L¨®pez Obrador niega la participaci¨®n de la DEA en la captura de Caro Quintero

El presidente mexicano Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador ha negado la participaci¨®n de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) en la mayor captura de un narco durante su Gobierno. El que fuera conocido como el Narco de Narcos en los ochenta, Rafael Caro Quintero, uno de los grandes cabecillas del cartel de Guadalajara, reconvertido despu¨¦s en cartel de Sinaloa, fue detenido el viernes por la tarde en la sierra de Sinaloa en un operativo coordinado entre la Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica y la Secretar¨ªa de la Marina, ha insistido el presidente. ¡°La DEA no tuvo injerencia directa. Se pidi¨® informaci¨®n para que colaboraran, pero no se llev¨® a cabo. A partir de ah¨ª y desde antes, la Secretar¨ªa de Marina de M¨¦xico llev¨® a cabo toda la investigaci¨®n y la aprehensi¨®n del se?or Caro Quintero¡±, ha apuntado el mandatario.

La participaci¨®n de Estados Unidos, o al menos la presi¨®n del Gobierno de Joe Biden, parec¨ªa evidente. El narco, que llevaba nueve a?os pr¨®fugo, fue detenido dos d¨ªas despu¨¦s de la visita del presidente mexicano a su hom¨®logo en Washington. El capo se hab¨ªa convertido en el objetivo de la DEA desde el brutal asesinato de uno de los suyos, el agente Kiki Camarena, en 1985. Fue detenido ese a?o y liberado en un esc¨¢ndalo judicial en 2013, cuando le faltaban 12 a?os de condena. El organismo jam¨¢s perdon¨® su liberaci¨®n y aument¨® la recompensa por su cabeza a 20 millones de d¨®lares, la m¨¢s alta por un fugitivo.

L¨®pez Obrador ha reconocido que las autoridades mexicanas ejecutaron una orden de aprehensi¨®n sin consultarle. ¡°Yo me enter¨¦ cuando lo hab¨ªan detenido¡±, ha declarado. ¡°Si hay una orden, se tiene que ejecutar. Es m¨¢s, es un asunto de rutina, no hace falta que me consulten. Porque no hay impunidad para nadie, sea qui¨¦n sea¡±, ha agregado el presidente.

Las palabras del mandatario chocan con lo informado por la DEA el s¨¢bado mediante un comunicado. ¡°Nuestro incre¨ªble equipo en M¨¦xico trabaj¨® en conjunto con las autoridades mexicanas para capturar y arrestar a Caro Quintero, acusado en EE UU de torturar y asesinar al agente especial Kiki Camarena¡±, celebr¨® Anne Milgram, al frente de la instituci¨®n desde mediados del a?o pasado. ¡°La justicia no tiene fecha de caducidad. Gracias a nuestros socios mexicanos por capturar a Rafael Caro Quintero¡±, apunt¨® por su parte el embajador estadounidense en M¨¦xico, Ken Salazar.

¡°?Lo ubic¨® la DEA y le inform¨® a la Marina?¡±, pregunt¨® una reportera durante la conferencia de prensa ma?anera del presidente. ¡°No, no, no. Y mucho menos participaron elementos [de la DEA]. Ya no es como antes, pues. Son informaciones no veraces, pero afortunadamente el embajador aclar¨®. Creo que la directora de la DEA hizo una declaraci¨®n, y eso fue lo que origin¨® la versi¨®n de que hab¨ªan participado y la informaci¨®n que me transmiti¨® el almirante fue en el sentido de que no hubo esa participaci¨®n¡±, insisti¨® L¨®pez Obrador. ¡°A veces participa [la DEA], tienen sistemas de informaci¨®n. Y hay cooperaci¨®n. Eso est¨¢ establecido cuando se requiere. Pero ¨²ltimamente no hay¡±, ha precisado.

Sobre el desplome de un helic¨®ptero de la Marina donde fallecieron 14 agentes, uno de ellos se encuentra grave, el mandatario ha comentado que se encontraban a punto de regresar al aeropuerto, en Los Mochis (la costa de Sinaloa), cuando se produjo la ca¨ªda. Aunque las causas siguen siendo un misterio. ¡°Estaban fuera del ¨¢rea donde se produjo la detenci¨®n. La informaci¨®n del secretario de Marina es que se est¨¢ haciendo una investigaci¨®n para conocer las causas. La caja negra que se maneja en helic¨®pteros y aviones, ya va a ser enviada, si no es que ya lo hicieron, a la f¨¢brica de los helic¨®pteros para que se haga la investigaci¨®n. Son los ¨²nicos que tienen permitido manejar la informaci¨®n, y una vez que la env¨ªen se tiene que entregar a la Fiscal¨ªa¡±, ha se?alado el presidente.

Ha repetido que lamenta profundamente la muerte de los marinos y ha pedido una indemnizaci¨®n para sus familias m¨¢s alta de la que establece la ley. ¡°Aunque son p¨¦rdidas irreparables, tambi¨¦n les planteamos que vamos a apoyarlos en todo. M¨¢s de lo que se establece formalmente, porque todos ellos, los elementos de las fuerzas armadas, cuentan con seguro, pero di la instrucci¨®n de que se les entregue a los familiares otra cantidad igual a la que por ley tienen derecho¡±, ha precisado.

Desde la noche del viernes, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, emiti¨® un mensaje en sus redes sociales en el que anunciaba la ¡°b¨²squeda de una extradici¨®n inminente¡±. El capo fue trasladado esa noche al penal del Altiplano, la prisi¨®n de m¨¢xima seguridad mexicana que se hizo famosa por la segunda y ¨²ltima fuga de Joaqu¨ªn El Chapo Guzm¨¢n por un t¨²nel conectado a su celda en 2015. L¨®pez Obrador ha hablado sobre este punto y ha asegurado que el narco se encuentra tramitando amparos para exigir su liberaci¨®n, pero todav¨ªa no hay m¨¢s avances en cuanto al proceso de extradici¨®n. ¡°Vamos a cuidar que no haya corrupci¨®n y cualquier acto contrario a la ley¡±, se ha comprometido el mandatario.

Caro Quintero cumpli¨® 28 a?os de condena en M¨¦xico y cuando le faltaban 12 para cumplir su sentencia, fue liberado por un tribunal, un esc¨¢ndalo judicial que el Gobierno estadounidense jam¨¢s olvidar¨ªa. En agosto de 2013, el tribunal de apelaciones revoc¨® la sentencia de 40 a?os de prisi¨®n por el asesinato de Camarena y del piloto que lo acompa?aba, Alfredo Zavala. El tribunal aleg¨® que un juzgado estatal debi¨® haber llevado el caso, y no uno federal, y orden¨® su liberaci¨®n inmediata de una prisi¨®n de m¨¢xima seguridad. Pis¨® la calle el 9 de agosto de ese a?o, un viernes de madrugada.

Meses despu¨¦s, la Suprema Corte de M¨¦xico anul¨® la orden que lo liberaba, se?alando que Camarena era un agente del Gobierno estadounidense y, por lo tanto, su homicidio era un delito federal, de manera que hab¨ªa sido procesado adecuadamente. Se emiti¨® entonces una nueva orden de aprehensi¨®n contra Caro Quintero, pero era demasiado tarde. El capo hab¨ªa huido de la justicia y estuvo pr¨®fugo nueve a?os.

¡°?Creen que vaya a haber un repunte de violencia en la zona de Sonora donde operaba?¡±, le pregunta la misma reportera. ¡°No creo que haya m¨¢s violencia en la regi¨®n¡±, ha resaltado el presidente, antes de explicar que se trata de un narco poderoso en los ochenta, al que los j¨®venes apenas recuerdan, del que saben por algunas series de Netflix. ¡°?No era un generador de violencia?¡±, ha insistido la periodista. ¡°No lo sabemos¡±, ha respondido el mandatario.

Aunque el poder de Caro Quintero no era el mismo que hace tres d¨¦cadas, las autoridades estadounidenses lo ubicaron como capo de un cartel a su nombre en algunos Estados del norte, Sonora, Baja California y Chihuahua. Una ficha del FBI alertaba que segu¨ªa siendo una amenaza para el tr¨¢fico de estupefacientes, que desde que logr¨® que un juez lo dejara en libertad, lo primero que hizo fue regresar a su pueblo. Reorganizar a su gente, negociar un pedazo del pastel y sin las excentricidades de su ¨¦poca, continuar con el negocio de manera silenciosa. El FBI lo ubicaba en Badiraguato (Sinaloa), el pueblo del que son casi todos los capos de la droga de M¨¦xico, y anuncia: desde ah¨ª opera su propio cartel. Unas narcomantas anunciaban hace dos a?os su llegada a Sonora, donde viv¨ªa gran parte de su familia.

En el municipio sonorense de Caborca, a 100 kil¨®metros des¨¦rticos de la frontera estadounidense y sin apenas control de las autoridades, manten¨ªa otro de sus refugios. Unas pancartas se?alaron el a?o pasado la llegada de pistoleros suyos en esta zona. Y algunos medios locales apuntaron a una pelea por la plaza de algunos que reivindicaban su nombre. La inteligencia mexicana filtr¨® a la prensa local que Caro Quintero trabajaba en coordinaci¨®n con el cartel de Ju¨¢rez y su brazo armado, La L¨ªnea, para recuperar zonas de Sonora que mientras ¨¦l estaba en prisi¨®n hab¨ªan sido tomadas por otro cartel, el de los hijos de El Chapo, conocidos como Los Chapitos. Aunque algunos habitantes de la zona cuentan a este diario que desde hace un a?o los familiares de Caro huyeron de Caborca, asediados por el fuego de los hijos de El Chapo.

Una guerra entre Los Chapitos ¡ªherederos del imperio criminal de su padre que se han disputado el control total de la organizaci¨®n con otro de los fundadores, El Mayo Zambada¡ª y bandas locales que resucitan el nombre de Caro Quintero manten¨ªan sitiado el norte de Sonora. Pero mientras que ellos han desatado el terror en la regi¨®n por sus nuevas formas de amedrentar a sus rivales, mucho m¨¢s sangrientos, renuentes a pactos ni el m¨¢s m¨ªnimo c¨®digo de honor, el viejo capo segu¨ªa representando la ¨¦poca dorada del narcotr¨¢fico.

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