Gim¨¦nez, la esperanza la pintan verde

La selecci¨®n mexicana tiene poco gol y una plaga de lesiones se ha abatido sobre una delantera que est¨¢ siendo severamente cuestionada a unos pocos meses del Mundial. El t¨¦cnico del equipo, Gerardo Tata Martino, parece decidido a no llevar a la copa al goleador hist¨®rico del equipo, el ya veterano Javier Chicharito Hern¨¢ndez.

Pero no abundan las opciones. Ra¨²l Jim¨¦nez cuenta con un puesto seguro, pero no ha recobrado el nivel que ten¨ªa antes de su escalofriante fractura craneana y apenas viene regresando de una nueva lesi¨®n. Tecatito Corona es seria duda (se fractur¨® el peron¨¦ y ligamentos de la rodilla y su retorno ser¨ªa casi un milagro), lo mismo que Rogelio Funes Mori, golpeado tambi¨¦n. Y aqu¨ª es donde ha saltado el nombre de Santiago Gim¨¦nez, a quien apodan Bebote o Chaquito.

El joven ariete fue adquirido por el Feyenoord, uno de los clubes m¨¢s tradicionales de los Pa¨ªses Bajos, y este fin de semana anot¨® su primer tanto, aprovechando un bal¨®n profundo que lo dej¨® de frente a la porter¨ªa. Defini¨® f¨¢cil y preciso. M¨¢s tarde, dio una asistencia para otro gol. Y, de paso, levant¨® la mano para pedir un lugar fijo en el equipo tricolor.

El futbol es, desde luego, algo as¨ª como ¡°el negocio de la familia¡± para Santiago. Porque su padre es el exjugador argentino Christian El Chaco Gim¨¦nez, delantero tambi¨¦n, que destac¨® en Boca Juniors, Am¨¦rica, Pachuca y Cruz Azul, equipo en el que fue ¨ªdolo. En Buenos Aires naci¨® en 2001 su hijo Santiago, quien lleg¨® a vivir a M¨¦xico a los tres a?os de edad, cuando el Veracruz compr¨® la carta de El Chaco.

Santiago se form¨® como jugador en las fuerzas b¨¢sicas del Cruz Azul, llevando bien el peso del apellido. Pas¨® por los equipos sub-15 y sub-17 antes de debutar en la Primera Divisi¨®n en 2019. Ten¨ªa 18 a?os y ya era seleccionado juvenil. Porque se hab¨ªa naturalizado mexicano y eligi¨® representar al equipo del pa¨ªs donde creci¨® antes que a su patria de nacimiento. En 2020, ante su buen rendimiento, el Tata Martino lo convoc¨® por primera vez a la selecci¨®n mayor. Tiene ya siete partidos en su cuenta y un par de goles en las espuelas.

As¨ª, Santiago se sum¨® a la lista de jugadores nacidos en Argentina que han jugado para M¨¦xico, como Gabriel Caballero, Guille Franco, Mat¨ªas Vuoso, Lucas Ayala, Dami¨¢n ?lvarez, Rogelio Funes Mori, y, c¨®mo no, el mism¨ªsimo Chaco Gim¨¦nez, su padre, quien pas¨® brevemente por el equipo hace una d¨¦cada, en 2013, y disput¨® cinco encuentros.

¡°Fue una noche so?ada¡±, declar¨® Gim¨¦nez, luego de su primer gol en la Eredivisie (Primera Divisi¨®n neerlandesa). Claro que no todo est¨¢ resultando tan sencillo y el camino a Qatar luce a¨²n largo. El entrenador del Feyenoord, Arne Slot, declar¨® que Santiago necesita ganar fuerza f¨ªsica para resistir el ritmo de juego los 90 minutos.

No es titular a¨²n, y ha estado entrando solamente a la parte final de los segundos tiempos. Sin minutos, la convocatoria peligra. Aunque El Tata parece tenerlo muy en cuenta. Tan as¨ª que Santiago le pidi¨® consejo cuando el Feyenoord llam¨® a su puerta, puesto que su lugar en el Cruz Azul estaba ya consolidado. Y el t¨¦cnico le recomend¨® irse a Europa. Y, de hecho, estaba en la tribuna el d¨ªa que Gim¨¦nez debut¨®. ¡°Es un hombre muy sabio¡±, lo elogia el delantero.

Ya cay¨® su primer gol. La incertidumbre sobre el ataque mexicano para el Mundial le abre la oportunidad de conseguir un espacio en el equipo. ?Lo lograr¨¢? ¡°Todo est¨¢ en manos de Dios¡±, dice ¨¦l que, como su padre, es fervorosamente religioso. La afici¨®n mexicana, desde luego, se pregunta si ser¨¢ Gim¨¦nez la respuesta que la selecci¨®n necesita para pisar fuerte en el Mundial. El verde de la playera (y la bandera), se nos dice siempre, representa la esperanza¡­

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