Javier Aguirre resucita para salvar al Mallorca

Un gastado refr¨¢n asegura sobre alguien que se repone de sus ca¨ªdas una y otra vez que ¡°tiene m¨¢s vidas que un gato¡±. Quiz¨¢ habr¨ªa que comenzar a decir que m¨¢s vidas que Javier Aguirre, ni el felino m¨¢s avezado parece tener. El exmundialista (lo fue como jugador y t¨¦cnico) hab¨ªa sido defenestrado de los Rayados del Monterrey, su m¨¢s reciente club en el futbol mexicano, apenas el pasado 26 de febrero. Los malos resultados y el lastre de la mala actuaci¨®n del equipo en el mundial de clubes del a?o pasado, en el que qued¨® quinto cuando se esperaba mucho m¨¢s, decidieron su cese. La afici¨®n regiomontana lo repudiaba en la tribuna y las redes. Aguirre se fue del norte del pa¨ªs y apenas un mes m¨¢s tarde, el 24 de marzo, fue anunciado como t¨¦cnico del Mallorca, equipo de la primera divisi¨®n espa?ola que corr¨ªa el serio riesgo de descender de categor¨ªa. Y este domingo consigui¨® que los bermellones certificaran su permanencia en la ¨²ltima jornada de la liga. A su modo, con esfuerzo y una pizca de milagro.

Esta nueva resurrecci¨®n, conseguida en unas pocas semanas y gracias a la fuerza de car¨¢cter y la capacidad de motivaci¨®n que Aguirre logra inyectar en sus cuadros, demuestra, una vez m¨¢s, que este entrenador es, antes que nada, un sobreviviente. Un tipo que, como el h¨¦roe de una pel¨ªcula de boxeo, es capaz de levantarse de la lona aunque lo consideren ya noqueado y que sigue en la lucha.

Todo mundo lo conoce como El Vasco, porque sus padres lo eran, pero Javier Aguirre Onaindia, naci¨® en la Ciudad de M¨¦xico, el 1 de diciembre de 1958. Desde peque?o se prepar¨® para ser futbolista, y supo ser un mediocampista con cualidades de sacrificio y visi¨®n de juego notables. Su carrera como jugador fue m¨¢s que lustrosa. Sali¨® de las fuerzas b¨¢sicas del Am¨¦rica (con ese cuadro gan¨® su ¨²nico t¨ªtulo como jugador) y desfil¨® por Atlante y Chivas, antes de irse al futbol espa?ol, luego de su buena actuaci¨®n en la selecci¨®n mexicana que disput¨® el mundial de 1986. Lo fich¨® el Osasuna de Pamplona en una ¨¦poca en que Hugo S¨¢nchez era una de las m¨¢ximas figuras en la liga espa?ola. Todo anunciaba que El Vasco triunfar¨ªa, pero una fractura de tibia y peron¨¦ lo dej¨® fuera de combate por meses. Volvi¨® a M¨¦xico a quedarse con las Chivas, equipo con el que se retir¨® en 1993.

Los periodistas que lo cubr¨ªan como jugador apostaban a que se dedicar¨ªa a la direcci¨®n t¨¦cnica. Aguirre siempre fue carism¨¢tico, dicharachero, entend¨ªa bien el juego y mostr¨® un liderazgo natural en todos sus equipos. La profec¨ªa se cumpli¨® r¨¢pidamente. Miguel Mej¨ªa Bar¨®n lo llev¨® como auxiliar de la selecci¨®n nacional al mundial de Estados Unidos 1994. Tambi¨¦n fue ayudante en el equipo panamericano que compiti¨® en los juegos de 1995, dirigido por Guillermo V¨¢zquez. Pas¨®, ya como entrenador, por Atlante, Pachuca, Osasuna (de vuelta), Atl¨¦tico de Madrid, Zaragoza, Espanyol, Al Wahda (en los Emiratos ?rabes Unidos), Legan¨¦s y los ya citados, Monterrey y Mallorca. Obtuvo t¨ªtulos ligueros con Pachuca y Al Wahda y en la Concachampions con el Monterrey.

En medio de eso, dirigi¨® en dos periodos a la selecci¨®n mexicana, en los mundiales de 2002 y 2010, alcanzando en ambos los octavos de final (como ha sucedido con el equipo, por otra parte, en cada uno de los torneos desde 1994).

Las investigaci¨®n que se le hizo por acusaciones de partidos ama?ados cuando dirig¨ªa al Zaragoza no tuvo repercusiones judiciales para ¨¦l, pero s¨ª le cost¨® el puesto como seleccionador de Jap¨®n en 2015, cargo en el que dur¨® menos de un a?o. Tampoco tuvo ¨¦xito con Egipto, que entren¨® entre 2018 y 2019. Quiz¨¢ se le recuerde m¨¢s, en los a?os recientes, por su participaci¨®n como comentarista del mundial de 2018 en la televisi¨®n, con su reconocido talante campechano y divertido.

Ha sido, en general, un tipo afanoso y pele¨®n, que ha dirigido equipos medianos con resultados dignos. Una y otra vez la prensa especializada lo ha dado por muerto, cuando suma alg¨²n fracaso. Pero una y otra vez ha regresado. Y este domingo no gan¨® un t¨ªtulo, claro, pero para la afici¨®n del Mallorca, equipo que llevaba seis a?os sin repetir en ninguna categor¨ªa, entre ascensos y descensos, al menos puede presumir que logr¨® el objetivo para el que lo contrataron. Est¨¢ vivo de nuevo.

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