no invent¨® por venganza a Scherer esas acusaciones y ten¨ªa raz¨®n legal, en tal escenario m¨¢s grande a¨²n es la falla de la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica, que con tal fracaso estar¨ªa galvanizando la impunidad de unos poderosos, escena propia de los tiempos que L¨®pez Obrador prometi¨® que en 2018 quedar¨ªan atr¨¢s. Si a punto de cumplir tres a?os y medio de fiscal Alejandro Gertz Manero no pudo con este caso que se supone Collado le entreg¨® armado a fin de quedar libre, ?con qu¨¦ s¨ª podr¨¢?
Andr¨¦s Manuel ha dicho que sin paz su proyecto de transformaci¨®n no ser¨¢ posible. Para lograr esa pacificaci¨®n se propuso una presidencia que atajara las causas sociales de la violencia y el fin de la impunidad. Para lo segundo no tiene en la FGR al aliado correcto. Y el tiempo para hacer un cambio en esa oficina est¨¢ a punto de pasar.
El aferrarse a las estad¨ªsticas de baja de criminalidad expuestas en las ma?aneras no salvar¨¢ al presidente del descr¨¦dito que le acarrea su actual fiscal por la falta de resultados y los escandalosos abusos.
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