Juanita Alonzo, la joven ind¨ªgena que hasta L¨®pez Obrador pide sacar de la c¨¢rcel
La guatemalteca fue acusada de secuestro y detenida en 2014 en Tamaulipas. Torturada y sin hablar espa?ol, firm¨® unos papeles por los que lleva siete a?os en la c¨¢rcel. El presidente de M¨¦xico y la ONU piden su liberaci¨®n
Cuando el 10 de noviembre de 2014 Juanita Alonzo abri¨® la puerta de una vivienda en Reynosa empez¨® a contar los d¨ªas de tormento. Alonzo ten¨ªa 27 a?os cuando fue acusada de secuestro y detenida por la polic¨ªa de Tamaulipas, al norte de M¨¦xico. Acababa de llegar de Guatemala, estaba esperando para cruzar a Estados Unidos, y solo hablaba chuj, una lengua de la familia del maya. No entend¨ªa lo que esos agentes le dec¨ªan ni los papeles que quer¨ªan que firmara. Despu¨¦s de ser torturada accedi¨® a poner su nombre en una declaraci¨®n acusatoria de la que no comprend¨ªa una palabra. La metieron en Centro de Ejecuci¨®n de Sanciones de Reynosa y ah¨ª sigue desde entonces. Su caso, que ya ha sido reclamado por la ONU, ha llegado este viernes hasta Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador: el presidente pide a la Fiscal¨ªa de Tamaulipas su liberaci¨®n inmediata.
Juanita Alonzo naci¨® y creci¨® en un pueblo del norte de Guatemala, San Mateo Ixtat¨¢n, muy cerca de la frontera con M¨¦xico. No tuvo oportunidad de estudiar, su lugar estaba ayudando en la casa. El d¨ªa que su padre Antonio Alonzo abandon¨® a su madre, ella supo que iba a tener que trabajar para que sus hermanos s¨ª pudieran seguir en la escuela. Decidi¨® migrar para encontrarse en Atlanta, Georgia, con su t¨ªo Pedro Alonzo. ¡°Ella pag¨® a un coyote para que la trajera aqu¨ª a vivir conmigo¡±, cuenta el hombre a EL PA?S por videoconferencia. Tardaron dos semanas en recorrer los 1.800 kil¨®metros de Guatemala a Reynosa, y a unos 10 kil¨®metros de la frontera, a Juanita le entr¨® un dolor muy fuerte en la cabeza, estaba agotada y enferma. Decidieron dejarla en una casa de seguridad a que se recuperara. ¡°Ah¨ª estaba tambi¨¦n una salvadore?a que le pidi¨® su celular¡±, cuenta Pedro Alonzo, ¡°ella no hablaba espa?ol entonces no entend¨ªa para qu¨¦¡±.
La otra mujer realiz¨® una llamada al 911 y advirti¨® a las autoridades de que estaba secuestrada. Los alrededores de la vivienda se llenaron de polic¨ªa. ¡°Juanita abri¨® y ya la agarraron a patadas¡±, describe su t¨ªo. Fue trasladada a la comandancia y ¡°torturada completamente¡±. Comenz¨® su tiempo en prisi¨®n preventiva, una figura muy pol¨¦mica en M¨¦xico que permite mantener a las personas en la c¨¢rcel sin una sentencia. La Constituci¨®n solo acepta dos a?os, pero la realidad es mucho m¨¢s larga.
Pasaron cuatro a?os y Alonzo segu¨ªa en la c¨¢rcel, segu¨ªa sin traductor y segu¨ªa firmando documentos. ¡°Desde que me agarraron yo firm¨¦ todos los papeles. Pero yo pensaba que estaba firmando esos papeles para que me dejaran salir, yo no sab¨ªa que me iban a llevar al penal. Nombre, cuando iba aprendiendo me enter¨¦, la verdad me sent¨ª bien feo¡±, cont¨® la joven a Milenio desde la prisi¨®n la semana pasada.
En 2018 su t¨ªo Pedro consigui¨® ir a visitarla por primera vez. Llevaba m¨¢s de un a?o luchando para obtener el permiso de entrada a M¨¦xico y buscando apoyos para visibilizar el caso. Ah¨ª entr¨® el Centro de Derechos Humanos Miguel Agust¨ªn Pro J¨²arez y otros colectivos de Guatemala como Promotores de la Liberaci¨®n Migrante para documentar todas las violaciones a derechos humanos que Alonzo hab¨ªa sufrido. La suma da: detenci¨®n arbitraria, tortura, falta de asistencia consular, falta de int¨¦rprete, falta de sentencia. ¡°Han mantenido a Juanita en prisi¨®n por tantos a?os, sin que existen pruebas en el expediente en su contra, m¨¢s que la declaraci¨®n autoinculpatoria que ella firm¨®, y la declaraci¨®n de la otra mujer, que tambi¨¦n fue torturada para que acusara a Juanita¡±, explica Sof¨ªa de Robina, del Centro Prodh que ha acompa?ado su caso.
Siguieron otros tres a?os y Juanita aprendi¨® algo de espa?ol, el lenguaje de la c¨¢rcel, adapt¨® palabras claves, pero a veces se confunde todav¨ªa con el masculino y el femenino, tambi¨¦n es dif¨ªcil el plural. ¡°Dice palabras como ¨®rale y g¨¹ey, que aqu¨ª en San Mateo nadie dice, claro¡±, cuenta su t¨ªo. Aprendi¨® a tejer para vender algunas artesan¨ªas y perdi¨® la esperanza. ¡°Ella f¨ªsicamente se ve bien, pero emocionalmente est¨¢ destrozada. Muy traumada. Sufre cada d¨ªa¡±, cuenta Pedro Alonzo. De tantos meses y tantas decepciones, Alonzo dej¨® de creer que saldr¨ªa.
El Grupo de Trabajo de Detenci¨®n Arbitraria de la ONU analiz¨® su caso y en septiembre de 2021 emiti¨® un d¨ªctamen: M¨¦xico ten¨ªa que liberarla en un m¨¢ximo de seis meses. Han pasado nueve. Ahora la situaci¨®n ha dado un vuelvo con la entrada en escena del presidente. L¨®pez Obrador ha dicho en su conferencia ma?anera: ¡°Est¨¢n todas las pruebas de que fue torturada y de que lleva a?os presa. Incluso las autoridades de Tamaulipas ya aceptaron liberarla. Ojal¨¢ que lo hagan hoy porque aceptaron que era una injusticia¡±. Detr¨¢s de ¨¦l se ha pronunciado el gobernador del Estado, Francisco Cabeza de Vaca, en el mismo sentido. Ahora todo est¨¢ en el tejado de la Fiscal¨ªa de Tamaulipas, que se ha comprometido a revisar el expediente.
¡°La Fiscal¨ªa puede desistir en la acusaci¨®n, es decir, presentar conclusiones no acusatorias y Juanita saldr¨ªa de forma inmediata¡±, explica De Robina. Si no lo hace, el caso tendr¨ªa que llegar al juez que valorar¨ªa las pruebas, desechar¨ªa otras y emitir¨ªa un veredicto. Pero para la familia Alonzo cada d¨ªa cuenta. ¡°Nos urge que salga libre ya¡±, dice Pedro. Tanto ¨¦l como Ana Matilde G¨®mez, t¨ªa de Juanita, tienen que superar muchos obst¨¢culos para entrar en el pa¨ªs a ver su sobrina. La madre de la joven est¨¢ enferma y apenas puede salir de la casa. Sus hermanos que eran ni?os cuando ella se march¨®, ¡°tienen muchas ganas de verla¡±. ¡°Ella ha perdido su juventud, su v¨ªnculo con San Mateo¡±, dice el hombre, ¡°ahora todo es un mundo diferente¡±.
El caso de Juanita Alonzo no es ¨²nico en M¨¦xico. El Centro Prodh identifica un patr¨®n habitual en la detenci¨®n de migrantes y fabricaci¨®n de delitos. M¨¢s cuanto m¨¢s vulnerables: mujeres, ind¨ªgenas, sin hablar espa?ol. Es una forma de las Fiscal¨ªas de ¡°aparentar¡± que s¨ª se lucha contra delitos graves como el secuestro o la trata de personas, explica Sof¨ªa De Robina, pero sin entrar en los verdaderos responsables del tr¨¢fico de personas: el crimen organizado coludido con las autoridades. Ante las m¨²ltiples irregularidades, las Fiscal¨ªas se revuelven antes de reconocer que se equivocaron. ¡°Tienen una resistencia a reconocer que las investigaciones que han realizado son contrarias a los derechos humanos¡±, razona la abogada. Hoy, y tambi¨¦n ma?ana, tienen la posibilidad de liberar a una inocente.
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