Una semana atrapados en la mina sin saber si est¨¢n vivos o muertos
El 3 de agosto, 10 mineros quedaron bajo tierra tras el derrumbe de un pozo clandestino en el Estado mexicano de Coahuila. El enorme operativo de rescate solo ha sacado palos y vigas de madera
La tierra rugi¨® y se trag¨® a 10 hombres hace una semana. Una inundaci¨®n provoc¨® el derrumbe de un pozo minero en el municipio de Sabinas, en el Estado de Coahuila (noreste de M¨¦xico). Se trataba de una explotaci¨®n de carb¨®n clandestina sin condiciones de seguridad, apenas a unos metros de la mina de Las Conchas, abandonada desde hace casi 40 a?os y llena de agua por su cercan¨ªa con el r¨ªo Sabinas. El 3 de agosto, el l¨ªquido se abri¨® camino entre grietas, arras¨® todo a su paso y colaps¨® los t¨²neles donde trabajaban los obreros. Pese a que se ha desplegado un enorme operativo para rescatarlos, este mi¨¦rcoles se ha cruzado una frontera que todos esperaban evitar: una decena de mineros lleva 192 horas aprisionados en el subsuelo. Nadie sabe si est¨¢n vivos o muertos.
Desesperaci¨®n es una palabra que hace d¨ªas que se ha quedado corta para describir la situaci¨®n en la mina. Los familiares de las v¨ªctimas se resisten a perder la esperanza, a pesar de que la estad¨ªstica apunta en su contra: los hombres no tienen comida ni agua, y la ¨²nica posibilidad de que contin¨²en con vida es que hayan conseguido encontrar una burbuja de aire. No ser¨ªa la primera vez que pasa. En el campamento improvisado que los parientes han erigido en los alrededores de los pozos, se cuentan una y otra vez historias de otros mineros que consiguieron sobrevivir despu¨¦s de m¨¢s de una semana atrapados en condiciones similares. Es el ¨²nico salvavidas al que aferrarse.
Entre los allegados, la queja m¨¢s habitual es la opacidad de las autoridades: nadie les informa de los avances ¡ªo la falta de ellos¡ª; se ha montado un per¨ªmetro de seguridad con cercas, lonas y alambre de espino para impedir el acceso y la visibilidad; y a los rescatistas voluntarios ¡ªfamiliares y mineros de la comunidad que conocen el terreno¡ª los amenazan con expulsarlos de las labores de salvamento si filtran informaci¨®n a la prensa. De acuerdo con el peri¨®dico El Sol de M¨¦xico, grupos de hombres armados que se hacen pasar por personal de la Fiscal¨ªa tambi¨¦n est¨¢n intimidando a los parientes y voluntarios para que no den entrevistas a los medios de comunicaci¨®n. El resentimiento hacia las decenas de periodistas que rondan la mina tambi¨¦n es palpable. Est¨¢n cansados del trato, de responder las mismas preguntas y de verse obligados a dar, una semana despu¨¦s, las mismas respuestas.
Los avances han sido escasos y a cuentagotas. Los trabajos de rescate se han centrado durante toda la semana en drenar el agua que inunda los pozos (de m¨¢s de 60 metros de profundidad), pero a un ritmo que ha exasperado a los familiares. En un primer momento, la altura del l¨ªquido alcanz¨® los 40 metros. Seg¨²n datos de la Secretar¨ªa de la Defensa Nacional (Sedena), el martes se encontraba a 10,4 metros en el pozo uno, 11,3 metros en el dos y 16,4 metros en el tres. Fuentes extraoficiales consultadas por EL PA?S apuntan a un n¨²mero inferior. El problema es que en Las Conchas hay un volumen ingente de agua, acumulada durante 40 a?os de abandono. A medida que se extrae el l¨ªquido del pozo, vuelve a filtrarse, lo que dificulta enormemente el trabajo.
El lunes se produjo el primer descenso de un rescatista del Ej¨¦rcito a uno de los pozos, que concluy¨® a los pocos minutos. El soldado extrajo palos y vigas de madera. Le siguieron otros intentos t¨ªmidos con resultados parecidos. Tambi¨¦n baj¨® a los t¨²neles un dron submarino con una c¨¢mara que permiti¨® observar ¡°gran cantidad de elementos s¨®lidos y turbulencia¡±. Los expertos concluyeron que, por el momento, ¡°no existen condiciones para el ingreso de cuerpos de b¨²squeda¡±, seg¨²n la Sedena.
El presidente mexicano, Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador, declar¨® el martes que, dado el nivel del agua, los equipos de rescate solo podr¨ªan acceder al interior de los pozos a mediados de semana. El mandatario visit¨® el domingo el lugar, aunque su visita fue breve y se sald¨® con un momento de tensi¨®n entre la Guardia Nacional y los familiares de los mineros, quienes acusaron a L¨®pez Obrador de haber acudido a ¡°hacerse una foto¡± a costa de su dolor.
Seg¨²n las autoridades, hay m¨¢s de 500 agentes entre equipos de rescatistas profesionales, Protecci¨®n Civil, Guardia Nacional, el Ej¨¦rcito, ingenieros y especialistas. Los familiares de los mineros defienden que el trabajo manual y m¨¢s pesado lo est¨¢n desarrollando los compa?eros de los atrapados y otros miembros de la comunidad que conocen la zona, los pozos y est¨¢n acostumbrados a estos accidentes.
La comunidad se ha volcado en ayudar a los allegados. Cada poco tiempo llegan coches particulares cargados con agua y alimentos para los parientes, que denuncian que el Ayuntamiento de Sabinas no se ha hecho cargo de ellos. Aguantan d¨ªas con temperaturas que rozan los 40 grados y noches durmiendo al raso, en sillas de pl¨¢stico o sobre el suelo. Se han instalado ba?os port¨¢tiles, pero hace varias jornadas que nadie los limpia y bajo el sol del desierto el olor se ha vuelto insoportable. A medida que el tiempo ha pasado, muchos comienzan a volver a sus casas a descansar y ba?arse. En el interior del per¨ªmetro de seguridad hay varias carpas con catres para los familiares directos.
El terreno de la explotaci¨®n est¨¢ a nombre de la Minera R¨ªo Sabinas SA de CV, que fue vendida en noviembre de 2012 a Compa?¨ªa Minera El Pinabete. Seg¨²n los datos oficiales, el responsable del terreno es un hombre llamado Cristian Sol¨ªs Arriaga. Sin embargo, todas las fuentes consultadas se?alan que solo se trata de un testaferro, y que la mina en realidad se encuentra bajo poder de R¨¦gulo Zapata Jaime, empresario y exalcalde de Sabinas. Zapata Jaime ha negado su implicaci¨®n y defendido que solo trabajaba como asesor para la compa?¨ªa. La Fiscal¨ªa General de la Rep¨²blica (FGR) ha iniciado sus pesquisas sobre lo ocurrido e investiga a tres personas, seg¨²n el medio de comunicaci¨®n Milenio.
El carb¨®n de Coahuila es la piedra angular de la reforma el¨¦ctrica a la que aspira L¨®pez Obrador. En este Estado se produce el 99% del mineral que compra la Comisi¨®n Federal de Electricidad (CFE), la pieza clave en la estrategia del presidente: una instituci¨®n a la que pretende otorgar un poder monop¨®lico por encima de las empresas privadas del sector. El plan implica la dependencia nacional del carb¨®n, una de las industrias m¨¢s contaminantes del planeta. La poluci¨®n del aire que provoca su combusti¨®n provoca que, solo en Coahuila, 430 personas mueran al a?o por enfermedades respiratorias, de acuerdo con el Centre for Research on Energy and Clean Air.
La regi¨®n carbon¨ªfera de Coahuila es una tierra pobre con una fuerte divisi¨®n de g¨¦nero: ellos se juegan la vida en los pozos; ellas hacen turnos interminables por sueldos de miseria en las maquilas, peor pagadas pero m¨¢s seguras. Seg¨²n el registro hist¨®rico que llevan los familiares de las v¨ªctimas, desde que se empez¨® a extraer carb¨®n, a finales del siglo XIX, m¨¢s de 3.100 mineros han muerto en el Estado. Una semana despu¨¦s de la ¨²ltima tragedia colectiva en las minas, toda una comunidad aguanta la respiraci¨®n y reza para no sumar otras 10 vidas a la lista. Cada minuto que pasa con los obreros bajo tierra es un mazazo a la esperanza.
Los 10 mineros atrapados, de 22 y 61 a?os:
1. Jos¨¦ Rogelio Moreno Morales (22 a?os)
2. Ramiro Torres Rodr¨ªguez (24 a?os)
3. Hugo Tijerina Amaya (29 a?os)
4. Jorge Luis Mart¨ªnez Valdez (34 a?os)
5. Sergio Gabriel Cruz Gait¨¢n (41 a?os)
6. Jos¨¦ Rogelio Moreno Leija (42 a?os), padre de Jos¨¦ Rogelio Moreno Morales
7. Mario Alberto Cabriales Uresti (45 a?os)
8. Jos¨¦ Luis Mireles Arg¨¹ijo (46 a?os)
9. Margarito Rodr¨ªguez Palomares (54 a?os)
10. Jaime Montelongo P¨¦rez (61 a?os)
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